Algo habían dejado caer desde Primavera Sound 2012: los organizadores decían que en breve anunciaran el nombre de uno de los grupos que no sólo les hacía más ilusión, sino que más tiempo de negociación les había llevado. Y, finalmente, el pasado viernes cayó la bomba y resultó que era una bomba goticosa: The Cure era ese as que tenían guardado bajo la manga y que se morían de ganas de desvelar. De hecho, el anuncia fue bastante halagüeño: la banda de Robert Smith será el protagonista de un concierto de más de dos horas en el que prometen repasar todos los discos de su carrera. Y esto, en el año en el que «Wish» (Elektra, 1992) cumple veinte años, pueden ser buenas o malas noticias… Buenas porque no hay duda de que la discografía de The Cure está trufadísima de clasicazos de un nivel que pocas bandas han conseguido en la historia reciente. Pero, a la vez, malas noticias para todos aquellos que ya hayan disfrutado en alguna ocasión (en sus anteriores giras o en aquel FIB de hace ya tanto tiempo) de la capacidad de Robert Smith de estirar y estirar conciertos con material de derribo en el centro. Vamos, que dependiendo del setlist, los conciertos «largos» de esta banda pueden llegar a ser bastante peñazo. Sea como sea, pensaremos en positivo: ver a The Cure en el Primavera sólo pueden ser buenas noticias para el cartel más oscuro de los historia del festival.