Lolita Express es el nuevo grupo de Luis Miguélez y Extrella Xtravaganza… Nos invitan a sus ensayos y su primer concierto, ¡y te lo explicamos todo!
Vamos a empezar con una pregunta fácil, aunque… ¡Quizás no tanto! ¿Recuerdas el primer concierto al que fuiste? Yo lo tengo súper claro. Vamos, cristalino. No recuerdo qué edad tenía, pero sí quién era la artistaza que estaba encima del escenario. Celia Cruz, su voz, sus bailes y su sello de identidad inundaban toda la plaza de la catedral de Oviedo. Desde ese momento, no pude parar de pensar en cómo había conseguido llevar a cabo todo ese espectáculo. Seguramente, en su casa no tendría un sitio tan grande para meter a todos esos músicos, focos, altavoces…
A ver, era un niño, tampoco creas que lo pensé con esas mismas palabras. Al final de este reportaje ya verás que indico que «algunos fragmentos se han novelado para dar continuidad a la trama«. Lo importante aquí es la idea, el quid de esa preparación que nadie ve y que es el germen de todo.
Años después, ¡aquí estoy! ¡Y súper feliz! Resulta que he podido resolver esa duda que tenía ahí guardada, esperando la ocasión hasta que la oportunidad apareció. Wait a moment, ¿aún no sabes que en Barcelona ha nacido un nuevo grupo? ¿Todavía no asimilas que el electro-glam cuenta con un nuevo comando? Lo grito a los cuatro vientos: ¡Lolita Express ha llegado para quedarse! En cuanto me enteré de que Luís Miguélez (ya sabes: Alaska y Dinarama, Fangoria, Glamour to Kill… Pura historia de la música española) y Estrella Xtravaganza estaban trabajando en un nuevo proyecto, aquel niño que veía a Celia Cruz se reactivó… Y tuve muy claro que quería saber cómo se crea un nuevo grupo.
En el estudio con Lolita Express
Dos son las palabras que forman el nombre del grupo, dos los miembros de Lolita Express, dos las canciones que componen el single que ya han lanzado en las plataformas digitales, y dos son las palabras del nombre del local en el que se han grabado las voces y ensayan para el directo. Los estudios Oh Yeah recogen todos los progresos, y ahí es donde me citan el día antes de debutar en el Monjamón Festival Vol. 6.0, que ha colgado el cartel sold out desde hace alguna semana. Nada más entrar, me doy cuenta de que las canciones cobran vida en el local de ensayo: allí fluyen, cambian y se amoldan a lo que quieren Luís y Estrella, que confiesan tener una ‘mica’ de nervios. Si un tema no te mueve y te engancha entre paredes aisladas y una puerta de búnker, no enganchará al público.
Necesito empaparme del buen rollo que empiezo a disfrutar, pero me vienen los nervios y la responsabilidad de pensar en cómo relataros este momento… ¡No pasa nada! Años de contacto con P. Salas me hacen recordar sus churros, que para la ocasión cambio por refrescos y así les hago más llevadero el calor de la tarde. Qué menos que agradecer de alguna manera el privilegio de poder escuchar estas canciones en primicia y darte cuenta de que cada una de ellas tiene todo lo necesario para que las cantes espontáneamente.
Unas bases de sintetizador, una guitarra y letras fáciles pero cargadas de mensaje: todo esto bien juntito hace que los pies se me vayan. Estoy atento a cualquier movimiento, y veo que el orden de las canciones se elige en función de cómo se sienten Luís y Estrella justo al cantarlas. Necesitan más de una vuelta para tener claro que, si algunos temas se tienen que quedar esperando otra ocasión, por algo será. Uno de los cortes que escucho me encanta, me parece lo máximo, pero a ellos no les convence del todo. Prefieren centrarse en otros cortes, como «Clandestino sin Destino«, mientras confiesan que son más de «Top Model» que de RuPaul. Criterio no les falta.
Un par de horas de ensayo les dejan con la sensación de que todo está casi listo. Necesitan estudiarse alguna letra en profundidad, como el tema homónimo «Lolita Express«, pero se dedican gestos y señas que les dan tranquilidad. Además, descubro que cambiar la base de una canción ya publicada y darle un rollo totalmente diferente es el detalle que necesita. Los tres coincidimos en que, para ir a un directo para escuchar exactamente lo que está grabado, mejor te quedas en casa con el albornoz y mirando por la ventana a la nada. ¿Creéis que Lolita Express se queda detrás del cristal? ¡Venga, por favor!
El primer concierto de Lolita Express
Llega el gran día, el estreno oficial sobre el escenario del Monjamón Festival Vol. 6.0, que se celebró el pasado 30 de noviembre en la sala Salamandra (L’Hospitalet del Llobregat). Y los padrinos no pueden ser mejores: Samantha Hudson, Putilatex y Ladilla Rusa. Quiero vivir cada detalle y contrastar sensaciones, así que voy recordando las conversaciones del día anterior mientras hago una súper cola para entrar en la Salamandra, donde quince años antes Luis tocaba con las mismas ganas y poder de convocatoria.
Tras el show de una Samantha Hudson, que nada como pez en el agua y que cada vez afina más sus directos, aparecen Lolita Express. Vestidos de gala, con peluca, falda, corsé, pasamontañas berlinés y pantalón de leopardo. ¡Bum Bum Bum Sha! Arranca el primer tema, y «Chica 10» hace que los móviles salgan de los bolsillos para grabar las primeras historias de Instagram, el segundo estribillo se pega y el público baila. Los temas que vivían en el local de ensayo, ahora estallan y se regalan. Primer aplauso, Me comentan que es el momento decisivo, el premio al trabajo hecho. Si este punto se supera, ya pueden disfrutar sin parar.
Luis se quita el pasamontañas pronto y, aunque eso le hace perder su toque siniestro, que siempre hay que reivindicar, lo agradezco. Es un gran director de orquesta, y también de proyecto, y es ahora cuando podemos ver cómo disfruta y goza. Estrella, que sufre un poco con el calor, conecta con la sala rápidamente y presenta a la muñeca que, atendiendo la petición masiva en redes sociales, no podía faltar. Los temas se suceden y el público disfruta, sintoniza y se mira cómplice.
Yo muero de alegría porque el trabajo se ve. Y por fin resuelvo mi duda: todo es un proceso, y cada pieza es importante. En el local de ensayo las decisiones se toman de manera automática, como un robot que produce mecánicamente. Nadie entiende nada. Y no hablo de conceptos: Lolita Express transmite a través de letras muy sencillas pero cargadas de mensaje. Si se entiende a la primera, ¿para qué enredar buscando lo complicado?
Me doy cuenta de que, en realidad, los nervios de los que Luis y Estrella me hablaban se referían a la responsabilidad de hacer entender al público su modo de ver un show y de ver la música. Siendo el único grupo de la noche con un setlist de canciones propias, sin samples por medio ni versiones, Lolita Express jugaron la carta de la honestidad perfectamente. Ellos critican las redes sociales, las prisas y la superficialidad, pero optan por darse a conocer a través de Instagram, creciendo sin parar y siendo frívolos sin control. Eso se llama arte, aquí y en Estonia. ¡Un saludo para los estonios!
Mientras el festival sigue su curso, charlo con la banda un buen rato, y ambos reconocen que han sido conscientes de todo el proceso, que lo han disfrutado y se han sorprendido con las reacciones del público. Muchas veces crees que un tema provocará una emoción en un momento concreto, y termina ocurriendo que eso precisamente ocurre mucho más fuerte en otra canción. Toman nota de todo, porque ahora ya saben dónde dar más fuerza al show.
En realidad, se trata de disfrutar y jugar con el feedback, y Lolita Express responde potente mientras grita al mal rollo eso de «No Te Quiero Ver«. Entre risas, señoras australianas que obligan a Luis y a Estrella a saludar a no-se-sabe-quién por videollamada, secretos de la música schlager y personas felicitando sin parar, despedimos una jornada que es el inicio de un grupo que vive la música antes, durante y después. ‘Te hace boom, y desapareces’. Nota: Algunos fragmentos se han novelado para dar continuidad a la trama. [Más información en el Instagram de Lolita Express]