Partimos de la excusa de Blanca Paloma para hablar de 8 nuevas artistas que recuperan, revisan y revalorizan las tradiciones sonoras de diferentes rincones de España.
El decepcionante decimoséptimo puesto obtenido por la representación española en la final de Eurovision 2023 generó un intenso debate sobre la propuesta de Blanca Paloma en Liverpool. Una de las críticas más escuchadas y leídas se centraba en que se había pasado de original, tanto escenográfica como musicalmente.
¿Crítica? Esa era precisamente una de sus principales virtudes. Daba la sensación de que se desdeñaba la trayectoria previa de la artista ilicitana hasta llegar a “Eaea”, la nana electrónica con aires de bulería gracias a la cual consiguió el billete eurovisivo en la segunda edición del Benidorm Fest.
También parecía que, de repente, se minusvaloraba a la niña de fuego que había sorprendido con “Secreto de Agua”, pieza realizada para la banda sonora del documental “Lucía en la Telaraña” y con la que ya había participado en el Benidorm Fest 2022. Sin embargo, el sector que intentaba defender la actuación eurovisiva de Blanca Paloma no apelaba a su trabajo en sí, sino a conceptos tan difusos como la ‘marca España’ por el mero hecho de inspirarse en un palo flamenco, cuando en realidad esa manida etiqueta patriótica promueve la homogeneización identitaria desvirtuando la pluralidad social, cultural y musical que existe dentro de nuestro país.
Más allá de la idoneidad del planteamiento y de su ejecución sobre las tablas, la interpretación de “Eaea” por Blanca Paloma en un evento que atrae a cientos de millones de espectadores cada año funcionó como reflejo de la pujanza de una corriente que se empeña en recuperar, revisar y revalorizar las tradiciones sonoras de diferentes rincones de España. Una corriente que, en los últimos tiempos, han abanderado mujeres de diversas generaciones.
Asimilando el legado y cogiendo el testigo de nombres como Leilía, Mercedes Peón, Guadi Galego, Rosa Cedrón, Lorena Álvarez, Las Migas, Sílvia Pérez Cruz, Estrella y Soleá Morente, Rocío Márquez, Mujeres con Raíz, Aire Ahizpak, Maria Arnal o Rosalía, se ha desatado una ola femenina (y feminista) que cruza España de norte a sur y de este a oeste. Una ola protagonizada por artistas (en el sentido más amplio del término) que acuden a sus raíces para plasmar en canciones el respeto que sienten por su pasado como medio para entender el presente y como vía que les dirige hacia el futuro.
Todas y cada una de ellas poseen signos distintivos que definen microcosmos particulares desde los que construyen su biografía, su imaginario narrativo y su ideario estilístico. Aunque hay reconocer que comparten entre sí varios puntos: sonoridades modernas, empoderamiento de la mujer, reivindicación de la cultura popular, preservación de la memoria y homenajes a la familia (especialmente, a las abuelas, tomadas como símbolos de vida y enseñanza).
Apoyadas en discursos comprometidos que desprenden la misma carga de energía que de sensibilidad y que las impulsan a encajar la tradición de manera natural en postulados contemporáneos, las mujeres que componen esta lista (dividida en dos capítulos) hacen bueno ese dicho entre literario y filosófico que afirma que tener ambos ojos fijados en el pasado es ceguera, pero mantener uno de los dos abierto hacia ese pasado es sabiduría. Por eso, estas mujeres son capaces de moverse en la vanguardia sin renunciar a sus orígenes.
Y, gracias a esa cualidad, también cuentan con el poder de traspasar fronteras por mucho que se hubiera dicho que la idea de Blanca Paloma en Eurovision 2023 flaqueó porque no se comprendió fuera de los límites ibéricos su vinculación con un género autóctono. Como suele suceder en esta clase de inventarios nominales, son todas las que están pero no están todas las que son… Y que serán, porque esta nueva ola musical femenina va sobrada de fuerza para seguir creciendo y evolucionando.
PRIMERA PARTE. DEL NORTE AL CENTRO
TANXUGUEIRAS
¿Qué hubiera sucedido si Tanxugueiras hubieran ganado el Bernidorm Fest 2022 y hubieran acudido a la gala de Eurovision del año pasado? Nunca se sabrá… De lo que no hay duda es de que, desde aquella fulgurante aparición en el concurso levantino con “Terra”, Aida Tarrío y Sabela y Olaia Maneiro se convirtieron en Galicia (y más allá) en un auténtico fenómeno no solo musical, sino también social. Eso sí, Tanxugueiras ya habían cimentado su carrera a base de conciertos y una (premiada) discografía que se disparó con su tercer álbum, “Diluvio” (Calaverita Records, 2022), confirmación absoluta de un talento que, además, el trío ha ido acoplando a estilos ajenos en varias colaboraciones que ensancharon su alcance.
Tras acumular elogios, un cada vez mayor y entregado público y presencias en festivales por toda España, Tanxugueiras han publicado su último y colorista sencillo, “Aire”, que abrillanta su doble condición de referencia intergeneracional por sus mensajes de autoafirmación y de defensa de los valores gallegos y de espejo en el que pueden mirarse otras artistas que siguen su estela. [Más información en el Instagram de Tanxugueiras]
FILLAS DE CASSANDRA
Precisamente, Fillas de Cassandra es ahora mismo el mejor ejemplo de la influencia (reconocida por ellas mismas) de Tanxugueiras. Sin embargo, María Pérez y Sara Faro han llevado a un terreno más singular esa inspiración externa y los aprendizajes propios: la mitología griega, base espiritual y lírica de “ACRÓPOLE” (Tremendo Audiovisual, 2023), una ópera prima que certificó que el proyecto, nacido de manera espontánea, estaba destinado a poner patas arriba la escena musical galaica.
En ese disco, Fillas de Cassandra parten de los relatos de heroínas legendarias para poner en el sitio que merece la figura de la mujer, atacada históricamente por el patriarcado silenciándola, agrediéndola, cosificándola, arrinconándola o, directamente, olvidándola. A golpe de cantos, panderetas y ritmos que se balancean entre la electrónica y el tecno(pop), el dúo de Vigo ha conquistado Galicia en cuestión de meses, un hecho constatado por los llenos y la agitación y emoción de sus directos, como el que ofrecieron en su ciudad natal en una noche inolvidable. [Más información en el Instagram de Fillas de Cassandra]
LAMONTAGNE & PICOAMPERIO
A medio camino entre Tanxugueiras y Fillas de Cassandra se encuentran LaMontagne & PicoAmperio. En 2019, Laura (cantante, poeta y actriz) y Pedro (dj y productor) iniciaron un proceso revisionista no solo de la literatura gallega -desde la Edad Media (Martín Códax, Airas Nunes) a la época contemporánea (Xela Arias), pasando por el Rexurdimento (Rosalía de Castro)-, sino también portuguesa (Fernando Pessoa), adaptadas a los nuevos tiempos a través de una suerte de tecnofolk que asimila cadencias ambient y se mueve por pulsos hip hop.
Como si fueran trovadores del siglo 21, LaMontagne & PicoAmperio recitan sus características cantigas rompiendo las coordenadas espacio-temporales y los límites de los géneros líricos. Su álbum de debut, “Algo que Sinalar” (autoeditado, 2022), condensa toda esa esencia creativa y demuestra que, para LaMontagne & PicoAmperio, la señales del futuro se hallan en el pasado. [Más información en el Instagram de LaMontaigne & PicoAmperio]
VERDE PRATO
Tras militar en formaciones como Mazmorra y Serpiente, la artista multidisciplinar Ana Arsuaga (también es pintora) se lanzó a la aventura en solitario bautizada como Verde Prato. Su intención era recoger la esencia del folclore y de la tradición oral de Euskadi para actualizarla desde una perspectiva tan cuidada y evocadora como radical. Sirviéndose de bases sintéticas y una voz que usa como herramienta de efectos hipnóticos, Verde Prato se adentra en paisajes brumosos en los que las leyendas contadas a lo largo y ancho del País Vasco adquieren formas renovadas.
Así ocurrió en su estreno, “Kondaira Eder Hura” (Plan B Rec / Lago/Cráter, 2021), un dechado de vanguardia minimalista y experimentación que resultaba sugerente y, por momentos, sorprendente. Esa línea neofolktrónica rupturista se prolongó en su segundo álbum, “Adoretua” (Plan B Rec, 2023). Aunque, más impactante había sido el anterior EP “Euskal Pop Erradikala” (Plan B Rec, 2022), curioso artefacto en el que Verde Prato pasó por su filtro algunos temas del Rock Radical Vasco impregnándolos de una fragancia embriagadora. [Más información en el Instagram de Verde Prato]
IXEYA
IXEYA se han descrito a sí mismas como “dúo acústico folk rural”. Una definición clara y acertada, ya que Elísabet López y Myriam Carbonel empezaron a caminar juntas en 2019 -después de tocar en otros grupos que poco tenían que ver estilísticamente- en Santa Engracia, pueblo del municipio de Tauste, en Zaragoza. Así que IXEYA saben perfectamente de lo que hablan cuando apelan al arraigo al terruño y a la conservación de la historia familiar originada en un entorno rústico. Por eso su propósito se divide en varias derivadas: proteger y promover un modo de vivir y de pensar en peligro de extinción extrayendo su parte artística; visibilizar la España vaciada (y aislada); y contraponer ese espíritu a la devoradora globalización.
Pero Elísabet y Myriam no necesitan gritarlo a los cuatro vientos, sino que les basta con expresarlo mediante un folk-pop vitalista y salpicado de armonías vocales. Su EP “2020” (autoeditado, 2020) se divide según las cuatro estaciones del año, la cuales, como en el campo, marcan el transcurso de su contenido. Hasta la fecha, este es el único trabajo editado por IXEYA, además del tema “Corre (Aragonés)”, cantado en su lengua vernácula. [Más información en el Instagram de IXEYA]
TARTA RELENA
Si Fillas de Cassandra se valieron de los mitos femeninos de la Grecia clásica para trasladar sus moralejas a la situación de las mujeres hoy en día, las barcelonesas Tarta Relena hicieron algo similar recurriendo a Safo de Lesbos, quien dejó para la posteridad en uno de sus versos una poderosa frase con respecto a su condición de poeta femenina: “Alguien, te digo, nos recordará, incluso en otro tiempo”. Ese es el eje central de los textos de Tarta Relena, a los que aplican solemnidad, liturgia gregoriana y misticismo.
De ahí que su segundo disco, “Fiat Lux” (La Castanya, 2021), se observe como un oopart musical casi aparecido por arte de magia en nuestra época. Aunque, en realidad, las composiciones polifónicas de Marta Torrella y Helena Ros son más actuales de lo que aparenta su aspecto de música sacra por sus estructuras sintéticas, la forma en que se entrelazan sus texturas vocales y sus juegos melódicos. Unas veces, Tarta Relena parecen provenir de Oriente; otras, de una dimensión extraterrenal. En cualquier caso, provocan una sensación de éxtasis divino mientras establecen las nociones de lo que se podría considerar retro-vanguardia. [Más información en el Instagram de Tarta Relena]
JÚLIA COLOM
Siguiendo el movimiento del oleaje del mar Mediterráneo llegamos a las islas Baleares. Allí, Júlia Colom aprendió su primera canción a la edad de siete años con la ayuda de su abuelo: “El Cant de la Sibil·la”, un antiguo canto litúrgico de su tierra heredado de generación en generación que acabó marcando sus deseos y sus derroteros artísticos. De hecho, Júlia recorrió Mallorca para investigar las tonades, viejos cantos autóctonos que incorporó a su bagaje musical (todo ese proceso se capturó en el documental “Sempre Dijous”).
De esta manera, Júlia Colom reafirmó su identidad personal y creativa, a la que sumaba otras influencias como el jazz, la canción mediterránea o el bolero. Su primer álbum, “Miramar” (La Castanya, 2023), aglutina piezas inéditas y otras de origen popular que, en conjunto, sirven para perpetuar la transmisión oral de aquellos cantos primigenios con la diferencia de que Júlia no utiliza únicamente elementos básicos como su voz y la guitarra española, sino que también añade ingredientes propios del pop moderno y de la música electrónica en otra muestra de renovación folklórica. [Más información en el Instagram de Júlia Colom]
LA BULALE
La Bulale, el proyecto de la manchega afincada en Salamanca Marta Monreal, también pertenece al círculo del neofloklore, aunque de tipología urbana. Igualmente, su discurso se caracteriza por su feminismo, al que suministra un punto de rebeldía. Y tampoco rechaza la nostalgia y el costumbrismo popular, asuntos que trata con cierto ánimo transgresor. La Bulale desarrolló esta paleta temática a través de varias colaboraciones que, a la vez, le condujeron a coquetear con el hip hop o el trap.
Ya a título individual -aunque acompañada de lana nova en la producción-, en su EP “Imperfecto Onírico” (autoeditado, 2023), La Bulale da una vuelta de tuerca a esos principios al introducirse en una ensoñación donde emergen realidades paralelas frente a la vida física y palpable (“La Simulación”), se habla del amor desde una perspectiva poética muy lorquiana (“La Enamorada y la Muerte” y “Despedida de la Enamorada”) y reformula el doloroso quejío flamenco (“Tanto Arar”). [Más información en el Instagram de La Bulale]