Hace unos días, aprovechábamos la salida del nuevo disco de The Big Pink (el fallido “Future This”; 4AD / Pop Stock!, 2012) para recordar que, a veces, resulta más eficaz no variar el sistema si este funciona adecuadamente y retocar sólo lo necesario. Literalmente. Poco después, Cloud Nothings demostraron con “Attack On Memory” (Carpark, 2012) que la teoría era válida pero que se podía matizar (y hasta cierto punto, revertir) a base de tesón, talento y, por qué negarlo, con oportuna ayuda externa. En resumen: hay que estar muy seguro de querer descubrir qué significa la palabra riesgo aunque se caiga en el intento. Nada Surf conocen de primera mano los peligros de meterse en esos jaleos por amor al arte y prefieren no cambiar su estrategia, que no es otra que continuar exprimiendo su asimilada y aprendida fórmula. Suena a actitud acomodaticia y conformista, pero así Matthew Caws (voz y guitarra), el español Daniel Lorca (bajo) e Ira Elliot (batería) lograron mantener su estatus de respetable banda de power-pop escrito con mayúsculas y, de paso, asegurar que sus seguidores no se llevaran ninguna desagradable sorpresa en cada uno de sus lanzamientos: siete en total, durante veinte años.
Nada Surf fueron conscientes de que dicha receta funcionaría cuando “Popular”, el corte más destacable de su estreno, “High / Low” (Elektra, 1996), se convirtió en uno de los himnos alternativos del caluroso verano de 1996. El problema era que de ese álbum había poco más que rascar. Este defecto pasó a configurar todo un plan de acción a largo plazo: elaborar dos o tres temas con pegada, intercalarlos entre los correspondientes tramos reflexivos formados por medios tiempos baladísticos / lacrimógenos (todo ello confeccionado con apariencia de single) y añadirle un relleno compacto pero sin sustancia. Así fueron construyendo algunos de sus posteriores LPs: “Let Go” (Barsuk, 2002), que contaba con “Inside Of Love” o “Hi-Speed Soul”; “The Weight Is A Gift” (Barsuk, 2005), con “Concrete Bed” o “Always Love”; y “Lucky” (Barsuk 2008), con “I Like What You Say” o “Weightless”. En este trayecto, la comparación con sus compañeros de estilo y generación, Weezer, fue muy recurrente e inevitable, aunque en ella Nada Surf siempre se quedaron varios peldaños por debajo; y su líder, Matthew Caws, a pesar de su eficacia, nunca llegó a igualar el carisma ni la versatilidad de su homólogo Rivers Cuomo. Sólo en la referencia más reciente de los neoyorquinos, el disco de versiones “If I Had A Hi-Fi” (Mardev, 2010), el trío alteró levemente su cara y demostró que podía adaptarse, con mayor o menor acierto, a composiciones ajenas a través de métodos adyacentes.
Pero este último ejemplo resultó ser un espejismo, ya que “The Stars Are Indifferent To Astronomy” (City Slang, 2012), reincide en los modos y comportamientos típicos de Nada Surf. Basta con echar un ojo a cómo plantearon sus anteriores discos para intuir por dónde y cómo se moverá su séptima obra: arranque arrollador (“Clear Eye Clouded Mind” y “Waiting For Something”), reforzado por guitarras elevadas a la máxima potencia pop, líneas de bajo perfectamente sincronizadas y limpios golpes de batería, y obligatoria parada introspectiva (la épica, de lírica manida, “When I Was Young”); luego, el acelerador se va apretando progresivamente en “Jules And Jim” y “Teenage Dreams” hasta alcanzar su tope en “Looking Through” para, a renglón seguido, rebajar de nuevo la excitación pseudo-adolescente con “Let The Fight Do The Fighting” (vientos nocturnos ochenteros incluidos). Y, adivinen… ¿Cómo será el final? Exacto, similar al inicio, cerrándose el círculo del patrón establecido por Nada Surf para ellos mismos hace dos décadas y ejecutado con rigor álbum tras álbum. Las estrellas son indiferentes a la astronomía; el trío neoyorquino, indiferente a las revoluciones sonoras y al paso del tiempo.
Nada Surf – Waiting For Something by cityslang