La maquinaria comercial Ladygaguesca no para. Si pensábamos que la de «Ale Alehandroo» podría estar disfrutando de unas (más que merecidas, por otra parte) vacaciones en la playa de la Malvarrosa, estábamos equivocados. Ella, que supera los límites del workaholismo para convertirse en la más grande attention whore del siglo XXI, no para ni cuando duerme. Y, cuando lo hace, no sueña con ovejas electrónicas, no, sino que lo hace con campañas de márketing y máquinas registradoras escupiendo dólares y euros y dracmas griegos (lo que sea). Pues bien, el último «Gaga movement» ha sido la campaña publicitaria para su esperadísimo perfume, Fame, que ella misma llevaba meses anunciando, diciendo que entre sus componentes llevaría «sangre y semen» y que «olería a prostituta cara«. La Gaga, como siempre, vendiendo pieles de oso como nadie. Obviamente, el susodicho no lleva ni una cosa ni otra, aunque de lo segundo estamos bastante seguros (solo esperamos que no se convierta en la esencia base de marujas y nos asfixien con él en el Mercadona). De momento, ya han empezado a gotear imágenes y vídeos para que se convierta en ese oscuro objeto del deseo… Nunca mejor dicho. Porque de lo que sí presume esta esencia, y con razón, y es de ser el primer perfume negro: el primer perfume «hola soy darks«. Nosotros ya somos fanes.
La presentación oficial en sociedad se ha hecho por un lado con una imagen de la campaña que la artista colgó en su Twitter enlazando a su página web: en ella, la Gaga en pelota picada (con lo poco exhibicionista que es ella) con pequeños señores escalando su monte de Venus y más allá (que yo a primera vista pensaba que eran escorpiones), fotografiada por Steven Klein. La imagen es todo buen gusto y contención (nótese la ironía), y el resultado es un bonito cartel para cualquier sex-shop del Soho londinense. Lo segundo ha sido filtrar un vídeo promocional donde se mostraría cómo se realiza el perfume, todo con una estética de lo más thierrymugleresca en lo que parece el lado sado de la peli de «El Perfume«. Ahí se les va un poquito la olla y dicen que el perfume lleva que si corazón roto de tigre orquídea y que si lágrimas de belladonna… Pero nada, no hagan caso: bergamota, orquídea, incienso y albaricoque, con notas de azafrán y miel, en realidad. Sólo le falta un puntito de patxuli y a triunfar, oyes.