Ana Lua Caiano, cumgirl8, deary, Jaws The Shark y The Last Dinner Party son las 5 revelaciones de 2024 que sabemos que lo van a petar en 2024.
ANA LUA CAIANO
La nueva ola femenina que ha aunado tradición y modernidad desde perspectivas diversas (y de la cual hemos hablado en este especial y en su continuación) durante los últimos años en España, se ha desarrollado paralelamente en Portugal, donde han destacado Lina, HAĒMA, Seiva o la artista que nos ocupa, Ana Lua Caiano.
Cuando esta última se subió a uno de los escenarios del Sinsal Primavera en Vigo en mayo del año pasado, se comprobó sin filtros la originalidad de la propuesta de esta estudiante de música clásica y jazz, compositora, cantante, artista audiovisual y multiinstrumentista. Este último aspecto refleja la capacidad de esta mujer-orquesta de manejar con imaginación sintetizador, beats programados, loops, samples e instrumentos orgánicos para dar forma a su particular fusión de electrónica, pop y folklore portugués.
Después de pasar por varias bandas como vocalista, decidió emprender su aventura en solitario durante la etapa de la pandemia. En aquel momento, encerrada en casa por el confinamiento, Ana Lua cogió su teclado, un bombo y varios objetos cotidianos con los que empezó a investigar cómo crear su propia música, concretada en canciones de ritmos básicos pero ultra-melódicas que se podían bailar pero que también invitaban a reflexionar sobre el modo de vida actual. De hecho, apoyada en un lenguaje sencillo y directo, la lisboeta ha tratado temas delicados y muy en boga como las relaciones amorosas tóxicas, la salud mental, la precariedad laboral o el problema del acceso a una vivienda (tan acuciante en Portugal como en España).
Alrededor de esos asuntos giran los dos EPs que, hasta la fecha, ha publicado Ana Lua Caiano: “Cheguei Tarde a Ontem” (Chinfrim Discos, 2022) y “Se Dançar é só Depois” (Chinfrim Discos, 2023), en los que ha trazado una línea que la une con Tune-Yards (por su prestancia vocal y pericia instrumental) y su compatriota Surma (aunque con un menor nivel de experimentación sonora). Estos trabajos han permitido a Ana Lua participar en eventos musicales a lo largo y ancho de Portugal, en algunos puntos de España y del resto de Europa e incluso más allá, lo que certifica la atención que ha despertado un proyecto que no ha parado de evolucionar. Un hecho que corroboran sus dos últimos sencillos, “Deixem o Morto Morrer” y “Vou Ficar Neste Quadrado”, que abrillantan las señas de identidad rítmicas, melódicas y líricas de Ana Lua Caiano. Su estreno en largo ya se vislumbra en el horizonte…. [Más información en el Instagram de Ana Lua Caiano]
CUMGIRL8
¿Quién ha dicho que el espíritu riot-grrrl ha desaparecido? Vale, ya no tiene la esencia original del movimiento surgido en los 90 a golpe de indie-rock y post-grunge o de su antecesor, formado por grupos de chicas que en los inicios de los 80 revolucionaron el post-punk, pero aún quedan rescoldos de su pujanza en tiempos del #metoo. Una de sus nuevas bandas militantes es cumgirl8, fundada en 2019 en Manhattan por Lida Fox (bajo), Veronika Vilim (guitarra), Avishag Cohen Rodrigues (guitarra) y Chase Lombardo (batería), todas ellas también cantantes.
Sin embargo, no se debería reducir cumgirl8 a un simple grupo, sino que habría que definirlas como un colectivo multimedia, fashionista (recurren a la moda como otra vía de expresión subversiva, teñida de colores chillones y caracterizada por prendas imposibles y exageradas) y musical, heredero igualmente del underground neoyorquino de los 70 y del electroclash dosmilero. De ahí que su sonido sea una suerte de electro-punk (emparentado con el de otra banda de armas tomar: Special Interest) que dispara contra el patriarcado y el capitalismo.
La actitud irreverente de cumgirl8 provocó que recibieran ataques machistas que ponían en duda la verosimilitud de su ideario, la naturalidad de su discurso y la autenticidad de sus directos, divertidos, salvajes y caóticos. En sus conciertos cumgirl8 no solo demuestran la fuerza de su empoderamiento feminista, sino también su visión del sexo, del uso de sus cuerpos o del género fluido. No debería extrañar, por tanto, que sus componentes se hubieran conocido en un chat sexual, detalle de corrobora que cumgirl8 pertenecen totalmente a nuestra era al combinar internet (su hábitat junto con los escenarios), erotismo y liberación física. Su propio nombre indica cómo el cuarteto juega con su identidad, lo que condujo a que sufriera en sus carnes la censura en la red.
Ese fue el motivo por el que titularon con ánimo burlón su segundo EP “RIPcumgirl8” (Raw Sugar Records / DERO Arcade, 2021), sucesor del mini-álbum “cumgirl8” (Muddguts Records, 2020), con los que las neoyorquinas desafiaron al puritanismo, a las TERFs y a los homófobos de su país. Una batalla que extendieron a “phantasea pharma” (4AD, 2023), su primera publicación bajo el paraguas de 4AD, sello al que entraron en 2023. En dicho EP aparece un tema que refleja a la perfección el rollo de cumgirl8: “cicciolina”, dedicada a la estrella porno y polémica política italo-húngara. Si The Slits hubiesen empezado en pleno siglo 21 y hubiesen reclutado a una Madonna verdaderamente cerda, descocada y cyberpunk, se habrían convertido en cumgirl8, las riot-grrrls más lascivas de la actualidad. [Más información en la web de cumgirl8]
DEARY
De las brumas del gaseoso universo dream-pop emergió hace unos meses un misterioso dúo del que se tenían pocos datos y tan solo un par de canciones que, eso sí, transmitían muy buenas sensaciones: “Fairground”, de brillante pátina noventera y editada con dos remezclas, una de ellas realizadas por los mismísimos Saint Etienne; y la más electrificada “Beauty In All Blue Satin”.
A medida que estos temas comenzaron a ganar oyentes se fue conociendo algo más de deary, pareja procedente de Londres y formada por los multiinstrumentistas Dottie (voz) y Ben (guitarra), a cuya vinculación artística también ayudó decisivamente el confinamiento pandémico. En aquella época, Ben había comprado algunos cachivaches y empezó a componer música tendente a sonidos etéreos, pero le faltaba ponerle voz. Pensaba que una contribución femenina sería ideal e inició el proceso de búsqueda en plena cuarentena.
De ese modo, a través de contactos en redes sociales, encontró a Dottie, quien empapó a deary de la influencia de Cocteau Twins, Portishead, Massive Attack y Mazzy Star, aunque los londinenses también se aproximan a los moldes sonoros de Slowdive y de los My Bloody Valentine más gaseosos. Eso sí, la analogía más clara se establece con Beach House al tratarse de un dúo musical chica-chico que parece vivir en un limbo extraterrenal. El primer paso de Dottie y Ben consistió en subir a internet una demo que perfilaba las líneas maestras de su estilo, aunque hoy en día es inencontrable. Después, ficharon por Sonic Cathedral y regrabaron “Fairground” para el que sería su single oficial de debut. Esta pieza y “Beauty In All Blue Satin” forman parte de la ópera prima del dúo -reforzado a la batería y al sintetizador por Sammy-, “deary” (Sonic Cathedral, 2023).
Este EP se revela como un dechado de armonías evanescentes y espectrales (“Heaven” más la nana onírica “Sleepsong”), de shoegaze de cristal (“Only Need”) y de delicadeza acústica (“Want You”, en la que Dottie se viste de Hope Sandoval). A pesar de las virtudes de “deary”, el plan de Dottie y Ben está en pleno proceso de crecimiento, como constata su sencillo más reciente, publicado pocas semanas después de la salida del EP: “2000 Miles”, refinamiento de su sensibilidad sonora envuelto en minimalismo ensoñador. deary han abierto otra puerta hacia una dimensión lejana desde la que apartarse de la crudeza del mundo real. [Más información en el Bandcamp de deary]
JAWS THE SHARK
Aquí tenemos otro caso de músico que, atrapado por el aburrimiento que le infligió el encierro forzado por el coronavirus, decidió descargar su frustración creando canciones. Eso sí, el londinense Olly Bailey, alma máter de Jaws The Shark (él mismo compone, produce y toca todos los instrumentos) ya conocía muy bien de qué iba el negocio al haber sido tour manager y manager artístico. Así que iniciar su proyecto individual era el paso más lógico que le faltaba por dar en su carrera y, para hacerlo realidad, apostó por el rock con toques garageros, lo-fi y grunge. Estos sonidos no le resultaban ajenos porque había trabajado con bandas del ramo que agitaban el panorama indie-rock británico. Y ese es precisamente uno de los propósitos de Jaws The Shark, que ha ido progresando single a single y EP a EP.
Su primera muestra en forma de sencillo llegó en el verano de 2020, momento en el que vio la luz “Mission Impossible”, que definía las bases sonoras de Jaws The Shark (conectadas con aquel rock alternativo que invadió las islas a partir del 2005 espoleado por We Are Scientists, The Wombats, The Courteeners, The Futureheads o The Pigeon Detectives) e inauguraba su etapa en el sello Noise Swan Records, a través del cual publicó su ópera prima, el EP “Another Day In Paradise” (Nice Swan Records, 2022). En su interior, relleno de melodías galvanizadas, ritmos espídicos y riffs rocosos, se hallaban reunidos algunos de los temas que Bailey había ido compartiendo anteriormente y con los que Jaws The Shark se postulaba como uno de los valores más destacados del neo brit-rock junto a bandas como, por ejemplo, DEADLETTER.
Esta conexión no es gratuita ni casual, ya que uno y otros conviven bajo el mismo techo discográfico: SO Recordings, casa también de Placebo o Enter Shikari. Jaws The Shark abrió esta etapa con otro EP: “Jaws The Shark” (SO Recordings, 2022), trece minutos explosivos encabezados por “Destroy The World”, que cuenta con la colaboración de su colega Matt Bigland (Dinosaur Pile-Up). Y la continuó con “Cream” (SO Recordings, 2023), su referencia más reciente por la que fluye una sangre más pop que se mezcla con arrebatos de pub-rock.
Si uniéramos todos los EPs editados hasta ahora por Jaws The Shark obtendríamos un reluciente disco sin temas sobrantes… Esperemos que esa sea la promesa que se haga a sí mismo Olly Bailey para que el acierto, el nervio y la intensidad de Jaws The Shark no decaigan en el futuro. [Más información en el Instagram de Jaws The Shark]
THE LAST DINNER PARTY
Si cumgirl8 recibieron en su día ataques por sus arengas antimachistas y la supuesta falsedad de su pose punk, The Last Dinner Party sufrieron una situación similar cuando su nombre empezó a correr como la pólvora y se pusieron en cuestión su talento y su legitimidad como banda. Esta corriente hater surgió a raíz del papel del grupo de Londres integrado por Abigail Morris (voz), Lizzie Mayland (voz y guitarra), Emily Roberts (guitarra, mandolina y flauta), Georgie Davies (bajo) y Aurora Nishevci (voz y teclado) como telonero de The Rolling Stones en un concierto en Hyde Park en julio de 2022 sin tener todavía ninguna canción editada.
A partir de ahí, una mezcla de indignación y misoginia injustificadas en redes sociales las calificaba de nepo babies y productos de la industria al no saber de dónde había salido “ese girl-group artificial”, tal como se llegó a afirmar. La gota que colmó el vaso del odio cayó con la noticia del fichaje de The Last Dinner Party por Island Records antes incluso de haber publicado su primer sencillo.
Seguro que Abigail, Georgie y Lizzie no se imaginaban ni por asomo un panorama así cuando se conocieron durante su etapa universitaria. Su afición por ir a conciertos les llevó a montar su propia banda, bautizada al principio como The Dinner Party. Luego un amigo les sugirió contar con Emily y, por último, se unió a ellas Aurora. La cuarentena por la COVID-19 impidió que pudieran ensayar, lo que provocó que tardaran unos cuantos meses en debutar en directo. Una vez que lo hicieron, se patearon el circuito independiente londinense. Su gran prueba de fuego se produjo con la salida de los dos temas (producidos por James Ford de Simian Mobile Disco) que debían confirmar las expectativas: “Nothing Matters”, muy en la onda de Florence + The Machine; y “Sinner”, un tema coral y pegadizo que hubiera rubricado Kate Bush de haber liderado una banda millennial.
Con ese par de pistas, se intuía el gusto de The Last Dinner Party por el indie-rock y el post-punk sugestivos y teñidos de pop barroco. Debido a su estilo sonoro y a su estética, entre romántica y gótica del siglo XIX, resultaba fácil conectar al quinteto con Warpaint, pero también con The Big Moon o Wet Leg, aunque cubriéndose con un velo más oscuro y enigmático. A lo largo del verano de 2023 se foguearon en grandes citas festivaleras de su país (Glastonbury) y del resto de Europa (como en España en el BBK Live), pero no había ninguna noticia del esperado álbum de The Last Dinner Party…
Hasta que, por fin, se anunció con tres adelantos sucesivos: “My Lady Of Mercy” (una pieza de pop imaginativo con destellos setenteros y estribillo a lo Weyes Blood), “On Your Side” (la balada que le faltaba a la banda) y “Caesar On A TV Screen” (una combinación de las dos anteriores), aperitivos de “Prelude To Ecstasy” (Island Records, 2024), que se publicará el 2 de febrero. Ese será el día en el que The Last Dinner Party, tras haber discurrido por un camino nada corriente, tendrán que evitar que el tan hinchado globo del hype que las ha rodeado (y todavía las rodea) estalle en sus manos. [Más información en la web de The Last Dinner Party]