Vamos a decirlo alto y claro: «Future Nostalgia» de Dua Lipa es lo mejor que nos podía pasar a los fans de las divas. Y punto. Ya estaríamos.
Partamos del hecho incontestable de que esta crítica de «Future Nostalgia» (Warner, 2020) podría prescindir completamente de todo el texto y limitarse a la siguiente imagen…
Pero, venga, no voy a quedarme en la broma facilona (por muy gráfica y on point que sea) y voy a intentar explicar un poco por qué este disco de Dua Lipa es lo mejor que podría pasarnos a los fans del pop de divas en pleno año 2020. Empezando, claro está, por lo inevitable: sopesar la valía definitiva de este segundo álbum a la hora de terminar de enfocar el imaginario de la artista y asentar unos cimientos magistralmente sólidos sobre los que construir una carrera de larga duración.
Y eso empieza, obviamente, por la necesidad de encontrar su propio personaje y su propio nicho dentro del Olimpo de las Divas habidas y por haber. Con Madonna asentada como la reina que hace lo que le sale del coño, con Britney como eterna Princesa (ahora, Princesa del Comunismo Encendido), con Kylie como Monarca MILF y con Lady Gaga como auto-proclamada Profeta del Art-Pop, ¿qué espacio puede ocupar Dua Lipa aquí y ahora? Difícil lo tiene, por ejemplo, sin tenemos en cuenta que Ariana Grande llegó un poco antes y que, a día de hoy, defiende con uñas de gel su posición como la gata urbana que todas las niñas quieren ser.
La posición que Lipa quiere (y puede) ocupar en este panteón divino quedó perfectamente definida en su primer hit «New Rules«. Aquella canción se convirtió en un himno de un empoderamiento femenino post-#metoo que demostraba que la fiereza del poderío femenino no tenía por qué identificarse con una beligerante Lady Gaga que parece estar siempre en guerra con alguien y que te va a pegar un mordisco en un testíuclo si te pasas de listo. Tampoco tenía nada que ver con la hiper-sensualización de una Ariana Grande que tiene más que ver con cómo entienden el sexo las nuevas generaciones.
Nada que ver. Lo de Dua Lipa era y es un empoderamiento sofisticado, elevado y uber cool. Una verdadera demostración de que al cliché de la vecinita de al lado se le podía dar la vuelta para mostrar una nueva versión cercana y lejana a la vez, supurante de coolness, empoderada y con un discurso con mucha más profundidad que la que siempre se ha intentado forzar sobre este (por otra parte, espeluznante) concepto. Ese es el papel que la artista se ha reservado y que en «Future Nostalgia» alimenta con unas fotos de promo que huyen de los lugares comunes de la hipersexualidad de divas post-adolescentes y con unos videoclips en los que es difícil determinar si baila bien o mal, pero que te convencen de que, oye, a lo mejor hasta tú podrías aprenderte esa coreografía. Luego te pones, y no. Pero por un momento te lo has creído.
Dua Lipa es la diva que parece accesible… pero que tiene sus propias reglas empoderadas. Aquellas «New Rules» del mítico single, de hecho, siguen escuchándose con eco en este segundo disco. Empezando, claro está, porque parece que, de alguna forma u otra, la artista dio con una fórmula de éxito que ahora repite de nuevo. Cojamos, por ejemplo, el que fue el primer single de «Furture Nostalgia«: ¿no es «Don’t Start Now» un «New Rules 2.0» en el que Lipa, esta vez LIVING su propia fantasía de ser producida por los últimos Daft Punk, vuelve a construir el estribillo de la canción como si estuviera haciendo la lista de la compra (emocional)?
Dua, tía, lo pillamos. Toda tu carrera se está construyendo a partir del mítico «¿dónde está la lista?» de aquel hit viral que fue «¡Ayúdame!«…
Por suerte, mientras esperamos a que la diva publique esta versión que todos estamos esperando, podemos consolarnos con un «Future Nostalgia» que, dicho así a las bravas, es el mejor disco de divas pop desde el «Dangerous Woman» (Republic, 2016) de Ariana. Y lo es, de hecho, huyendo por completo de la música urbana a la que están recurriendo todas las nuevas aspirantes y metiendo en la coctelera todo un conjunto de sonidos que suenan a lo mejor de los 80 y de los 90 (funk callejero, electropop pre-ravero, baladeo synth) con contadísimos toques de después del año 2000 (algunas líneas vocales hiperbólicas a lo Lady Gaga, los electro-riffs infinitos de la Madonna circa «Hung Up«, la eterna búsqueda del hit disco-pop pluscuamperfecto de Kylie).
El resultado global es magistral. Y, de hecho, quitando los flecos finales («Good in Bed» es divertida pero intrascendente, mientras que «Boys Will Be Boys» es directamente prescindible), «Future Nostalgia» es un non-stop de jitazo detrás de jitazo. «Don’t Start Now«, «Physical» y «Break My Heart«, además de los singles de presentación del disco, son una Santísima Trinidad Pop que, de hecho, alumbra a otros pelotazos en potencia que, en los próximos meses (y con el videoclip de CANADA pertinente), pueden explotarnos en la cara cuando más lo vamos a necesitar: en ese verano que, ahora parece que no, pero que va a llegar. Y nos lo vamos a gozar.
«You ain’t used to a female alpha«, canta Dua Lipa en «Future Nostalgia«, el temón que abre el disco. Y, no, lo cierto es que no estamos acostumbrado a este tipo de female alpha. Por eso mismo, porque este es el disco con el que la artista por fin encuentra su lugar en el Olimpo de Diosas Pop, y porque lo encuentra sin apartarse de sus propias reglas y prerrogativas, por todo eso los fans de las divas estamos de enhorabuena. Pero, espera, ¿es que de verdad existe alguien que no sea fan de las divas? ¿¡Cuál es vuestro problema!? [Más información en la web de Dua Lipa // Escucha «Future Nostalgia» en Apple Music y en Spotify]