Escucha esta grabación perdida de Arthur Russell en el año 1985 que acaba de salir a la luz y que es un stream mental de 50 minutos que te da pura paz de espíritu.
Hace una década, aproximadamente, todo el mundo hablaba de Arthur Russell. Los primeros años de esta década vieron cómo el legado de este artista era reivindicado no solo a través de todo un conjunto de recopilaciones que dejaron al descubierto su maestría, sino que también se vería reclamado por todo un conjunto de músicos de palos tan diversos como el folk o el disco, incluso el pop y la electrónica. La rubrica final la puso el documental «Wild Combination«, del que resulta francamente difícil salir sin el corazón roto.
Al fin y al cabo, la historia de Russell está teñida de tragedia: fue un artista que, en su momento, recibió cero reconocimiento a los logros de unos experimentos que siempre tuvieron el violonchelo como epicentro. Y, ojo, porque sus derivas con este instrumento se consideran habitualmente en el campo de la proto-electrónica. Así que ya puedes intuir por dónde van los tiros. Además, hay que sumar a la mencionada tragedia un existencia en la que le tocó vivir ocultando su homosexualidad hasta que, finalmente, salió del armario para vivir el lado oscuro de la comunidad gay de los 80.
Arthur Russell murió en 1992 por complicaciones derivadas de la enfermedad del sida. Y, de alguna forma u otra, su leyenda empezó a escribirse en el momento de su muerte. Desde entonces, cada cierto tiempo se van recuperando canciones perdidas y grabaciones inéditas… Como esta actuación del 2 de marzo de 1985 en Roulette (Nueva York) que el mismo local acaba de colgar en internet para recordarnos que la llama que prendió el arte de Arthur sigue viva. Y que sigue dando paz de espíritu a todo aquel que la necesite.
Nos encontramos ante 50 minutos que tienen más de sesión de dj que de concierto al uso. El violonchelo del artista sirve de hilo conductor al que se le van sumando las capas de trombón y teclado Casio de sus acompañantes. Y, por encima de todo ello, la voz de Arthur Russell repitiendo mantras que a algunos les sonarán porque, un tiempo después, se convertirían en algunas de las canciones más celebradas del artista. Sea como sea, si lo que necesitas estos días es paz de espíritu, no dudes en meterte de cabeza en esto que, realmente, no es ni concierto ni sesión de dj: es un stream mental hipnótico tan dulce que te querrás quedar a vivir en sus brazos. [Más información en la web de Roulette]