Hay historias que, por mucho que te las cuenten, no parecen reales. Retrocedemos 26 años para poder explicar esta: Madrid en plena movida de los 80, un grupo de amigos editan una maqueta con seis canciones bajo el nombre de Ataque de Caspa, dan unos pocos conciertos y lo dejan porque llegan a la conclusión de que aquello de la música no era lo suyo. Unos muchos cuantos años después, esa maqueta llega a oídos de Antonna (Los Punsetes) que queda alucinado con esos seis temas, decide re-editarla con Gramaciones Grabofónicas en un (precioso) vinilo incluyendo además versiones de Triángulo de Amor Bizarro, Linda Miranda, Prisma En Llamas, Klaus & Kinski, Gran Aparato Eléctrico y los propios Punsetes.
A partir de ahí, empieza la locura: desde afirmaciones del palo «el mejor disco del año» a una reunión totalmente inesperada del grupo para volver a tocar en directo. Y esa sorpresa acabó sucediendo el pasado viernes 15 de noviembre de 2011. Con un Sirocco totalmente a reventar y con las entradas más que agotadas desde hacía días, todo un brutal éxito de Gramaciones Grabofónicas y La Fonoteca, padrinos de este revival.
Toda esta historia tuvo que estar pasando por la cabeza de los miembros de Ataque de Caspa durante todo el concierto. Ya todos en los cuarenta, con profesiones más que respetables y vidas estables, se vieron volviendo a los escenarios con dos canciones nuevas («ya era hora«, gritaron algunos) e incluso teniendo que salir a por un bis en el que repitieron «La Pesca«. Y es que el oído de Antonna tenía razón, y canciones como «Nigeria» o «Viaje a Egipto» no pierden ni una pizca de frescura, y acaban dejando en evidencia la creatividad de muchos de los grupos actuales.
Antes, como invitados de lujo, estuvieron Lagos de Hinault y Prisma en Llamas. Los primeros estrenando las canciones de sus inminente nuevo disco, con unas melodías demasiado dulces en principio que acaban por volverse punzantes y cínicas en cuanto prestas atención a la letra, y los segundos reafirmando que son una de las apuestas madrileñas más interesantes, con un pop tan destartalado como brillante. Muy recomendados.
Seguramente asistiésemos al primer y único concierto de reunión del grupo. Puede que quede en una anécdota para nietos pero, sin duda, rescatar esas seis canciones en directo para todos los que estuvimos allí fue un más que feliz final para una historia que probablemente mereció mucho más.
[Alejandro Masferrer] [FOTOS: Josefina Andrés]