Etnia Barcelona lo ha vuelto a hacer: vamos a estar hablando de su eventazo en el que pincharon Hot Chip (y del cancaneo que en él vivimos) durante años.
Ay, por favor… ¿Cómo puede montárselo tan bien la buena gente de Etnia Barcelona? Hace un año, la apertura del flagship store de la firma en el barrio del Born no solo se convertía en el eventazo de la temporada, sino en una de esas veladas de las que todo el mundo habla durante años. Sinceramente, aquella inauguración sabía a los buenos tiempos del eventismo en Barcelona: hacía tiempo que no vivíamos algo así, y lo peor es que lo que no sabíamos es que también tardaríamos tiempo en volver a vivirlo porque, unos meses después, nos metíamos en un clima político (digamos que) complejo que sumió a Barcelona en un paréntesis árido en el que pareció no ocurrir absolutamente nada.
Curiosamente, la firma encargada de cerrar ese paréntesis forever and never ha sido Etnia Barcelona, que el pasado jueves 19 de abril celebraba uno de esos eventazos que corrían de boca en boca por toda la ciudad envuelto de un halo realmente místico. Las conversaciones eran del tipo «¿vas a ir al evento de Etnia?», «Claro, tú también, ¿no?», «Obvio», «Es que además… eso», «¿Eso qué?», «Eso», «¿Qué es eso?», «¡ESO!», «¿¡QUÉ!?», «Joder, que pinchan Hot Chip«, «Wha?«, «Pues eso», «Entonces no me lo pierdo», «Oye, pero no vayas diciéndolo por ahí, ¿eh? Que es medio secreto». Y, dos minutos después, ya lo sabía media Barcelona.
Eso sí: no os creáis que era fácil conseguir entrar en el eventazo que había montado Etnia Barcelona: la lista de la puerta era draconiana y, si algo ha demostrado la firma en los últimos años, es que sabe cómo marcarse las mejores VIP Lists de la ciudad. En este caso, bastaba cruzar las puertas de la flagship store para darte cuenta de que algo flotaba en el aire… Ya lo sabes: todo lo caliente sube hacia arriba, y eso es lo que tenías que ir haciendo a través de las diversas plantas de esta tienda hasta que dabas con el primer piso en el que hubiera festivalón montado.
Al fin y al cabo, la jarana ocupaba varias plantas: una en la que había comida y bebida (y gente de bien), otra en la que estaban los djs y, claro, esa terracita privilegiada en la que daba un gusto tremendo aprovechar los primeros apretones de la primavera para encontrarse con toda esa gente que había estado invernando en los meses de frío y que ahora por fin volvías a ver dispuesta a quemar todos los cartuchos eventistas. De nuevo, en este eventazo de Etnia Barcelona estaba todo el mundo que tenía que estar: influencers, periodistas y gente de la industria de la moda, todos con un máximo común denominado que no es otro que molar lo más grande y ser guapos todos. Si no nos créeis, mirad las fotos al final de este artículo.
Claro, y aquí podríamos alargarnos hablando de las excelencias de la sesionaca que se marcaron Hot Chip, de cómo te ibas encontrando continuamente con gente escalera arriba y escalera abajo, de cómo iba subiendo cada vez más el caloret social de la flagship store… Pero hay cosas que mejor deben quedar ocultas por un velo de misterio. Solo os revelaremos una cosa: Etnia Barcelona lo ha vuelto a hacer y puede enorgullecerse de haber montado un eventazo del que hablaremos durante años. Porque, oye, ¿cuántas veces has estado tú en un evento en el que Hot Chip estaban ahí, a dos metros, mientras tú apurabas tu copita de vino blanco? [Más información en la web de Etnia Barcelona]