En Razzmatazz saben que los tiempos están cambiando… y por eso inauguran su nuevo club de música electrónica: Human.
Partamos de una perugroyada: los tiempos han cambiado. Solo hace falta salir a la calle para darse cuenta. Pero también hay que admitir que los tiempos empezaron a cambiar mucho antes del primer caso de coronavirus. De hecho, antes de la pandemia ya eran muchos los que comentaban lo cansinos que empezaban a resultar los macroeventazos (y festivales y clubs) masivos y lo mucho que ansiaban el regreso hacia propuestas más modestas y aforos más reducidos.
Sigamos con otra perugroyada: el Razz siempre ha sido magistral a la hora de tomarle el pulso a los tiempos. De hecho, Razzmatazz Clubs tal y como lo conocemos ahora nació en un momento en el que estábamos en el espectro contrario de lo actual: cuando salías de fiesta, querías cuantas más salas mejor, cuantos más djs mejor, cuanta más gente mejor, cuanto más espacio mejor. Así que, de forma pionera, el Razz empezó a ofrecer una única entrada que daba acceso a sus cinco espacios.
Y, ahora, por fin llegamos a lo que nos interesan: que los tiempos han cambiado y el Razz les ha tomado el pulso. Así que, a partir del próximo 11 de marzo, Razzmatazz Clubs cambia por completo y se divide en dos clubs diferentes. Por un lado, estarán las entradas para acceder a Fuego y La1 (que conglomerarán las salas 1, 4 –Pop Bar– y 5 –Àtic-), con acceso por la calle Almogàvers 122. Por el otro, los aficionados a la música electrónica podrán hacerse con tickets para Human (que juntará las salas 2 y 3 –Lolita-), con acceso por la calle Pamplona 88.
Lo interesante (y, probablemente lo que más cueste a los pollaviejas reacios al cambio) es que The Loft desaparece para dar paso a Human, un club que, en palabras del Razz, «quiere volver a las raíces de la experiencia compartida en el hábitat natural de la música de baile: el club. La pandemia nos ha recordado lo importante –y necesario– que es poder disfrutar de la música en directo, en detrimento del omnipresente “streaming”. Human es vivir conjuntamente una experiencia, volver a lo humano y a su naturaleza social. Volver a las raíces del club como espacio de encuentro para un público de diferentes generaciones pero con inquietudes compartidas. Un espacio dónde poder disfrutar de la música en las mejores condiciones, fomentando la atención y creando un entorno donde los nuevos hábitos de consumo se encuentren con los antiguos«.
Esto significa que, además del musicón habitual que ya resonaba en este espacio, a partir de ahora también podrá encontrarse en Human todo un discurso transversal con contenidos no musicales, propuestas de artistas visuales e incluso un nuevo espacio de reflexión con charlas y mesas redondas (que, obviamente, no tendrán lugar durante el horario de club). La agencia de arte digital Landscapes se encargará de comisionar instalaciones de artistas internacionales y una nueva galería de arte digital que repartirá las obras por todo el club.
¿Te cuesta hacerte a la idea de en qué consiste este tinglado de Human? Te lo decimos muy clarito: recuperar el club de tamaño medio sintiéndote más humano que nunca y menos parte de una multitud a la que están tangando con propuestas desalmadas. De eso va Human, y lo vas a poder vivir en el Razz a partir del 11 de marzo.
Más información en la web de Razzmatazz Clubs.