UP
Vamos a iniciar una campaña en Actuable para que Madonna cambie el nombre de su próximo disco «M.D.N.A.» por «MDMA«, que seguro que le hace más justicia. Uníos.
Pasamos bastante de las listas machistoides y femininoides que escogen a no sé quién como el más sexy y tal; pero que en particular hayan escogido a ese pibón con patas (y… carretas) que es Sofia Vergara como la número 1, pues nos mola. Porque está bien buena, porque nos cae súper bien, y porque cualquier excusa es buena para disfrutar de ese cuerpo que Dios le ha dado. ¡Ay, Omá qué rica!
Kathleen Robertson en «Boss»… de teenager tocapelotas en «Beverly Hills 90210» a PR dominatrix en las elecciones de Chicago. FANES.
Salvador Raya, que desde hace meses es lo más en la red y ya toca picos de popularidad: sus clases para ligar, sus noticieros improvisados, la perdiz Currito y su candidatura a Eurovisión. Esta semana nos advierte sobre el frío siberiano.
Breadedcats, la nueva página procrastinadora en la que la gente le pone rebanadas de pan a sus gatos y comparten las fotos. Nada más y nada menos que decir.
Nos la pela que toque cargárnosla: Lana Del Rey rules! Si no, miradla en la portada del Vogue británico y cagaros por la patita (de llama) p´abajo.
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DOWN
Nosotros. Porque nos hemos enganchado AHORA a «Jersey Shore». La temporada en Florencia es, sencillamente, lo más beyond: “La estatua del David es muy sexy… Podría tirármela”. Reverencias, reverencias.
Que en GH hayan copiado al Sónar con lo de meter a un concursante a través de una puja en eBay… lame! ¡Lo de Ancares Dj fue mucho más divertido!
Según su hija Frances Cobain, a Courtney se le mueren los perros y los gatos en casa y van tan peda que ni se entera… Poor Courtney!
Blake Lively… Su nombre nos da ya como sopor. ¿No os pasa?
El mundo se muerde las uñas: el especial «60 Minutos» que protagoniza Anna Wintour como “remarkable woman” coincide con la actuación de MDMA con M.I.A. y Nicki Minaj en la Super Bowl…¡¡Nooooo!!
Que la nieve en Barcelona no cuajó. Nuestro odioso clima mediterráneo, como siempre, jugando con las ilusiones de la gente.