¿Quieres convertirte en el dj estrella de todas las home parties y los terraceos? Vas a necesitar una controladora como la Pioneer DDJ-400.
Ya basta de lamentarse. Los tiempos que nos han tocado vivir son estos, con una pandemia por medio. Y resulta que tenemos dos opciones: dejarnos llevar por el miedo paralizante o intentar que el coronavirus nos paralice lo menos posible y seguir viviendo dentro de las posibilidades. También hay quien vive el 50% del tiempo aterrorizado y el otro 50% intentando vivir la vida. Bueno, supongo que todos vivimos un poco así. Pero este artículo está enfocado a ese 50% del tiempo en el que nos olvidamos de la pandemia.
Porque, a ver, si tu opción vital es quedarte en casa encerrado, solo tengo una palabra que decir: respect! Es una opción sensata, la verdad. Cada uno que haga lo que le permita vivir más tranquilo con la que está cayendo. Pero muchos somos los que, respetando siempre las normas básicas de salud (y salubridad), seguimos queriendo un mínimo de cancaneo social. Es decir: con seis o diez o las personas que en ese momento permita el gobierno. Y siempre dentro de la misma burbuja de colegas. Y siguiendo las recomendaciones de higiene. Y tal. Pero cancaneando como si no hubiera un mañana.
Durante el verano, el cancaneo refinado se especializó en lo que dimos en llamar «terrazeo». ¿Que ya existía antes del coronavirus? Pues sí. ¿Pero que durante este estío de 2020 fue la opción perfecta para ver amanecer con tus colegas mientras te pegabas unos bailes? Pues también. Y, a medida que ha ido entrando el invierno y se han recrudecido las medidas de seguridad, hemos ido haciendo como dice el meme de Bear Grylls: improvise, adapt, overcome. Nos hemos lanzado a las home parties de media tarde entre seis personas pero con el musicón a toda pastilla.
Porque esa es otra, y siguiendo con las frases célebres: please don’t stop the music! En estos tiempos de distanciamiento social, lo que nos ha unido ha sido precisamente la música. Quedar para ver (y danzar) el concierto de Dua Lipa o el Róisín Murphy. Quedar para poner nuestras canciones favoritas y pegar unos brincos con los que liberar toda la adrenalina acumulada. Quedar para tomarse unas copas y contonearse al ritmo de todos esos temazos que ha alumbrado el 2020 y que todavía no hemos podido bailar en un club tal y como merecen.
La música sigue siendo el cemento de las relaciones sociales en esta época de home parties y terraceo. Y yo, que hacía siglos que había dejado de pinchar (sí, también fui dj cuando todo el mundo era dj porque, obvio, si no eras dj no eras nadie), he vuelto a pillar la controladora no solo para mezclar yo solito en casa y darme unos homenajes en forma de bailoteo, sino también para llevarla a casas y terrazas ajenas. Y que sea lo que Dios quiera.
Ese es el cometido de este artículo: deciros que he vuelto a pinchar gracias a mi nueva Pioneer DDJ-400… y explicaros por qué es el mixer pluscuamperfecto para los tiempos que corren. Bueno, y para los que vendrán. Porque una vez le has pillado el gusto a las fiestas en petit comité, ¿alguien duda que vamos a seguir con ellas una vez nos dejen volver a los clubs?
¿Cómo es la Pioneer DDJ-400?
Pero no nos desviemos del tema. Y empecemos por el principio, que no es otra cosa que las propias especificaciones técnicas de la DDJ-400. Antes, sin embargo, una advertencia: yo no soy un dj experimentado. Más bien lo contrario. Soy lo que viene llamándose un «dj patata» que necesita una máquina facilita para poder brillar con las mezclas. Y doy fe que esta Pioneer tiene diferentes niveles de uso: seguramente, un dj profesional es capaz de exprimirla a base de bien, pero que también te pone las cosas bien sencillas cuando eres un «dj patata».
Al fin y al cabo, no tiene más misterio que cualquier otra controladora: tú tienes un ordenador con toda tu música, conectas la tabla al laptop y al equipo de sonido y, tras instalar el software rekordbox que viene con el propio aparato,… ¡zas! Ya puedes empezar a pinchar como si estuvieras en un club. De hecho, el diseño de la tabla imita la icónica configuración NSX2 de Pioneer, que es un básico de todo club que se precie. Y eso te da la sensación de ser un dj profesional por mucho que sigas pinchando como un tubérculo.
Con la Pioneer DDJ-400 mezclarás en dos canales e incluso podrás hacer pre-escucha. Podrás mezclar usando los dos platos laterales, que te darán un control total sobre tus pistas. Podrás gozar de una calidad de sonido óptima gracias a su tarjeta de sonido de 24 bits a 44.1 khz. Podrás ponerla donde te dé la gana gracia a su tamaño manejable (¡tan solo 482 x 585 mm!). Podrás llevártela a la casa o terraza que te plazca sin preocuparte de su peso (¡solo pesa 2,1 kg!). Y también podrás hacer virguerías técnicas… pero eso lo dejamos para el siguiente apartado de este artículo.
¿Y qué puedes hacer con ella?
Ya lo he dicho más arriba: nunca fui un dj notable. Lo mío era pura pose y tirar de cositas como el «sync» de la controladora (que, por si no lo sabes, sincroniza las canciones de forma perfecta para que las mezcles sin tener que mover ni un dedo). Es por eso por lo que, en el momento en el que me hice con la nueva Pioneer DDJ-400, lie a un colega dj para que me explicara un poco los conceptos básicos con los que manejar mi nueva máquina.
Y no os voy a engañar: bastó una tarde en compañía de un pro para darme cuenta de las posibilidades infinitas de esta controladora. Me enseñó a realizar mezclas armónicas usando la Rueda de Camelot (en serio, googleadlo y os cambiará la vida), a usar los filtros (específicamente el LPF -Low Pass Filter- y el HPF -High Pass Filter-, que son los que siempre se usan para facilitar la mezcla entre tema y tema), a afinar el pitch con el best sync (sí, la evolución del «sync» que mencionaba más arriba), a mezclar siempre partiendo de los graves, a hacer loops de diferentes longitudes, a usar de forma inteligente los hot cues…
¿Todo esto te suena a chino y, de hecho, no te importa un pepino? No pasa nada. Solo lo he sacado a colación para que sepas que, de hecho, puedes lanzarte a usar la Pioneer DDJ-400 sin tener ni idea, porque la vas a disfrutar igual y te vas a convertir en la reina absolutamente de todas las home parties y los terraceos… Pero que, si de repente te das cuenta de que la experiencia te mola y quieres llevarla un pasito más allá, basta que le pongas un poco de ahínco para que exprimas todo el jugo que una máquina como esta ofrece. Tú decides hasta dónde vas a llevar a la experiencia: ¿dj patata… o dj pro? [Más información en la web de Pioneer]