A todos nos gusta un buen subidón en medio de una sesión de baile… Pero, mira, es que los subidones de esta mixtape de Kölsch son tan elegantes que cuesta creerlo.
Voy a empezar por el final: si tuviera la oportunidad, os prometo que obligaría a Kölsch a desterrar el sombrero de su vida. Sí, ya sé que forma parte de su identidad estética y que todo el mundo le reconoce precisamente por eso de que siempre va con su gorro de ala ancha en la cabeza… Pero, oye, que algo forme parte de tu identidad estética no significa que esa identidad estética sea correcta. Y, seamos sinceros: el musicón que practica este dj es demasiado gigante como para que cualquiera lo menosprecie por culpa de las pintas ligeramente ridículas del artista.
Porque así os lo digo: a mi me pasó. Durante cierto tiempo, prefería obviar las bondades de Kölsch en la mesa de mezclas por culpa del dichoso sombrero (y por las fotos de promo con mirada y pose intensita que se gasta el hombre). No fue hasta que me vi a sus pies bailando como si no hubiera un mañana en el Sónar 2016 cuando tuve que reconocer que, mira, lo del sombrero es imperdonable, pero este señor se gasta unas sesiones que no son ni medio normales.
¿Cuál es el secreto de su infalibilidad en cuanto se pone a los platos? Fundamentalmente, Kölsch es capaz de conjurar una rarísima magia que solo él sabe cómo conseguir: sus sesiones de elegantísimo techno se basan en una sucesión de subidones que ríete tú del EDM… Pero, ojo, porque Köslch es capaz de pegarte unos viajes de la hostia sin resultar facilón ni chabacano, sin necesidad de recurrir al drop cansino ni al chunda-chunda de extrarradio. Lo suyo, ya lo he dicho, es pura elegancia.
Elegancia como la de la hora y media de este «The Cover Mix» que Kölsch mezcló hace algunos meses para Mixmag y en el que incluso se permite la extravaganza de partir de piezas a piano. ¿Sorprendido? Pues, oye, si te sorprende esto, que sepas que este señor estará pinchando el próximo sábado 10 de marzo en Razzmatazz Clubs (Barcelona). Así que toca olvidarse del sombrero… y ponerse en sus manos. [Más información en el Soundcloud de Kölsch]