Esta semana parece que la cartelera se empeña en alejarnos de las salas: la conjunción absurda de una inexpresiva Nicole Kidman y un patillero Nicolas Cage en «Bajo Amenaza«, Glenn Close con cara de travesti mongolo en «Albert Nobbs«, una nueva entrega de «Underworld: El Despertar» (como si no nos hubiéramos cansado de la franquicia a la media hora de la primera parte), Vincent Cassel haciendo de monje en «El Monje«… Por suerte, hay dos estrenos que fulminan de un plumazo los esfuerzos chunguérrimos de los mencionados y deberían acercar a todo el mundo a las taquillas de sus cines más cercanos. El primero e indudable es «J. Edgar«, que no sólo apetece por el cada vez más grande Leonardo di Caprio, sino también por esa promesa de arrojar luz sobre las sombras (¿sexuales?) de la vida de una figura tan controvertida como el fundador del FBI y mano en la sombra de muchos de los acontecimientos políticos más controvertidos de la historia de EEUU.
El segundo estreno destacado es de aquellos que tendrían que venir con una pegatina de advertencia que pusiera «alto peligro emocional». Y es que si las «Arrugas» de Ignacio Ferreras contiene la mitad del voltaje del cómic original de Paco Roca, habrá que dar por supuesto que esta historia de vejez, recuerdos y Alzheimer puede dejarte tocado durante una buena temporada.
[Raül De Tena]