¿Cómo tiene que ser una marca en pleno siglo 21? Te lo decimos nosotros: avanzada, sostenible y genderless… Y así es precisamente Becomely.
En determinadas épocas históricas, a la moda solo se le pide sublimar la estética y empujar las tendencias hacia adelante. Hay otras épocas, sin embargo, en las que hay que pedirle más. Mucho más. Pongamos, por ejemplo, aquellos momentos concretos en los que la moda se convirtió en una herramienta instrumental básica a la hora de luchar por los derechos de la mujer o de la comunidad LGBITQ+.
Sea como sea, ninguno de aquellos momentos fue tan crucial como el presente. Porque, a día de hoy, un diseñador no puede ni debe hacer su trabajo de espaldas a todo lo que está pasando en el mundo. Ya no basta con ser avanzado a nivel artístico y estético, sino que el presente de la moda pasa por dos preocupaciones constantes que no pueden ignorarse bajo ningún concepto: la eco-consciencia (con la que se intenta mitigar el devastador peso que tiene la moda dentro de la destrucción del ecosistema de nuestro planeta) y la inclusividad (que pasa por derrocar los cánones estéticos tradicionales, ya sea a nivel de cuerpo o de género).
De esta forma, existen marcas que se han especializado en darle caña a uno de estos aspectos, otras a otros… Y unas pocas están mostrando una capacidad realmente elocuente de articular un discurso que incluya todo lo que debe ser una marca en el siglo 21: avanzada, eco-consciente e inclusiva. Marcas como Becomely, por ejemplo, creada por Quique Vidal en 2013 cuando el diseñador contaba con tan solo 17 años. ¿Sorprendida por esta precocidad?
¡Para nada! Piensa que esta es la edad en la que creemos con mayor ahínco en la posibilidad de la revolución. Y esa creencia es la que Vidal lleva casi una década volcando en Becomely, una firma que ya ha desfilado dos veces en el EGO y trabaja bien duro para que el cambio no sea una teoría, sino una práctica. Empezando por la sostenibilidad de sus diseños, pensados para causar el impacto mínimo en el medio ambiente gracias al uso de materiales como el PLA, un polímero vegetal 100% biodegradable.
Y pasando también por una trabajo visionario en el trenzado de artesanía con la tecnología (ahí están sus trabajos con la impresión 3D) a partir del que abordan siluetas que trascienden el concepto de género. Genderless, agender o como quieras llamarlo, porque la propuesta de Becomely se deshace de cualquier tipo de corsé que quieras imponerle para volar libre a la hora de poner el acento en la primera de las tres revoluciones mencionadas: lo avanzado estéticamente.
Los diseños de Quique Vidal pueden ser minimalistas en las líneas mientras apuestas por la exuberancia o la tecnificación de los materiales. Puede conjugar figuras planas con volúmenes que aniquilan ciertas partes del cuerpo para priorizar otras… De nuevo, un continuo trenzado de conceptos que, a priori, pueden parecer antitéticos. Porque para conjugar en presente pluscuamperfecto todos los conceptos necesarios para la moda del siglo 21, hay que ser un especialista en malabares. Y Becomely lo es. [Más información en la web de Becomely]