Hace muchos muchos años, cuando Annie Clark todavía no había nacido, alguien inventó la expresión “Lobo con piel de cordero”. Nadie es siempre tan dulce como parece: una cosa es que una muestre alguna vez su parte más guerrera y otra que la esconda permanentemente por alguna extraña razón que la sociedad ha impuesto. Desde tiempos inmemoriales se ha dicho que una chica tiene que ser coqueta, no alzar la voz, cuidar sus modales y mostrarse siempre amable, risueña y nunca, bajo ningún concepto, perder la compostura. Pues bien, a St. Vincent, conocida en su casa como Annie Clark esta teoría no le convence y, por así decirlo, le importa un pimiento.
Ella, tan mona, tan menuda y con cara de no haber roto un plato, los rompe, y grita, y toca la guitarra de una manera indecente, pero siempre sin ser vulgar y sin perder una feminidad que, precisamente por mostrar ese lado más salvaje, aparece con más fuerza. Empezó su show con «Marrow«, de su anterior disco «Actor» (4AD, 2009), dando a ratos pasitos estilo “las muñecas de famosa” mostrando esa fragilidad que aparenta su físico pero que no se encuentra en su alma de rock star, tal y como demostró durante todo el concierto. Riffs descontrolados con minucioso control, ruido, distorsión y unas manos prodigiosas que nos obsequiaron con más canciones de su último disco, «Strange Mercy» (4AD, 2011), que cualquiera de los anteriores, «Actor» y «Marry Me» (Blanco y Negro, 2007), tal y como «Cheerleader» y la coreada «Cruel«, «Chloé in the Afternoon» o esa «Dilettante» dedicada a Nueva York, la ciudad que la adoptó cuando decidió hacer las maletas e irse de un pequeño pueblo de Dallas a la gran ciudad a buscarse la vida con la música.
El momento álgido llegó cuando St. Vincent decidió hacer una versión de “She is Beyond Good And Evil” de The Pop Group, mostrando euforia punk a raudales. Annie Clark levanta pasiones… Y no es para menos, sabiendo como sabe combinar a la perfección los momentos de quietud con los arrebatos guitarreros. Después de esta cover, nos obsequió con su más reciente creación, la canción «Krokodil«, con la que decidió hacer crowdsurfing entre el público para regocijo de muchos de los chicos allí presentes que pudieron tocarla y que seguramente guardarán mucho tiempo esa imagen en sus retinas. Llegó el bis y el broche final lo puso «Your Lips Are Red«, de su primer disco, «Marry Me«, llenando otra vez de calma la sala Apolo y conquistándonos de nuevo. Annie Clark sí es una chica de verdad.
[FOTOS: Gabri Guerrero]