Este artículo pone en común a Texxcoco y Medalla porque por las venas de ambos corre el rock (aunque de forma distinta)… y porque son tus dos nuevas bandas españolas favoritas.
¿DE DÓNDE SALEN? Medalla, de Barcelona. Texxcoco, de Las Palmas de Gran Canaria, aunque actualmente están afincados en Madrid. La distancia que separa sus orígenes geográficos se acorta gracias al estilo que los conecta: el rock. Eso sí, la manera en que modelan unos y otros esa materia es diferente: si Texxcoco manejan una mezcla de garage, noise, post-punk, surf y psicodelia, Medalla hacen lo propio introduciendo pop, krautrock, psych-rock e incluso heavy metal en una batidora que, de algún modo, condensa los sonidos de los grupos de procedencia de sus miembros.
Este detalle se entiende mejor cuando se repasa la alienación de Medalla: Benoît García, de Rapaza (bajo, coros y flauta travesera); Joan Morera, de The Stagpies (guitarra y coros); Marc López, de The Zephyr Bones (batería y coros); y Eric Sueiro, de The Saurs (voz principal, guitarra y sintetizador), que fundó Medalla junto a su antiguo compañero Engui (quien ya no pertenece al grupo) tras la disolución de The Saurs en 2016. Así que no resultaría descabellado afirmar que, una vez completada la formación, Medalla acabaron convirtiéndose en una suerte de súper-banda de la escena independiente barcelonesa.
Al mismo tiempo que Medalla echaban a andar, Texxcoco publicarían sus primeras referencias discográficas: el EP “Blu” y el mini-LP “Psychonaut”, editados por Clifford Records. Esos fueron los dos pilares sobre los que Adriana Moscoso (voz y guitarra), Joshua Delgado (bajo), Cristian Muñoz (batería) y más adelante Héctor Pérez (guitarra) cimentaron una trayectoria que sólo podía ir hacia arriba. De ahí que Suberfuge los fichara en verano de 2017 como grupo de gran proyección de futuro. A partir de aquel momento, los grancanarios fueron dando los pasos necesarios para alcanzar su reciente estreno en largo, “Disorder” (Subterfuge, 2018). También en 2017, Medalla debutaron en directo como parte del cartel del Primavera Sound y, en el tramo final del año, ofrecieron su primer LP, “Emblema y Poder” (El Segell del Primavera, 2017).
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… Medalla describen su música y sus letras de una manera peculiar: “Épica romántica en un espacio imaginario que se encuentra entre Judas Priest y El Columpio Asesino”. Estas palabras por sí solas son suficiente motivo para explorar “Emblema y Poder” y comprobar cómo los barceloneses dan rienda suelta a su ideario lírico y visual (sus canciones van más allá del disco y adquieren nuevos significados gracias a sus videoclips, que remiten tanto al misticismo de la película “Excalibur” como a la lisergia silvestre de King Gizzard & The Lizard Wizard).
Y resulta que esa definición es muy acertada: “Deporte en Vano” (con su toda su fina ironía) juega con el rock regado de sintetizadores de los 80, “Fortaleza” y “Caballero Triste” no ocultan su ADN germánico y “Máquina de Plata” hace que nos imaginemos a Motörhead convertida en una banda de pop, elemento que en manos de Medalla se combina perfectamente con el rock hasta producir temas de impacto inmediato y directo como “Sable Negro”.
Por su parte, Texxcoco han demostrado que los tienen bien puestos. Y no nos referimos a huevos, sino a los ovarios de Adriana, que en el vídeo del sencillo de “Velvet Love” aparece junto a otras chicas a pecho descubierto para denunciar la hipocresía y la doble moral con respecto al cuerpo femenino que reinan en internet en general y en las redes sociales en particular. ¿Cómo reaccionó YouTube? Retirando el clip en una clara muestra de censura de la libertad de las mujeres para mostrarse como quieran… hasta que el revuelo generado le obligó a volver colgarlo en la plataforma (con restricción de edad, eso sí).
Esta polémica, sin embargo, no debería dejar en segundo plano el contenido de “Disorder”, que se mueve entre la luminosidad cuasi californiana a lo Best Coast de la mencionada “Velvet Love” y “The Other” y la efervescencia garagera de “Lucifernando” y “No Beach”, los cuatro singles extraídos del álbum que establecen las coordenadas fundamentales del disco. Dentro de ese esquema sonoro, Texxcoco despliegan todo su arsenal de electricidad y ritmos enérgicos, canalizados por las vehementes cuerdas vocales de Adriana impulsadas por el espíritu riot grrrl.
PREDICCIÓN DE FUTURO. Así como “Emblema y Poder” es un disco explosivo pero de largo recorrido, la trayectoria de Medalla tiene pinta de que progresará como una carrera de fondo, con la determinación y firmeza que se derivan de la potencia del LP y que el grupo vuelca con alta fidelidad en sus directos. De hecho, en esa tarea se encuentran ocupados, lo que les llevará a diversos puntos de la geografía española compartiendo escenario con otras bandas que componen el batallón del nuevo rock nacional como Camellos, Carolina Durante o FAVX.
Texxcoco también están inmersos en idéntica labor y ya han confirmado su presencia en algunos de los festivales más importantes de España. Por lo tanto, sería extraño que, ya sea en el norte o en el sur del país, no se los topen subidos a las tablas dando cera armados con las canciones de “Disorder” y demostrando por qué son ahora mismo abanderados del rock alternativo grancanario junto a otros vecinos con base de operaciones en Madrid, Solo Astra.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Rock + amigos del metal + alto voltaje + melodías certeras = Medalla / Rock garagero + surf-pop + efervescencia guitarrera + descaro riot grrrl = Texxcoco
MÁS EN… la web de Medalla y en el Bandcamp de la banda. // Más en el Facebook de Texxcoco.
MIRA… “Sable Negro” de Medalla y “Velvet Love” de Texxcoco.