Aquí tienes todo un completo informe sobre postneopsicodelia española diseccionada a través de 15 bandas nacionales que están bordando este género.
Hace un mes, Bifannah nos abrieron las puertas a nuevas formas de percepción con “Danças Líquidas” (The John Colby Sect, 2019), un viaje psych-chill-rock tropicalista por el espacio y el tiempo hacia el Brasil de los 60. Este álbum, el segundo de su carrera, no solo confirmó a la banda gallega como una de las más atrevidas de la escena psicodélica española, sino que también refrendó el formidable estado de salud de esta corriente dentro de nuestras fronteras.
Siempre se mira al mundo anglosajón cuando se habla de los sonidos lisérgicos germinados en el siglo 21, hacia Estados Unidos, Reino Unido y Australia, como dejamos claro cuando, en su momento, denominamos este movimiento como postneopsicodelia. Sin embargo, en España disponemos de una buena cantidad de grupos y artistas capaces de lidiar con la competencia extranjera y salir airosos del envite gracias a su creatividad, originalidad y tesón.
Durante los últimos años, este pelotón ha ido aumentando a la misma velocidad que se ampliaba su radio de acción, que ha alcanzado todos los rincones del país. Por eso vamos a repasar la trayectoria de varios de los componentes que nutren e impulsan la nueva psicodelia española. Quizás no están todos los que son, pero sí son todos los que están. Hasta quince, sin contar con los mentados Bifannah (pueden revisar su recorrido en nuestra reseña sobre “Danças Líquidas”). Pasen y lean, escuchen y déjense llevar…
ARIES
“Juramento Mantarraya” (La Castanya / K Records, 2019) corroboró que Aries es la luz que ilumina la nueva psicodelia española. En ese disco, Isa Fernández Reviriego abrillantó las virtudes de su ultra-pop: estructuras rítmicas sorprendentes, melodías resplandecientes y un mensaje positivo que disipa la oscuridad circundante. Con The Beach Boys siempre presentes en su corazón y en su cabeza, Aries se mueve dentro de su particular universo en permanente transformación, demostrando una capacidad inventiva inagotable que se vuelca en una música de efectos hipnóticos y propiedades analgésicas.
SEXY BICYCLE
En cierto modo, Sexy Bicycle vendría a ser el reverso masculino de Aries por su modus operandi, a lo Juan Palomo tras pasar de dúo a proyecto individual en 2014; y por su estilo sintético y su discurso, entre surrealista, onírico y místico. Detrás de este nombre se esconde el artista georgiano asentado en Barcelona Nika Elia, orfebre sonoro con un inquieto espíritu experimental que plasmó en su último trabajo, “Saint” (Dada Records, 2019), su habilidad para modelar los maleables pero, a veces, líquidos esquemas del avant-post-pop sin caer en el agujero negro del vanguardismo vacuo o disperso.
DERBY MOTORETA’S BURRITO KACHIMBA
La gran confirmación psicodélica del año. No solo en España, sino también en parte del extranjero, ya que resulta difícil encontrar en la cosecha de 2019 un grupo con el vigor y el carisma de estos sevillanos (también con raíces extremeñas) que se sacaron de la manga la denominada kinkidelia: mezcla de rock progresivo andaluz setentero, flamenco, Led Zeppelin, King Gizzard & The Lizard Wizard y cine quinqui de los 80 que resulta apabullante, tanto en su álbum de debut, “Derby Motoreta’s Burrito Kachimba” (El Segell del Primavera / Universal, 2019); como, sobre todo, en sus incendiarios directos. Su reciente homenaje a Camarón (con colaboración de Rocío Márquez incluida) en el 7’’ “Nana del Viejo Mundo” exhibe el respeto de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba por una de sus grandes influencias.
BASANTA
La magia que salpica la historia y ciertas costumbres de Galicia también sirve para alumbrar bandas como Basanta. Firmantes de uno de los mejores discos gallegos de 2018, “Colorama” (C4 Music, 2018), el misterio los ha rodeado desde la publicación de sus primeras demos al no verse nunca sus caras tapadas por unas enigmáticas máscaras y al escuchar los esotéricos versos de sus canciones para mayor gloria de Aleister Crowley. Basanta es un grupo diferente y, cuando se lo propone, rotundo. Su triple conexión con la madre Tierra, el infierno y el ocultismo se refleja igualmente en su obra visual, otro importante factor de su identidad.
RUFUS T. FIREFLY
Rufus T. Firefly tienen el mérito de haber llevado los preceptos de la psicodelia contemporánea a un público amplio y transversal. Por algo son observados de manera recurrente como los Tame Impala nacionales, una analogía tan manida como evidente al revisar la producción y el acabado final de sus composiciones. Sin embargo, los propios Víctor Cabezuelo (voz y guitarra) y Julia Martín-Maestro (batería) -cabezas visibles de la banda madrileña- se lo toman con filosofía, como desliza su tema “Un Breve e Insignificante Momento en la Breve e Insignificante Historia de la Humanidad”. Una vez separada la paja de las odiosas comparaciones del grano, Rufus T. Firefly destacan por su sonido bien calculado, mejor ejecutado y relleno de diversas referencias a la cultura pop patria y foránea.
PUMA PUMKU
Puma Pumku también se tomaron con buen sentido del humor cualquier teórica semejanza con Tame Impala en “Lame Impala (ouY eeS I)”. Con todo, el grupo de Santiago de Compostela no tira tanto por esa dirección estilística como por la que los emparenta con Spacemen 3, Pink Floyd y el krautrock. Las pruebas más recientes de las andanzas de Puma Pumku son los singles “I Wonder” y “Oasis”, publicados en verano de 2018 y que prolongan su conocido rock ácido y gaseoso. ¿Sacarán los santiagueses próximamente un nuevo álbum que suceda a su notable debut en largo, “Is It In You?” (Matapadre, 2014)?
FOGBOUND
Compañeros de Bifannah en el sello The John Colby Sect, Fogbound son también pieza clave de la actual psicodelia galaica. Siguiendo la tónica dominante dentro de esta corriente, este cuarteto de A Coruña se fija en el pasado para traer al presente la lisergia británica clásica, actualizada con idénticas dosis de energía y de elegancia. Los propios Fogbound circunscriben su música en el subgénero freakbeat, aquel rock surgido en los 60 que primero flirteó con el rhythm & blues y años después se insertó en la ola mod. Este hecho se ratifica en su LP de debut, el efervescente y policromático “Fogbound” (The John Colby Sect, 2017), en el que hacen gala de una actitud y una firmeza con las que esquivan el mero revivalismo.
LOS ESTANQUES
Tercer baluarte de la discográfica The John Colby Sect. La historia de Los Estanques comenzó como una idea individual de Íñigo Bregel, ya que él mismo se ocupaba del corpus sonoro y lírico de todas las canciones, a lo Kevin Parker. Esta política de trabajo continúa vigente, aunque Bregel se rodeó de una banda propiamente dicha. La discografía de Los Estanques desvela que el grupo cántabro instalado en Madrid posee un alma musical clásica y es amante de los sonidos añejos. Así se define “II” (Action Weekend Records / Inbophonic Records / The John Colby Sect, 2017), artefacto de aura escapista en el que caben desde prog-rock hasta soft-pop de los 70. Eso sí, en su último álbum, “Los Estanques” (Inbophonic Records / The John Colby Sect, 2019), Los Estanques introdujeron algunos cambios en su estilo, al reforzar su armazón eléctrico y arrimarse en ciertos tramos al funk. Su nuevo single, “Inés Moral / Niño Soy” (Action Weekend / Inbophonic Records, 2019), fue rescatado de los archivos robados que contenían material de un cuarto LP cuya forma original jamás verá la luz.
MELANGE
De entrada, resultaría fácil calificar a Melange de supergrupo por reunir en su seno a miembros de bandas como Lüger, Mohama Saz o Reserva Espiritual de Occidente. Pero aquí el conjunto es más importante que la simple suma de las partes, que aportan sus respectivos puntos de vista hasta conformar un sonido caracterizado por la exploración, la amplitud de miras y la vanguardia (orgánica, nada artificial). Melange toman el rock como base, lo moldean con riffs arenosos y desarrollos progresivos y lo adornan con destellos orientalistas y crepusculares. Su último disco publicado hasta la fecha, “Viento Bravo” (Discos Tere / Beyond Beyond Is Beyond Records, 2017), refleja con claridad esa ambientación melangiana.
SOLO ASTRA
Otro de los grupos nacionales psicodélicos de largo alcance entre el público alternativo y el indie-mainstream. Estos cuatro canarios afincados en la capital de España siempre han mezclado con habilidad y exuberancia los postulados básicos de la vieja y la nueva lisergia, rompiendo cualquier cliché y concepto, como hicieron en “Food Compilation” (Subterfuge, 2019), serie de canciones de arquitectura libre con la comida como temática central. Pero Solo Astra no se han conformado con llevar al siguiente nivel su propia creatividad, sino que la han compartido con artistas como MOW y, sobre todo, Pimp Flaco, con el que han acuñado el término psico-trap en su proyecto común Cupido.
ALIEN TANGO
Al igual que Solo Astra, Alien Tango se distinguen por su permanente rebeldía, lo que ha provocado que sea complicado etiquetar su estilo. De acuerdo, se origina en la psicodelia, pero después se divide en múltiples vertientes: música disco, soul, hinduismo, spaghetti-western, art-rock, sunshine-pop, weird folk y pop lo-fi. Las piruetas sonoras que practican Alien Tango basculan entre la diversión y la alucinación extraterrestre, por lo que la banda encabezada por el murciano con residencia en Londres Aitite acaba apareciendo como un elemento impredecible, un verso suelto en la escena alternativa patria. Así que, en su caso, no hace falta buscar referencias para acotar sus vías de expresión, solo hay que dejarse atrapar por sus singulares arrebatos psicotrópicos. Los sencillos editados a lo largo de 2019 multiplican la sensación de que Alien Tango no pertenecen a este planeta.
MY EXPANSIVE AWARENESS
Si considerásemos a de The John Colby Sect como gran sello impulsor de la postneospicodelia española, de Analog Love habría que decir que sigue su estela ofreciendo un roster igual de rico y vigoroso. Uno de sus emblemas es My Expansive Awareness, que llevan seis años atravesando nebulosas cósmicas con The Velvet Underground como faros guía a cuyo influjo añaden un elaborado muro guitarrero del que sale una escalera hacia el cielo. En medio de esa telaraña voltaica, los zaragozanos aplican su afinado sentido melódico, que se advierte en unas composiciones que acaban pegándose al cerebro sin remedio. Desde la irrupción de My Expansive Awareness, cuando el Cierzo sopla se escucha un ruido psicotrópico sostenido y armonioso como venido de una galaxia lejana.
CELICA XX
Surgidos en 2012 del colectivo Triangle Club y de la discográfica Discos Calabaza tras la disolución del grupo Los Ingenieros Alemanes y compañeros de My Expansive Awareness en la escudería Analog Love, Celica XX constatan con sus probaturas las conexiones existentes entre la psicodelia, el shoegaze, el noise-pop y el krautrock. La energía que desprende este quinteto es implacable y abrasadora. Su evolución se refleja en la concepción mutante de sus canciones, que han ido dejando atrás los extensos pasajes atmosféricos (a medio camino entre el slow y el post-rock) por los que transitaba el grupo en sus inicios para transformarse en temas más directos, inmediatos y contundentes. Eso sí, en ese proceso Celica XX no han eliminado el oscurantismo bajo el que tan cómodos se sienten. Su LP “Ultraviolencia” (Analog Love, 2016) permite pensar que los madrileños deberían asomar cada vez con más fuerza más allá del ámbito underground.
EXNOVIOS
Más insignes representantes de Analog Love (en el pasado) y The John Colby Sect (en el presente): Exnovios, que podrían pasar por la versión pamplonica de The Jesus & Mary Chain. Aunque Juan Pedro y Txema Maraví y Tamu Tamurai dan un rodeo a esa comparación al beber de otras fuentes foráneas como Spiritualized (fijándose tanto en su cara más briosa como en la narcótica) y el pop anglosajón de los 60. De aquella década también absorben la herencia de bandas nacionales que les marcan la dirección para desarrollar melodías redondas y estribillos certeros que el trío cubre de fuzz guitarrero. Sus dos largos editados hasta el momento, “Exnovios” (Analog Love, 2016) y “Amor-Droga” (El Nebula, 2017), son un dechado de infeccioso indie-pop reverberado que gira sin cesar en el interior de un llamativo caleidoscopio.
VETVIOLET
[bandcamp width=100% height=120 track=1140667044 size=large bgcol=ffffff linkcol=0687f5 tracklist=false artwork=small]A principios de 2016, Brian Silva comenzó su trayectoria a solas en paralelo a su banda nodriza, The Zephyr Bones, grabando poco a poco sus propias demos. Así nació y creció Vetviolet, el salvoconducto que Brian utilizó para alejarse del indie-pop y experimentar con sonidos psicodélicos y ensoñadores. Él mismo produjo, registró y se encargó de toda la instrumentación de sus temas, cristalizados oficialmente en dos singles digitales: “We Are Facing Too Many Posibilities” y “7th Vice”, perfectas muestras de su manejo de las texturas electrónicas y de las posibilidades del sintetizador. Salvando las distancias, Vetviolet se da un aire a los Pond más recientes, erigidos en maestros del psico-synth-rock moderno. Se espera con muchas ganas la llegada de su primer disco.