¿Te chiflan las teorías culturales y musicales conspiranoicas? Pues aquí venimos a probar que Rosalía y la aristocracia tienen una relación directa.
¡Has vuelto a pinchar en un artículo que habla de Rosalía! Pero no te preocupes. Tranquilidad. A estas alturas, todo el mundo sabe perfectametne quién es la diva española, cada uno de sus gestos, cada movimiento, a qué preguntas responde en Instagram, cómo se mueven en el escenario los pliegues del vestuario diseñado por Palomo Spain, la cantidad de laca que hay en los peinados de sus bailarinas… Basta. Creemos conocer cada detalle de Rosalía, leyendo todo tipo de noticias y comentarios en redes sociales, y tenemos muy clarito que es una mujer que sabe lo que quiere, luchando día a día, para ofrecer su mejor versión.
Hasta ahora, muchos se han lanzado a desvelar el misterio que crece desmesuradamente a su alrededor y desentrañar el significado de las imágenes que acompañan a su disco «El Mal Querer«. Los videoclips no se quedan atrás, y muestran enigmas en forma de homenajes de tres minutos de duración. Pero ncesitas ir más allá, y por eso te vamos a desvelar la relación que tiene Rosalía con la aristocracia. ¿No te lo crees? Presta atención de verdad, porque el viaje comienza aquí y ahora…
Situamos el punto de partida en el tema «Di Mi Nombre (Cap. 8: Éxtasis)» donde ya detectamos uno de sus referentes recordando «Say My Name» de las Destiny’s Child, pero… Si se pone el foco en el videoclip y no en la canción, nos encontramos con una cama en la que la diva del Baix Llobregat se encuentra recostada, haciendo una revisión a los vestidos de época. Si nos centramos aún, advertimos un claro homenaje a Goya. ¡Francisco de Goya! Se trata de la viva imagen de uno de sus cuadros más célebres, «La Maja Vestida«. Lo siento pero… ¡Acabas de entrar en el juego!
Mucho se ha escrito sobre la enigmática mujer que aparece en el lienzo, aunque la hipótesis que cobra más fuerza dice que se trata de la Duquesa de Alba. Pero… No creáis que Cayetana de Alba ya vivía en 1808. ¡Qué también podría!. Estamos hablando de otra Duquesa de Alba que vivió en otro tiempo más pretérito. Concretamente, de Teresa de Silva.
El pintor aragonés y la aristócrata tenían muy buena relación. Tanto es así que en las fiestas que se organizan en los palacios de Madrid comparten grandes ratos de charlas, donde surgen propuestas del pintor para que ella fuera su musa, y que se acaban haciendo realidad cuando llega el verano (no queremos imaginar qué hubiera pasado si hubieran podido intercambiarse MD. Mentira, sí queremos imaginarlo, porque un buen salseo nunca sobra). Se dice que la Duquesa siempre buscaba lo más moderno y rompedor, manteniendo imágenes tradicionales y rescatando gustos olvidados, y que por eso mismo accedió a posar para Goya en diversas ocasiones. ¿Comenzáis a apreciar las similitudes? Rosalía enlaza los toros con motos, las majas vestidas con las Destiny’s Child o los modistos de alta costura con sus looks. La conexión con la aristocracia se va acercando.
Cambiamos de siglo. Nos centramos en el momento en el que la Historia nos regalaría a uno de los personajes pop más conocidos en nuestro país: Cayetana de Alba. Tan pronto tenía 46 títulos nobiliarios, como se codeaba conJackie Kennedy, bailaba en un tablao flamenco o se vestía de Victorio & Lucchino y se iba a la Feria de Abril. Todo era poco si se trataba de arte y música.
¡Traspasemos esto a nuestro particular juego! Cambiamos a Jackie Kennedy por Dua Lipa, Victorio & Lucchino por Palomo Spain y la fiesta sevillana por los MTV EMAs. Ahora se ve de manera clara que Rosalía nos intenta decir que tiene otros referentes. Y, si esos referentes no tienen obra musical, no importa: la mejor manera de hacerlos suyos es inspirarse en sus hábitos y conexiones. Si en otros siglos funcionaba, ¿por qué en el siglo 21 no iba a ser bienvenida cualquier relación cultural?
En la actualidad, para ser aristócrata no hace falta tener un título o un palacio… Nuestra protagonista no solo está conectada con la nobleza, sino también con reyes. Monarcas de la música y el arte.
«Bagdad (Cap.7: Liturgia)» es uno de los temas más escuchados del disco, en el que Rosalía samplea el «Cry Me A River» de Justin Timberlake. Es mucha casualidad que Justin haya dado permiso de manera excepcional para que se utilice su melodía. Y es que, de hecho, el estadounidense cantó en varias ocasiones con el Rey del Pop, creando así un evidentísimo puente entre Michael Jackson y la catalana.
Aunque la conexión con el creador de «Billie Jean» no se queda ahí. Si nos centramos en el inicio del tema «Nana (Cap.9: Concepción)«, se puede escuchar solamente la voz de Rosalía, multiplicada gracias a la tecnología. Justo en ese momento, nuestra mente se sitúa en el año 1991, en concreto en «In the Closet» recogida en el álbum «Dangerous» de Michael Jackson, donde se puede apreciar la similitud con las notas de fondo que acompañan a la voz de Estefanía de Mónaco bajo el seudónimo Mystery Girl. No salimos de una unión cuando… ¡Lo ha vuelto a hacer! De nuevo su voz enlazada con la sangre azul. Y, en esta ocasión, ni más ni menos que con la dinastía Grimaldi.
Pero volvamos a Michael Jackson… Seguro que alguna vez en la vida has escuchado la terrorífica risa del final de «Thriller«. Pues su dueño es Vincent Price, uno de los maestros del cine en la época dorada de Hollywood. Price y Jackson tenían una amiga en común: Liz Taylor.
Mientras en el Estudio 1 se rodaba «Gigante» con James Dean y Taylor, en el Estudio 2 Vincent Price y Sara Montiel preparaban «Serenade«. Toda esta realeza cinematográfica coincidía a la hora de la comida, espacio en el que se forjó la amistad entre la mirada violeta y la manchega. Tanto es así que, cuando en el año 1992 Liz Taylor recogió el Premio Príncipe de Asturias por su lucha contra el sida, Sara llamó al hotel de Oviedo donde se alojaba para rememorar viejos tiempos.
Ambas divas se volvían locas con el pedrusco y el diamante… ¡Menuditas! Dos de las joyas más conocidas de Sara Montiel eran un collar de esmeraldas y un rostro de diamantes que utilizó en una de sus películas. Calma… No nos hemos desviado de nuestro juego, porque si nos metemos en el brillo de esas piedras y buscamos el video del tema «De Aquí No Sales (Cap. 4: Disputa)’ vemos que Rosalía lleva exactamente esa joya en su cara. ¿Casualidad? Te esperamos un momento para que vuelvas a ver el video una vez más.
El video se rodó íntegramente en La Mancha, donde se localiza el Campo de Criptana y sus molinos. Uno de ellos, específicamente, se ha convertido en el museo de Sara Montiel, por ser el lugar donde nació.
¡Basta de engañarnos! Parece que todo se descubre ahora, pero en realidad Saritísima ya había influido y sido icono para otros referentes más que necesarios. Como si quisiera batirse en duelo por la belleza absoluta, La Veneno, otra de las Grandes de España, llevó una joya muy parecida en una de sus apariciones televisivas más recordadas. Allí, soltó la frase “¿Qué curriculum tiene esta tarántula?” sin saber lo que estaba haciendo. ¿Podía tener otro modelo a seguir que la Montiel? Venga, por favor.
Muchos pensaran que todo lo anterior son solo hipótesis. Pues mira, no, ¡tienen peso! ¡Y mucho! El mismo que tiene Rosalía al relacionar diferentes ramas del arte y varias épocas, haciendo que Goya, Cayetana de Alba, Michael Jackson, la hija de Grace Kelly, Liz Taylor, Sara Montiel y La Veneno estén presentes rotundamente en «El Mal Querer«. Nos surge una última pregunta, ¿Los capítulos del álbum podrían ser un reflejo de sus biografías? Quizás sí. El juego lo continuáis vosotros. [TEXTO: Oskar Fanjul] [Más información en la web de Rosalía]