Desde comienzos de 2010 el agua se convirtió en protagonista especial de algunos de los mejores discos de pop electrónico del planeta alternativo: la primera gran referencia anclada en el fundamento acuático fue el “Swim” (Merge, 2010) de Caribou; la última, el reciente “Wander / Wonder” (Tri Angle, 2011), de Balam Acab; y. entre medias, el “Cerulean” (Anticon, 2010) de Baths certificó que la construcción de paisajes sonoros líquidos resultaba ser la opción más atractiva a la hora de dotar de vida y alma a las composiciones artificiales. Sin embargo, la manipulación musical del fluido transparente no sirvió sólo para trasladar al oyente sus propiedades físicas en forma de suaves y sugerentes estructuras, sino también para conectar su significado natural con los conceptos de paz y equilibrio. En esta segunda vertiente del estilo se podría situar el último trabajo de los norteamericanos Future Islands, “On The Water” (Thrill Jockey, 2011), empezando por su elocuente título y continuando por los trazos sobre amplios charcos de synth-pop neo-romántico y new-wave / post-punk que el trío dibuja para reflejar las consecuencias de una ruptura amorosa: el inicial desengaño, los infinitos sentimientos de pérdida circundantes y la posibilidad (falsa o verdadera, real o imaginaria) de retomar la relación para cerrar las heridas.
Las oscuras y lánguidas bases acuosas sobre las que se asienta el tercer LP de los de Baltimore contrastan con la luminosidad y los espacios abiertos que se advertían en su anterior “In Evening Air” (Thrill Jockey, 2010), en el que el grupo utilizaba la analogía relacionada con el aire, otro de los cuatro elementos clásicos griegos, con el objetivo de definir su electro-pop vivaz, animoso e incluso bailable. En el caso de “On The Water” no se abandonan los postulados de la synth-wave ochentera, pero se produce un salto a su lado más reflexivo, profundo y, por momentos, depauperado, en consonancia con los retratos del desamor teñidos en blanco y negro por OMD o Ultravox. Con todo, existe otra especial influencia en la preparación y el desarrollo de este álbum: la propia ciudad de Baltimore, cuna de Future Islands y también la de Beach House y Wye Oak. A propósito del último disco de los segundos, “Civilian” (Merge, 2011), ya habíamos dejado claro que en esa parte de Norteamérica debía de vivirse una atmósfera magnética dados los brillantes ejemplos de pop celestial que germinaban allí. De hecho, y no resulta casual, la misma Jenn Wasner (cantante de Wye Oak) añade parte de su hipnotismo femenino a uno de los cortes más destacados del largo: “The Great Fire”, gema apoyada en esqueléticos sintetizadores que se vale del fuego (tercero de los elementos clásicos) para describir el poder sobrenatural del amor.
Esa pátina entre esotérica y épica recubre a “On The Water” en cuanto la canción que le da nombre, “On The Water”, surge de la nada, navega lentamente y desemboca en un océano de teclados incendiarios. Aunque el factor diferenciador y más significativo del conjunto, y por extensión, de Future Islands, es la peculiar voz de barítono de Samuel T. Herring, un crooner como venido de otra dimensión que recuerda poderosamente a otro contador de historias intensas y arrebatadoras, Stuart A. Staples, líder de Tindersticks: en “Where I Found You” y, sobre todo, “Give Us The Wind”, el aporte vocal de Herring permite que sus letras dolorosas se vuelvan más trascendentes y rompan sus límites mundanos (la tierra, el cuarto elemento que les queda por explorar a Future Islands). Por otro lado, hay espacio igualmente para, sin abandonar la sensación de lamento permanente, introducir tramos de rítmica vivaz deudora de los mejores New Order, aquellos que moldeaban y mezclaban con maestría líneas de bajo (“Before The Bridge”), melodías melancólicas (“Close To None”) y nostalgia sin fecha de caducidad (“Balance”). Estos tres ingredientes, distribuidos de manera diferente pero en idénticas cantidades, conforman la fase final del LP, que se mueve entre las notas etéreas de “Tybee Island” y el homenaje a los The Cure de “Disintegration” (Elektra, 1989) que se realiza en “Grease”.
La outro “(Untitled)” nos recuerda que este disco funciona como una travesía sobre un río de vasto caudal (unas veces calmo, otras turbulento) que termina en la cascada de emociones y sensaciones que aparece cuando el amor se resquebraja, se desvanece, se acaba… Momento en el que cada ser humano tiene que acudir a su interior para recuperar su propio orden. Si nuestro cuerpo está formado en un 70% por agua, ese será el componente que habrá que estabilizar para encontrar la tranquilidad y la armonía necesarias. “On The Water” contiene la fórmula mágica para conseguirlo.
Future Islands – Give Us the Wind from Thrill Jockey Records on Vimeo.