¿DE DÓNDE SALEN? De Manchester. Poco (o nada) más se sabe de las cuatro componentes de este grupo: Faith Holgate (voz y guitarra), Lois McDonald (guitarra), Anna Donigan (bajo) y Lara Williams (batería), dos rubiacas y dos morenazas que, a juzgar por su estilismo, podrían haber florecido en las calles brooklynitas más indie-chic… Pero no todo el monte es orégano hipster neoyorquino (como ya recalcamos en más de una ocasión en FPM). Porque la mítica ciudad mancuniana pasó de ser una urbe post-industrial desolada por el paro y poblada por naves industriales abandonadas a otra más moderna y cosmopolita en la que se genera el caldo de cultivo ideal para que aparezcan bandas tan sugerentes como PINS. Su nombre, imposible de localizar en el infinito universo Google, no tardó en aparecer en esa obsesiva prensa musical británica que, ávida por encontrar la next big thing que meter doblada al resto de la humanidad, acogió al cuarteto femenino en su seno para lanzarlo al estrellato. De ahí que ya apareciesen eslóganes tan exagerados como “PINS, el grupo que toda revista musical llevaba esperando desde hace veinte años”… Una pregunta: ¿no se afirmó lo mismo, durante las dos últimas décadas, cuando explotaron Oasis, Franz Ferdinand o Arctic Monkeys? Sí, pero escuchar o leer una sentencia tan alocada como esa es el peaje que hay que pagar para ser testigo del crecimiento de todo conjunto o artista novel que provenga de Gran Bretaña.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… Lo venimos avisando y anunciando desde hace tiempo: los 90 regresaron para quedarse. Es posible inscribir a PINS en ese revival porque su sonido bebe de formaciones injustamente poco reivindicadas como Lush o directamente olvidadas como The Telescopes, aunque también se notan influencias de bandas contemporáneas como Veronica Falls o Warpaint (otras chicas de cuidado…) Eso sí, se debe tener en cuenta que este juego de referencias, aunque aproximado, se realiza a partir de un sólo tema, el siniestro “Eleventh Hour” (se editó en un cassette limitado a cincuenta unidades que se agotó en cuestión de minutos; actualmente sólo se puede adquirir en descarga a través de la web del grupo), con lo que se corre el riesgo de que se vengan abajo todas esas comparaciones en cuanto estas cuatro jamelgas den sus siguientes pasos.
PREDICCIÓN DE FUTURO. La información disponible resulta escasa, así que se antoja complicado predecir qué sucederá con PINS y cómo se resolverá su enigma: ¿tendrán futuro? ¿Serán flor de un día o, más bien, de una canción? Las respuestas sólo se obtendrán en el momento en que el grupo decida ofrecer mayor cantidad de material. Toca, pues, recurrir a la paciencia y esperar a que los altavoces británicos griten a los cuatro vientos la magnificencia de las nuevas composiciones de PINS. Estaremos atentos para subir o bajar el pulgar.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Feminidad noventera + Lush + Warpaint + un toque de oscuridad = PINS
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MIRA… “Eleventh Hour”