¿Eres fan fatal de la música? Pues aquí te explicamos por qué el Barceló Imagine debería ser tu única opción de hotel cada vez que pases por Madrid.
Hace unas semanas, me surgió un viaje imprevisto a Madrid con una amiga y tuvimos que encontrar un hotel en tiempo récord. Y mira que yo suelo ponerme exquisito en este tipo de ocasiones y miro y comparo y vuelvo a mirar y vuelvo a comparar hasta que me quedo bien satisfecho, pero esta vez las prisas hicieron que me dejara llevar y que fuera mi amiga la que decidiera el hotel en el que nos quedaríamos. «Pasaremos la noche en el Barceló Imagine«, me dijo. «¿Imagine?», pensé yo. «¿Imagine all the people?», seguí pensando. Y no andaba demasiado errado.
Porque es que resulta que el Barceló Imagine es un hotel temático… Y este concepto tan kitsch, que me horrorizaría en cualquier otro caso, resulta que en este en concreto acabó revelándose simple y llanamente como el hotel en el que quiero pasar todas mis noches a partir de ahora cada vez que visite Madrid. Porque es que el Barceló Imagine no es un hotel con temática de pelis de terror o de prom night yanki, no, sino que es un hotel que está pensado por y para amantes de la música. Y, ojo, porque esto no es una excusa cosmética para salir en prensa o para destacar en las webs de turismo, ni mucho menos: es una decisión que se exprime en todas sus consecuencias y de formas realmente estimulantes y sorprendentes.
Para empezar, evidentemente, hay que recurrir a la superficie: absolutamente todos los espacios este hotel de la cadena Barceló se dejan bañar por un fanatismo hacia la música que subyuga. Basta cruzar la puerta de entrada para que la mirada se te vaya hacia todo un conjunto de detalles de memorabilia musical que ríete tú del Hard Rock’s Café. En el hall y en la planta baja del hotel (que vendría a ser la planta común) hay desde guitarras en las paredes hasta varias paredes con portadas de vinilo originales ordenaditas en columnas que te puedes pasar horas y horas gozando. También hay un piano y otros muchos instrumentos que comparten espacio con pinturas de músicos ilustres fácilmente reconocibles para cualquiera que haya escuchado más de tres canciones en su vida.
Pero es cuando abandonas la planta común cuando la experiencia del Barceló Imagine empieza a ganar en profundidad… Para empezar, resulta que cada una de las plantas del hotel está consagrada a un estilo musical diferente. A mi amiga, por ejemplo, le tocó en la planta de pop, mientras que a mi me tocó en la de flamenco. Y, tal y como pudimos comprobar, la devoción por cada género no se queda en el nombre de la planta, sino que se lleva hasta las propias habitaciones: los cuadros sobre la cama presentan a músicos ilustres de cada género e incluso partituras de canciones célebres. Y esto, que es una maravilla para cualquier fan de la música, es solo el anticipo de la verdadera maravilla de las habitaciones.
Dejad que lo ejemplifique con mi propia experiencia. Imaginad que me despierto por la mañana, que vamos a meternos entre pecho y espalda un maravilloso desayuno de hotel y que, a la vuelta, nos queda un ratito para currar en la habitación, ducharnos y salir pitando hacia nuestros business en la capital. ¿Cómo se me queda el cuerpo cuando veo una señal de conexión bluetooth en el gigantesco espejo del baño y me doy cuenta de que, básicamente, puedo poner en la habitación la música que me dé la gana lanzándola directamente desde mi móvil o mi portátil o lo que me apetezca? ¿Alguna vez te has duchado en un hotel (en un baño epatante con opción tanto para ducha como para bañera y con una selección de amenities que parece salida de la tienda hipster más cercana) con la música de tu elección a toda pastilla? Pues así te lo digo: es una experiencia alucinante.
Una experiencia amplificada por el hecho de que en el Barceló Imagine no paran de sacarse de la manga otras experiencias pensadas para melómanos: ahora mismo están celebrando un ciclo de conciertos en su terraza que va a ocupar todo el verano, pero es que hace unos días que decidieron convertir su ascensor en un escenario precisamente para acabar con la percepción popular de que la «música de ascensor» es un coñazo… ¿Conclusión? Que si esto es todo lo que ha hecho por ahora el Barceló Imagine para atraer a fans de la música como yo, ¡»imagine» lo que nos depara el futuro en este maravilloso hotel! (Y perdón por el chascarrillo fácil, pero es que uno se emociona y no sabe cuándo parar.) [Más información en el Facebook del Barceló Imagine y en su Instagram]