Dice por ahí Zach Condon que «The Rip Tide» nunca le llegó a convencer como canción: que, de alguna forma u otra, nunca llegó a sentirla completa tal y como él quería que fuera. A lo que nosotros comentamos que, teniendo en cuenta que ya es un tema que nos rompe el corazón, si tuviera la forma que desea el artista es muy probable que nos fulminara el alma… También dice por ahí el hombre también coocido como Beirut que Houmam Abdallah ha conseguido dirigir un video que, visto en compañía de su composición, la acerca a la idea final que él tenía. Y aquí, sinceramente, no tenemos nada que añadir. Porque, ciertamente, el clip es una preciosidad que durante tres minutos te vende un poco la moto del rollito Tennis y que, pasada esa marca temporal, se convierte en una locura surrealista de colores que se disuelven en el cielo. Sí, el «crack» que acabáis de escuchar es nuestra alma partiéndose un poquitín.