Tiene que ser broma. Y lo decimos casi casi convencidos: «Work» tiene que ser una broma básicamente porque lo de The 2 Bears es una broma como una casa. El proyecto paralelo de Joe Goddard (Hot Chip) con su colega Raf Rundell huele a coña desde su nombre (¿o es que desde el lado gayer no se le ha tachado siempre a Goddard de ser un osazo como Dios manda?), pero es cuando abordas sus temas cuando te das cuenta de que estos dos no se toman nada en serio. Lo último, en este «Work» que nos ocupa, es coger el electro-chonismo de finales de los 90 (fuente de la que beben poderosamente The 2 Bears) y plantarle una letra que causaría vergüenza ajena si no supiéramos que lo que están haciendo Goddard y Rundell es chotearse del rollo jipi-buenrollista de finales de aquella época, cuando el éxtasis provocaba amplias olas de empatía entre la parroquia tecno. Dicho lo dicho: fans.