Es casi imperdonable que en esta web no hubiéramos hablado de Dolfie todavía. Un error que en adelante queremos subsanar dando buena cuenta de sus novedades y haciéndolas llegar a nuestros lectores por activa y por pasiva (preparaos: empieza la era Dolfie en FPM) porque, y no es ninguna exageración ni ningún coloque de helio que nos haga magnificar las cosas como si estuviéramos en la casa de «Jersey Shore«, es sin lugar a dudas una de las marcas de calzado más excitantes del momento. ¿Y sabéis qué es lo mejor? Que es Made in Spain, tatuado en su piel, ella es made in Spain: la mejor garantía. Así que sí, el flechazo es real, y como diría Kylie: fue love at firsth sight.
La primera vez que vi unas Dolfie en vivo y en directo fue en los pies de una buena amiga de esta web cuyo estilo admiramos mucho y cuyo criterio, como poco, va a misa. De entrada sus zapatos ya obtuvieron el FPM “first quality seal”, pero un segundo vistazo me hizo darme cuenta de que, aunque los hubiera llevado Paz Padilla eran, básicamente, la bomba: de piel marrón, poco curtida, con gran plataforma y un acabado súper llamativo y en apariencia híper cómodos. Su dueña lo confirmó al rato: «zapatos de la vida los considero». Dolfie se llamaban.
Sus creadores son Adolfo Lendoyro y Bárbara de Assis, dos estudiantes de moda de la Universidad IADE de Madrid que compartían una clara afinidad por la moda y las artes que les llevó a querer montar su propio proyecto después de vivir y trabajar en Londres. ¿Por qué tener que visitar la capital de las lluvias para hacerse con unos zapatos chulos cuando podían diseñarse en casa? Es lo que debieron pensar, así que se pusieron manos a la obra para dar forma a una marca de calzado que representara su idea de las tendencias: que son algo importante pero circunstancial, que vienen marcadas por el estilo, que a su vez debe de ser imperecedero y que nunca tienen que ser una excusa para que no puedas exigir un mínimo de calidad. El diseño de estos zapatos nace de la experimentación y la curiosidad de estos diseñadores, de su afán por casar diferentes estilos, de alejarse de imperativos y de proporcionar un producto original que no tiene por qué gustar a todo el mundo, pero que sí puedan llevar esas personas que desde su estilo quieren marcar la diferencia.
El diseño de las Dolfie es llamativo, confortable, divertido y atrevido: no le tienen miedo a las alturas, ni a sacarle a la piel el máximo partido, ni a jugar con las texturas y los colores. Si no te gusta llamar la atención, quizá no sean tus zapatos. Pero si aprecias lo diferente, el trabajo bien hecho y, sobre todo, el alejarse de la norma y de los catálogos, bien, prueba y no creo que encuentres nada mejor. Porque, además, están hechos en Europa con pieles de calidad y una atención increíble por el detalle y la calidad del producto final. Ellos mismos lo dicen: “Sólo hacemos cosas que nos gustaría llevar”. Y ese debería de ser el sello de calidad inefable de todas las cosas.
[Estela Cebrián]