«El Bando Bueno» es un disco anti-político y necesario que nos obliga a proclamar a los cuatro vientos que somos del bando de Sr. Chinarro… ¡manque pierda!
“A veces uno sabe de qué lado estar simplemente viendo quiénes están del otro lado” (Leonard Cohen)
En esta vida hay que posicionarse. Sobre la extensa y prolífica trayectoria de Sr. Chinarro, aún existe el debate en torno a con qué versión quedarse: con la de su etapa inicial, más sobria y críptica; o con la que emergió a partir de “El Fuego Amigo” (El Ejército Rojo, 2005) y, con mayor rotundidad, tras “El Mundo Según” (Mushroom Pillow, 2006), en la que su discurso se aclaró y su sonido se acercó a lo que se denominó en aquella época alegato meridional. Por extensión, también hay que saber en qué lado de la barricada colocarse cuando se tocan cuestiones fundamentales como la política, la sociedad, la economía o la cultura, temas que el Antonio Luque no solo músico, sino también ciudadano, aborda con sensatez e ironía en entrevistas y redes sociales.
De manera natural y desde hace mucho tiempo, el sevillano viene volcando esas opiniones a sus canciones, aunque los últimos años con mayor acidez si cabe. Por eso “Una Famiglia Reale” fue el adelanto de su nuevo disco, “El Bando Bueno” (Mushroom Pillow, 2020), más analizado y comentado por un título de diferentes connotaciones que admite varias interpretaciones y una letra en la que aparece una Leticia (con c, no con z, como aseguró por activa y por pasiva el propio Luque) ¿periodista y princesa? que sirve la correspondiente ración de esas fake news que se introducen en nuestras vidas.
Hasta tal punto llega esa invasión de mentiras, que a veces todo lo que nos rodea parece un meme. Como la portada del álbum, con Luque en plan caballero con la mano en el pecho al que solo le falta hacerse pasar por El Greco escuchando a través de unos auriculares, pongamos, la rumbera “Sábanas Santas” (corte que conecta directamente con los Sr. Chinarro más aflamencados) mientras deambula diciendo lo de puta madre que ha quedado “El Bando Bueno” al estilo del Velázquez de la serie “El Ministerio del Tiempo”, que observa “Las Meninas” con “Velasque, yo soi guapa?” de fondo. Un meme dentro de otro meme.
“El Bando Bueno” es un trabajo anti-político, en el sentido menos estricto y más amplio del término, que huye de la canción protesta convencional sin dejar de contar las verdades del barquero (del Guadalquivir) acerca del amor y el sexo (y viceversa), la profesión musical o el ecologismo, asunto que recoge “Planeta B” (con el planetero -nunca mejor dicho- J a los coros) mediante su mensaje crudo y necesario, por muy manido que resulte. A la vez, Antonio Luque también es capaz de darle la vuelta a un concepto tan delicado como el que cita en “Depresión” hasta sonar incluso optimista.
Sin embargo, en este LP no van a hallar optimismo gratuito, sino simplemente realismo, con Luque transmutado en un Ulises que se enfrenta a los manipuladores cíclopes del presente patrio armado con dardos convertidos en palabras y nos obliga a preguntarnos si nos sentimos -parafraseando a Umberto Eco– apocalípticos o integrados; y si somos conscientes de lo que nos llega al cerebro cuando vemos cualquier tipo de pantalla, grande o pequeña (aquí surge un curioso hilo de bético a bético que conduce a este artículo de La Marea firmado por Manuel Ligero, válido para contextualizar parte del trasfondo del álbum).
Y cuando el sevillano se quita el disfraz de héroe homérico se pone el del signo Libra, aunque afirme que es Escorpio, para equilibrar la balanza sonora de “El Bando Bueno” entre la luz y las sombras, entre los sintetizadores (bien palpables a lo largo del disco) y el contrapunto vocal femenino de Sandra Rubio en “Telaraña”, entre el post-punk ochentero a lo The Cure de “Aplauso” y el impecable pop nuevaloero de “La Odisea”.
Recuperemos otro meme: aquella imagen de un murciélago en una sopa que un chino supuestamente se comió provocando el lío morrocotudo que estamos viviendo. Antonio Luque lo vio venir levemente en “El Bando Bueno”, así que no sería extraño que toda esta nueva normalidad que ya ha comenzado sirva de inspiración para el siguiente trabajo de Sr. Chinarro, el cual quizá llegue antes de lo esperado dada la incontinencia creativa del sevillano. ¿O será cosa de la ultra-productividad que nos impulsa a generar contenido en un flujo casi infinito? Sea como sea, repetiremos lo que dijimos hace unas semanas cuando vio la luz “Sábanas Santas”: siempre estaremos en el bando de Sr. Chinarro, el bando bueno, manque pierda. [Más información en la web de Sr. Chinarro // Escucha «El Bando Bueno» en Apple Music y en Spotify]