Caribou cierra una trilogía en la que ya dedicó un disco al corazón, otro al cerebro… Y, ahora, «Suddenly» conecta directamente con el alma.
Como afirmábamos en nuestra reseña de “Our Love” (Merge, 2014), el anterior trabajo de Caribou, aquel era un disco que apelaba directamente al corazón, del mismo modo que su predecesor, “Swim” (Merge, 2010), conectaba con el cerebro. Tirando del hilo de esta tesis, el propósito del siguiente paso dado por Dan Snaith en su nuevo “Suddenly” (Merge, 2020) se adivina casi por pura lógica: llegar al alma.
Se cerraría así una trilogía imaginaria (no sabemos si el canadiense se la había planteado realmente en un período que abarcaría diez años…) con la que el canadiense culminaría un proceso en el que demostraría cómo dotar de humanidad la música electrónica, independientemente del molde elegido. Una tarea, por otra parte, que contrasta con su sabiduría en matemáticas (no hay que olvidar que posee un doctorado en la materia), especialidad que podría volcar por completo en el diseño de sus piezas sintéticas, como si aplicase diversas fórmulas en sus fases compositivas.
Pero las sensaciones que transmiten las creaciones de Caribou se alejan de la tiranía de la ciencia numérica y se dejan abrazar por la emoción. Este hecho se cumple en “Suddenly” con prístina claridad desde su misma concepción, ya que Snaith ya confesó en su día que la temática de fondo del álbum se basa en las formas que adquieren y en cómo evolucionan las relaciones familiares y las amistades.
De ahí se deriva el término ‘alma’ y su vinculación con este nuevo trabajo, que se concreta en toda su extensión en “Home”, primer single extraído del disco que define a la perfección sus connotaciones sensitivas por su letra y por su aspecto externo, inspirado en el soul añejo cruzado por beats contemporáneos que acaba envolviendo una canción deliciosa que muestra la cara más sedosa de Caribou. “Home”, de hecho, podría haber sido la prueba de que Dan Snaith se disponía a seguir inesperados derroteros estéticos para destapar toda su sensibilidad, aunque finalmente no se materializó esa posibilidad.
Y eso que, en “Suddenly”, Caribou ofrece su capacidad de adaptación a sonoridades que van allá del house y del pop electrónico al coquetear con el hip hop en “Sunny’s Time” y el neo R&B en “New Jade”. Sin embargo, en realidad, este es un álbum continuista con respecto a “Our Love”: la melodía permanece bien presente y diáfana, la sangre dance de Snaith (bombeada por su otro alias, Daphni) corre con fluidez (“Never Come Back”, “Ravi”), su voz conserva su tono reconfortante y no faltan los pasajes aterciopelados (“Like I Loved You”), cósmicos (“Magpie”) y vaporosos (“Cloud Song”). Es más, “You And I” colaría como versión synthpop -sin su circular y mántrica magia- del clásico de Caribou “Can’t Do Without You”.
Que “Suddenly” parezca un sucedáneo poco sorprendente de “Our Love” no significa necesariamente que el nuevo trabajo de Caribou decepcione. Más bien, lo que ocurre es que no encandila de la manera que se suponía al tratarse de Dan Snaith. El canadiense recurre a trucos ya conocidos y los ejecuta de un modo más convencional y menos imaginativo para confeccionar un disco que arropa con delicadeza en segmentos puntuales, agita los sentidos cuando se pone bailable y representa al 100% a Caribou… Pero con las dosis de experimentación rebajadas. “Suddenly”, en definitiva, es directo y accesible. Así llega en línea recta al alma. Otra cosa muy diferente es que la atrape y la hechice. [Más información en la web de Caribou // Escucha «Suddenly» en Apple Music y en Spotify]