Con “The Office” y “Extras”, Ricky Gervais se hizo un nombre como un cómico capaz de practicar un humor agresivo e imprevisible basado en personajes mezquinos y situaciones incómodas. En aquella época era un tipo de humor prácticamente nuevo, valiente y nada complaciente, que muchas veces podía provocar en el espectador vergüenza ajena por las situaciones altamente embarazosas en las que se veían implicados los personajes. Pero de esto ya hace algún tiempo y parece que, últimamente, Gervais se está dedicando a probar suerte en el cine made in USA… “Increíble Pero Falso” (traducción patillera e inexplicable del título original, “The Invention of Lying”; ¿tanto costaría traducirlo por “La Invención de la Mentira”?) es la segunda película en la que hace de protagonista absoluto y la primera que ha co-escrito y codirigido. Antes ya había protagonizado “¡Me Ha Caído El Muerto!” («Ghost Town«, otra traducción sin lógica y esta vez incluso con signos de exclamación), que resultó ser una comedia demasiado blanda que optaba por potenciar más el sentimentalismo que el humor, pero en la que el carisma de Ricky Gervais era el mismo de siempre. Algo parecido pasa con su nueva película.
“Increíble Pero Falso” se desarrolla en un mundo en el que no existen las mentiras: nadie puede decir nada más que la verdad y ni siquiera existe el concepto de falso y de cierto, hasta que un buen día el personaje de Ricky Gervais, un perdedor en toda regla, descubre la capacidad de mentir. Es una buena idea que pronto se puede agotar pronto y efectivamente sucede así. A media película ya se ha extraído toda la chicha que la idea tenía y es por esto que luego opta por convertirse en una improbable y trillada comedia romántica que incluso finaliza con la tópica escena en la que terminan todas las comedias románticas que se precien: un personaje corriendo hacia un aeropuerto o una iglesia para no perder para siempre a la persona que ama. Servidora no puede evitar pensar que, si se trataba de hacer una comedia romántica improbable, podrían haber emparejado Ricky Gervais con Tina Fey (que hace un pequeño papel como su secretaria y que en la película lo ningunea porque lo considera un perdedor sin remedio) en lugar de Jennifer Garner; porque sin duda Fey tiene mucha más vis cómica que la mujercita de Ben Affleck. Y es que otra de las cosas que tiene esta película es que desfilan brevemente por ella una larga serie de caras conocidas. A algunos esto les puede parecer un estorbo innecesario, pero otros consideramos que es entretenido lo de exclamar “¡Mira, Stephen Merchant y Barry de «EastEnders«!” o bien “¡El tal de «Arrested Development«!” o “¡El cual del «Saturday Night Live«!”
Aún así, la primera parte de “Increíble Pero Falso” es notable y tiene un buen repertorio de momentos divertidos, que no te hacen desternillar de risa pero que sí te estampan una sonrisa en la cara que te dura prácticamente durante todos los 45 primeros minutos. Hay una nada despreciable colección de momentos cómicos provocados por la obligada sinceridad que les hace soltar a los personajes toda clase de inconveniencias y confesiones vergonzosas. Sin duda es una comedia superior a la media actual y la escena en la que Ricky Gervais difunde entre el pueblo el concepto de vida después de la muerte (concepto que se ha inventado) y el del “hombre que está arriba en el cielo” es brillante. Y, por supuesto, siempre nos queda el carisma de Gervais. Algunos podrán acusarle de que siempre hace el mismo papel, de que siempre hace de él mismo… Pero, ¿qué importa si lo hace con una comicidad innata y contagiosa como la suya?
[Núria Casademunt]