No sé a nuestros lectores, pero una de las cosas que más nos gusta en FPM de la llegada de la primavera y del calor es cómo cambia la fruta. Que sí, que somos adoradores de las naranjas y los cítricos, pero es maravilloso salir a la calle y ver las fruterías cargaditas hasta los topes de cerezas, fresas, nectarinas, melocotones (not yet, pero pronto también los habrá) y toda esa explosión de color que va desde los frutales hasta nuestras mesas. ¿Qué hay mejor que una cerveza en una terraza una tarde de abril? Yo os lo digo: un buen zumo. ¿Y que puede ser mejor que un zumo recién exprimido de alguna fruta exótica o mediterránea? Un masaje de frutas. Vale. Y aquí es cuando se han enajenado del todo, pensaréis. ¡Pues no! El máximo placer, la experiencia religiosa, los masajes de frutas EXISTEN. Y nosotros sabemos dónde podéis conseguir uno. Masajes faciales y corporales con mermelada de melón, uva blanca y arándanos enriquecidos con fitoendorfinas y extractos de zumo, a medio camino entre el porno y la neurociencia… al menos eso nos parece a nosotros.
Si queréis vivir una experiencia sin igual os aconsejamos que os dejéis caer por Twentynails, un nuevo concepto de centro de estética donde hacen tratamientos tan de locura como estos que os decimos. Los tratamientos con frutas varían dependiendo de la función que se quiera conseguir, pueden ser relajantes y antiestresantes (como el de arándanos)o estimulantes y energéticos (como el de melón, especialmente recomendado para aquellas personas tendentes a la melancolía). Los masajes, además, se realizan con diferentes técnicas que ayudan al bienestar y a la relajación. La mala noticia para algunos y buena para otros es que, de momento, sólo se pueden conseguir en alguno de los dos centros que Twentynails tiene en Madrid: en en número 53 de la Avenida Menéndez Pelayo o en la Calle Cigarreras en Acacias. Verano, masajes y fruta… Si a alguien se le ocurre algo mejor, que nos comente.