CLORAH
Clorah es el proyecto musical con el que Clara, una diseñadora de Bilbao, enfrenta una crisis extiencial… Y, además, es un animal único que mezcla bedroom pop y trap.
VIDA. A veces, ocurre que nuestra vida pierde un poco de su sentido. Y siempre me ha gustado la polisemia de la palabra “sentido”, el que signifique tanto “significado” como “dirección”. Rinde bien la idea de perder el sentido de las cosas, de no saber muy bien ni en qué punto te encuentras, ni hacia dónde ir, y de casi ni recordar de dónde venías. Es lo que le pasó un poco a Clara, una ilustradora de Bilbao quien, como me cuenta por mail, está “en plena crisis de los 32, calibrando la vida y el futuro”. De esta bajona nació Clorah, un proyecto musical con el que Clara -y el efecto cómico, a lo Bart y Bort, es parte del encanto- decidió reírse de esta crisis y de sí misma. Y, por este camino de pasárselo bien, quizás volver a encontrar un sentido. Clorah apenas tiene nueve temas y ni dos meses de vida, pero le auguramos un largo recorrido.
OBRA. Han pasado cerca de seis meses del último La Nueva Carne que publicamos en Fantastic Mag. Y, a título totalmente personal, creo que en este caso la dilación en el tiempo es, en cierto modo, un buen indicador. No hay ningún compromiso que cumplir más del que tenemos con nosotros mismos, con el sacar grupos que realmente nos gusten. Yo, por mi parte, hasta que me topé con “La Pena” (autoeditado, 2018) de Clorah buceando por Bandcamp, no caí en que las demás opciones que tenía eran más bien de relleno. Porque lo que hay en esta ¿mixtape? ¿epé? es la mezcla perfecta entre bedroom pop y trap. Y es algo que (al menos yo) aún no le había escuchado a nadie. Y es algo que creo que merece la pena que escuchéis.
Como toda perfecta mezcla, “La Pena” no llega a ser nunca ni del todo bedroom pop, ni del todo trap, y no tienes muy claro dónde empieza uno ni dónde acaba otro. Tenemos bases de teclados y sintes melancólicos -a veces hasta de inspiración ochentera, como en la malrollerísima “Fantasmah” o en la fantasía cíborg de «Fobia Social/Robot«-, pero también bien de graves y claps. Y, sobre todo, mucho, muchísimo autotune de baja fidelidad. También tenemos la canción-tópico del trap del elogio al lujo y a la ostentación, “Billete Verde”, y algo parecido a un beef en “Nope”.
Pero lo mejor viene cuando Clorah se aleja de los tópicos temáticos del género y se coloca en el lado contrario. Si la música urbana suele tener una gran componente de auto-endiosamiento, ella va y te suelta que “otros ya han ganado / yo ni he jugado / ni me he levantado y ya me he cansado”, que “me quedo sola / me hago la ola y eso no mola” en “Tarde”, o “ven a casa amor / te hago la cena / tengo pa comer desdicha de la buena”. Todo muy de bailar llorando, algo que por aquí nos flipa. [Patri di Filippo] [Más información en el Bandcamp de Clorah]
[bandcamp width=350 height=470 album=2775909041 size=large bgcol=ffffff linkcol=0687f5 tracklist=false track=1295982732] [/nextpage][nextpage title=»Confeti de Odio» ]
CONFETI DE ODIO
Solo dos temas bastan para que toda la atención del mundo se centre en confeti de odio, el proyecto persnal de Lucas de Laiglesia que esperamos que lance más material pronto.
VIDA. En el caso de confeti de odio, su trayectoria es inversamente proporcional al material disponible en la red. Solo tiene dos canciones publicadas, pero tras el nombre artístico se encuentra el madrileño Lucas de Laiglesia, miembro de un copón de proyectos de todo tipo. En solitario y a lo Elvis Depressedly, le conocemos como Lucas Vidaur. Guitarra y micro en mano, como parte de los (creo) difuntos Verano, una especie de Martha castizos. En modo full pop de guitarras, como parte del power trio Saint Clementine. Además, también es el nuevo guitarra de los Axolotes Mexicanos… Y fijo que me dejo algo.
OBRA. Precisamente Juan Pedrayes y Carlos René, también de Axolotes Mexicanos, son con quien ha contado confeti de odio para grabar, producir y masterizar “Pocos Likes” y “Para mí”, sus dos únicos temas hasta la fecha. O más bien regrabar. Gracias a este artículo de Mindies nos hemos enterado de que se ve que existía un EP entero del chaval, “Que Si Quiero o Que Si Tengo”, pero que eliminó todos los temas de la red, recuperando hace cosa de un mes “Pocos Likes”, a la que le ha dado una nueva vuelta gracias a una producción más pulida. De “Para mí”, como el artículo no lo específica y no llegamos a otear dicho EP, nada podemos afirmar. Más curiosidad ahora por esas grabaciones que por las de Christine Chubbuck volándose la tapa de los sesos en directo, en serio.
Sea como sea, lo más remarcable de confeti de odio es que es increíblemente pegadizo para lo sencillos que son sus temas. “Pocos Likes” se trata de poco más que un repaso humorístico por las varias personalidades que una misma persona puede adaptar en varias redes sociales para gustar (y yo, que soy igual de sencilla, con lo de “en LinkedIn subo fotos en maletín” me río casi en voz alta y no sé por qué). Pero es escucharla una vez, y el “likes, pocos likes / solo quiero ser ciberguay” se te queda agarrado a la cabeza que ni te lo pegaran con superglú. Será el patrón pop de la guitarra, será la producción de la voz, será que apenas dura dos minutos, será tu voz, será el licor, serán las luces de esta habitación, será el poder de una canción… Que será será, pero en esta casa “Pocos Likes” lleva unas veinte veces seguidas sonando.
Y, con “Para mí”, más de lo mismo. Una balada de tintes épicos, de las que si suenan en un concierto todo el mundo saca la linterna del móvil y la ondea a ritmo, con sus flautas y todo, pero con una vuelta de tuerca que la convierte en un canto a uno mismo, un poco a lo último de Chico y Chica, pero en versión pop de guitarras. “Para mí / sobre mí / yo percibo mi universo / sin mí no hay tal universo / solo yo / yo y yo”, canta Alex, y me recuerda al letrista de otro grupo nacional igual de egocéntrico, pero bastante menos honesto. El videoclip, una especie de singalong con estética chiclosa e internetil, es una delicia. [Patri di Filippo] [Más información en el Facebook de Confeti de Odio]
[/nextpage][nextpage title=»Martes Niebla» ]
MARTES NIEBLA
Creíamos que la tristeza por la despedida de Blacanova se había paliado con el nacimiento de Escuelas Pías… Pero es que ahora, además, aquí tenemos a Martes Niebla.
VIDA. La despedida de Blacanova hace unos meses con su disco “La Cabeza” (El Genio Equivocado, 2018) resultó tan inesperada como triste para los seguidores de un grupo que llevó a un terreno muy personal los cánones del post-punk y del shoegaze. Pero, como se suele decir, no hay mal que por bien no venga. La intención de sus miembros era expandir en la medida de lo posible su brillante trayectoria hacia otros proyectos musicales diferentes. Ahí ya estaban Escuelas Pías, el plan común del blacanova Cristian Bohórquez y Davis Rodríguez, para anticipar una de las direcciones que podrían seguir en el futuro.
Pero, antes de que diera tiempo a echar de menos al grupo sevillano, aparecieron Martes Niebla, con Cristian y Davis más Paco Arenas e Inés Olalla (Blacanova) y Erica Pender (Terry vs. Tori) a bordo. Dados los diversos orígenes artísticos de los componentes de la nueva banda, no debería sorprender que su sonido se sumerja en una deliciosa mezcla de dream-pop, shoegaze, post-punk, vaporosas texturas y evanescentes guitarras reverberadas en la que asoman las voces de Davis, Inés y Erica.
OBRA. Para que se hagan una idea clara de su filiación sonora, Martes Niebla se situarían, precisamente, en el punto medio entre Blacanova y Escuelas Pías: un espacio luminoso, gaseoso y lleno de contrastes (alegría /melancolía, calma / furia) que adquiere forma en el EP “Martes Niebla” (autoeditado, 2018). Aquí encontramos cuatro cortes con los que el quinteto continúa explorando todas las posibilidades de los géneros con los que siempre se han identificado sus miembros.
Así, “Cervatillos” acude al indie-pop shoegazer británico de aroma noventero para convertirse en una pieza uptempo de desarrollo in crescendo. “Fósiles”, como su título parece indicar ¿involuntariamente?, se acerca a Beach Fossils a cámara lenta en una dimensión etérea. “Marble” es puro post-punk ochentero actualizado. Y “La Verdad Blanda” consigue embelesar los sentidos siguiendo la estela de Slowdive. “Martes Niebla” es, por tanto, un pequeño cofre de joyas pop. [Jose A. Martínez] [Más información en el Facebook de Martes Niebla]
[/nextpage][nextpage title=»Nuevos Dolores» ]
NUEVOS DOLORES
Ojo: no confundir Nuevos Dolores con Nuevos Hobbies, porque son dos bandas diferentes… Ahora bien, Nuevos Dolores sí que es la misma bnda que Gente Bien, pero con un nombre diferente.
OBRA. Ni una sola vez que, al ir a escribir el nombre del nuevo proyecto de Jorge Castejón (también en Grupo de Inventores), no haya escrito Nuevos Hobbies primero. Y no suenan igual, pero tampoco son mundos opuestos… Así que ojo si sois igual de disléxicos que yo y no los confundáis. También hay que apuntar que, antes de hacerse llamar así, este proyecto se denominaba Gente Bien, así que cuidado también a los despistados que creían que Gente Bien había muerto tras un par de canciones nada más.
Por el momento, lo que tenemos son dos EPs autoeditados, «Mundo Nuevo (Parte I)» y «Mundo Nuevo (Parte II)«, a los que próximamente se sumarán otras dos partes. También una reseña en la MondoSonoro de abril, y demasiados pocos likes en Facebook para lo que molan.
VIDA. Castejón construye sus perlitas pop a golpe de organillos y guitarras melódicas, de baterías templadas y bajos tímidos. Pero, sobre todo, con una voz tratada (¿grabada a dos micros?; igual me estoy colando) hasta adquirir ecos sesenteros bajo los que resuenan grupos como The Byrds o Los Pasos. O, en terreno actual, podríamos decir que Nuevos Dolores no desentonaría en un cartel con los donostiarras Espagueti (¿qué fue de ellos?). Alegre y pegadizo, pero con ese toque melancólico que siempre aporta lo retro (véase «Domingo» como paradigma de lo apenas dicho). Personalmente, la canción que me enganchó a mí fue «El mayor hit de la historia«. Una especie de «Artista revelación» de Doble Pletina, pero en la que se parte del tomar conciencia que has escrito la ópera rock generacional definitiva para terminar afirmando que «Radio 3 solo te pincha porque / no te conoce ni dios«. Todo ello aderezado con unas guitarritas soleadas y ensoñadoras que, ahora que por fin ha llegado el verano, se antojan cual chapuzón en el mar. [Patri di Filippo] [Más información en el Facebook de Nuevos Dolores]
[bandcamp width=350 height=470 album=724921133 size=large bgcol=ffffff linkcol=0687f5 tracklist=false track=911357937] [/nextpage][nextpage title=»Paquita de las Penas» ]
PAQUITA DE LAS PENAS
El misterio rodea a Paquita de Las Penas y su primera mixtape «Eterno Balanseo»… Pero eso no impide que nos muramos de curiosidad y que Paquita nos tenga totalmente living.
VIDA. Parafraseando a Nietzsche, “si miras fijamente a Paquita de Las Penas, esta te devuelve el abismo”. Nada se sabe sobre ella. O nada he sido capaz de sacar yo rastreando las redes más allá de que su carta de presentación, la mixtape “Eterno Balanseo”, que forma parte de la familia del sello granaíno Caballito Netlabel. Además de en el Soundcloud del sello, sus canciones también pueden encontrarse en YouTube, subidas por el usuario alvaro gomez. Que el contenido de dicho canal se reduzca sencillamente a los temas de Paquita de Las Penas y a las demos de estos, me hace pensar que quizás este tal alvaro gomez tenga algo que ver con el proyecto… Vamos, que quizás en Paquita también haya un Paquito.
Otro detalle (soy muy stalker) es que, en los comentarios en Soundcloud a «Eterno Balanseo«, los de Caballito contestan siempre arrobando a un tal Francis Moreno. No sabía quién era hasta hace cuarenta segundos; pero, escuchando su rollo, me pega tenga que ver con Paquita de Las Penas. O no. Al fin y al cabo, el misterio también es parte de su encanto.
OBRA. Estar en Caballito significa sonar a calor, a menear el culo suave y hasta abajo. Y eso es, claramente, a lo que suena Paquita de Las Penas. Pero con un giro tristón y lo-fi que me flipa. Tanto «Antes de Marcharte» como «Eterno Balanseo» provocan ganas precisamente de eso: de entregarse al balanceo sedoso, ya sea con los sintes casi psicodélicos de la primera como con las bases cumbia de la segunda. Pero, por encima, ahí está Paquita haciendo honor a su nombre, cantándote que «si algún día me quisieras / yo sería feliz» (lo de «eres una rana / eres una rana tonta / que no vale para nada» me hace un montón de gracia, btw) o que «antes de marcharte dime dónde dobla el mar / y dónde están los besos / los besos de saborear / y donde las caricias / caricias que ya no me das / y dónde los ojos / los que me abrían en canal«. Supongo que esto es lo que le ha colgado el cartel de dembow sentimental.
Particular atención merece «Respira«, tercero de los cuatros temas de la mixtape. Es como tomarte un diazepam, o ponerse vídeos de autoayuda de YouTube («cuando te sientas deprimido / cuando se te cruce un malnacido / cuando lleves dentro las ganas de llorar / si te da / la ansiedad / respira«, nos canta la Paqui) y bailar hasta que te quedas dormidito… O no. de repente, hacia el final la canción empieza a retorcerse y doblarse sobre sí misma, las voces a deformarse, a sonar al revés y ralentizadas… y te entra toda la ansiedad. Luego la canción sigue como si nada, y tú te quedas así un poco torcido. Siempre a favor de jugar con las expectativas. [Patri di Filippo] [Más información en la web de Caballito]
[/nextpage][nextpage title=»Rayotaser» ]
RAYOTASER
¿Por qué se ha hablado tanto en Galicia últimamente de Rayotaser? Pues porque, al fin y al cabo, todos los astros se han alineado para que este hype tenga mucha (pero que mucha) chicha.
VIDA. Uno de los grupos al que había que echar un vistazo obligatoriamente en el Super Bock Under Fest, celebrado a finales del pasado marzo en Vigo, era Rayotaser. Su concierto tenía que confirmar por qué durante los meses previos se había hablado cada vez más en Galicia del nuevo proyecto iniciado a solas en 2016 por Álex Mera, tiempo atrás enrolado en las filas de Colectivo Oruga. Materializada la disolución del grupo, Mera no se desvió de la senda electrónica y comenzó a tocar sus diversos palos, desde el synth / tecnopop hasta el house noventero, asignaturas que dominaba con solvencia.
Al año siguiente de dar sus primeros pasos, a Rayotaser se incorporaron Pablo López (Igloo) al bajo y Álex Penido (Igloo, los propios Colectivo Oruga, Maryland) a la batería, lo que permitió que en su seno confluyeran instrumentos sintéticos (sintetizadores, samples, programaciones) y orgánicos, combinación que otorga un sello especial a un sonido, tal como exhibieron a lo largo de sus directos a partir de su estreno juntos sobre las tablas en la recta final de 2017.
OBRA. Desde entonces, Rayotaser han intervenido en importantes citas de la agenda gallega, como el Esmorga Fest, el mentado Super Bock Under Fest o el Melona Fest, citas en las que dieron lustre a las piezas que integran su aún único EP, “Tengo que Pedir Perdón” (2016), grabado y producido en Lisboa por Pedro Chamorra (White Haus). Esa fue la chispa que encendió la mecha para que Rayotaser empezasen a ampliar sus horizontes creativos y a perfeccionar su identidad estilística.
Conectado con Colectivo Oruga -inevitablemente-, los Delorean subicencos y WAS (We Are Standard), el enfoque de Rayotaser hacia la pista de baile se realiza con las mismas dosis de firmeza y dinamismo rítmico que de elegancia, lo que les ha postulado a encabezar el pelotón electro-dance gallego junto a Músculo! Su debut en largo ya está en camino, y todos aquellos que han escuchado su primer adelanto, “San Junípero”, saben que no les costará demasiado refrendar esa candidatura. [Jose A. Martínez] [Más información en el Facebook de Rayotaser]
[/nextpage][nextpage title=»Somos La Herencia» ]
SOMOS LA HERENCIA
Fans de Bauhaus, The KVB y Fasenuova, ya tenéis una nueva banda favorita en el underground madrileño: se llaman Somos La Herencia y lo petan como si no hubiera un mañana.
VIDA. La escena underground madrileña se ha caracterizado durante la última década por el dominio del indie-rock garagero, cosido por el extenso hilo que une a grupos dispares como Los Punsetes, Hinds, Tigres Leones y Carolina Durante. Sin embargo, en el subsuelo musical de la capital conviven otros estilos como el post-after-punk, del que Somos La Herencia son unos de sus mejores representantes y practicantes desde 2011, cuando arrancaron su carrera con una alineación que iría mutando hasta desembocar en la compuesta por Gonso (voz), Enrique (guitarra), Guille (bajo) y Willy (batería).
El progreso de la banda se desarrolló en paralelo a la evolución de su sonido oscuro, atmosférico, a veces denso y con toques góticos, a caballo entre el cold / darkwave y el rock siniestro. Bandas foráneas del pasado como Bauhaus y del presente como The KVB (de los que versionaron su “Never Enough”) o Preoccupations y grupos patrios como Fasenuova sirven para acotar las coordenadas estilísticas de Somos La Herencia, a las que añaden un acentuado componente visual que se refleja en el tratamiento lírico de sus canciones.
OBRA. La primera muestra de ese método creativo apareció en su EP de estreno, “Somos la Herencia” (Hollow Out, 2014), en el que los símbolos arquitectónicos eran elementos recurrentes en sus letras. Después le siguieron otros dos EPs: “Parálisis del Sueño” (autoeditado, 2015), producido por la banda y Óscar ‘Ojo’ Moreno; y “Zigurat” (autoeditado, 2017), otra vez producido por el propio grupo junto a Pablo Sanz y en el que colaboró Leo Mateos (Nudozurdo). Con ellos, Somos la Herencia continuó profundizando en su imaginario sonoro ambientado con ritmos espartanos y sintetizadores espectrales.
Con todo, a pesar de que posee unas características muy definidas, la paleta sonora de Somos la Herencia no es rígida. Lo corroboran las remezclas incluidas en “Zigurat Remixed” (autoeditado, 2018), que vio la luz a finales del pasado mes de abril. En su interior, HUIAS, Aries, One Path y Blovk llevan las cuatro piezas que lo forman a sus respectivos terrenos electrónicos y señalan la esponjosidad de la música de Somos la Herencia. Su primer LP, que ya se vislumbra en el horizonte a través de «Agua», será una gran oportunidad para comprobar el crecimiento del cuartero madrileño. [Jose A. Martínez] [Más información en el Facebook de Somos La Herencia]
[/nextpage][nextpage title=»Subterráneos» ]
SUBTERRÁNEOS
Por fin tenemos en nuestro país un dúo chico / chica capaz de sostenerle la mirada a The Kills y a The Raveonettes… Se llaman Subterráneos, pero molan demasiado como para quedarse en el subterráneo.
VIDA. Provincia de Badajoz, tierra indie-pop-rock por excelencia al ser la cuna del emblemático festival Contempopránea y el lugar de nacimiento de bandas como Lúa Gramer, Súper Cadáver o Supertennis. De allí también proceden Subterráneos, proyecto fundado en 2010 por José Luis Muñoz Vega y Mónica Agudo (ambos voces y guitarras) y reforzado posteriormente por Dany del Pino (bajo). Eso sí, su nombre -y los más veteranos empezarán a hacer piruetas con su memoria- no es herencia del de Los Subterráneos, primer grupo de J y Florent antes de convertirse en Los Planetas; ni de aquellos Subterráneos que acompañaban a Christina Rosenvinge a principios de los 90.
Más que nada, porque su estilo no se acerca al pop flamencósmico de los granadinos ni al que practicaba la cantaurora hispano-danesa hace más de dos décadas, sino que se incrusta en el garage-rock pleno de fuzz guitarrero que recuerda poderosamente al de The Raveonettes o The Kills. De hecho, el esquema de chico y chica que intercalan y acoplan sus voces y se empapan de electricidad hace que automáticamente se piense que Subterráneos podrían ser sin ningún problema la versión española de esos mencionados grupos de referencia.
OBRA. Tras editar un par de maquetas, “Demo” (2012) y “Seymour” (2013), y ganar concursos como el Sony Xperia Fest 2012, Subterráneos dieron su primer gran paso adelante con “Maybe There’s A Light But We Cannot See” (autoeditado, 2016), un EP grabado y producido por Paco Loco que también les permitió ser finalistas en otras competiciones musicales como el DCode 2016 o el Villa de Bilbao 2017. A veces esta clase de certámenes sirven para poco, pero el hecho de que Subterráneos consiguieran sobresalir entre las bandas contendientes indicaba hasta dónde podían llegar.
Su EP de debut es una buena prueba de ese potencial gracias a seis canciones con las que demuestran cómo manejan con habilidad la mezcla de rock (tan punzante como sugerente) y melodía. Uno de los mejores ejemplos de ello es “Oh No, Oh Yes”, tema que cierra el trabajo y para el cual José Luis y Mónica protagonizaron un surrealista videoclip en el que juegan con su relación sentimental y que sirve para abrir una nueva etapa con el alumbramiento de su primer álbum, “Take A Ride”, que publicará próximamente Caballito Records. [Jose A. Martínez] [Más información en el Facebook de Subterráneos]
[/nextpage]