¿Pueden los videojuegos ayudarnos a entender cómo funciona nuestro cerebro? El libro «Neurogamer» de Pablo Barrecheguren dice que sí.
«En Estados Unidos se estima que hay 155 millones de personas que juegan al menos tres veces por semana a videojuegos. Una encuesta realizada en 2015 reveló que el 77 % de los hombres y el 57 % de las mujeres en edades comprendidas entre los 18 y los 29 años afirmaban jugar a videojuegos, y las diferencias de género disminuían (52 % hombres, 48 % mujeres) si se tenía en cuenta la población general. En total se estima que el 59 % de la población juega a videojuegos«. Impresionante, ¿verdad?
Estos son algunos de los datos que Pablo Barrecheguren arroja en «Neurogamer«, libro que Paidós acaba de publicar en nuestro país. Y son datos más pertinentes todavía si se tiene en cuenta que la industria de los videojuegos ya es más poderosa que otras industrias culturales tradicionalmente tan beneficiosas como el cine o la música. Es decir: todo el mundo juega a videojuegos y esta industria cada vez ostenta un mayor poder.
Y ahí es donde Barrecheguren empieza a formular las preguntas adecuadas: ¿son los videojuegos tan adictivos como una droga? ¿Es verdad que los gamers son más proclives a la violencia? ¿Jugar con videoconsolas es una buena forma de entrenar el cerebro? ¿Son sanos los videojuegos? El punto de partida de «Neurogamer» lo tiene claro: los videojuegos y la neurociencia comparten algo que tú tienes, y no es otra cosa que tu cerebro. Y es por eso por lo que juntar ambos temas en un mismo manuscrito es tan elocuente como necesario.
Pablo Barrecheguren usa los videojuegos para explicarle al lector conceptos tan complejos como las raíces neuronales de la empatía o las bases neurobiológicas del comportamiento. Y es por eso por lo que «Neurogamer» debería convertirse en una de las novedades literarias imprescindibles de la temporada: porque va siendo hora de dejar de considerar a los videojuegos como el enemigo y empezar a comprender cómo pueden ayudarnos en la vida.
Más información en la web de Paidós.