The Pains of Being Pure at Heart están presentando su nuevo disco con una gira por España… ¡Un momento perfecto para entrevistar a Kip Berman!
Los tiempos musicales avanzan tan rápido que es probable que las nuevas hornadas de aficionados al indie-pop vean a estas alturas a The Pains Of Being Pure At Heart como un grupo veterano que, eso sí, logró en su día revitalizar su género favorito por la vía del revivalismo twee-shoegaze bien entendido y mejor practicado. Pero, en cierto modo, razón no les falta a todos aquellos que ven a la banda de Kip Berman desde una distancia cada vez más larga. Claro, han transcurrido ocho años desde la fulgurante salida de su apoteósico LP de debut, “The Pains Of Being Pure At Heart” (Slumberland, 2009), por mucho que los que peinamos canas nos neguemos a aceptarlo porque su llama sigue viva en nuestros corazones como cuando se encendió gracias a unas canciones que parecían llegar directamente de los 80 y 90 listas para resistir el paso de los años.
Nuestra reseña de “Days Of Abandon” (Yebo Music, 2014), el anterior álbum de los Pains, ya lo dejaba caer: los neoyorquinos no iban a mantener su jovialidad para siempre; y su luminosa belleza melódica y guitarrera no sería eterna… Las leyes de la naturaleza y la vida son implacables. Así que, inevitablemente, sus efectos también alcanzaron a The Pains Of Being Pure At Heart… En un primer momento, se modificó su alineación original, en la que sólo permaneció Berman tras la marcha de sus antiguos compañeros en el camino hacia el mencionado “Days Of Abandon”. Y, más adelante, varió el punto de vista musical (tanto lírico como sonoro) del grupo, reformado y capitaneado por un Kip que entraba de lleno en la etapa adulta con “The Echo Of Pleasure” (Believe Direct Limited / Painbow, 2017) en el horizonte.
Aquí encontramos la clave que antaño temíamos se hiciese realidad: The Pains Of Being Pure At Heart transitan por su época de madurez. Un tópico que, en mayor o menor medida, se cumple en “The Echo Of Pleasure”, que Kip compuso y grabó después de contraer matrimonio y antes de que naciese su primer retoño. Pensar en esta situación nos hace observar la irrupción de los Pains a finales de la década pasada aún más lejos si cabe. Y, a la vez, creer que el entusiasmo y la melancolía juvenil característicos de los neoyorquinos han desaparecido. En definitiva, sería una manera de admitir que “The Pains Of Being Pure At Heart” emergió en un momento único e irrepetible, de igual modo que su impacto fue muy difícil de reproducir (y sentir) de allí en adelante.
Por tanto, “The Echo Of Pleasure” funcionaría como una bofetada de realidad: ya no somos los de antes. ¿Y los Pains? Tampoco. Pero no nos golpeemos el pecho por la frustración, ya que la banda mantiene su vitalista nervio pop sano e intacto. De hecho, en el disco predominan los ritmos briosos, excepto la final “Stay”, cuya reposada nostalgia encierra un significado más amplio de lo que relata su letra… Kip Berman nos lo explica -en plena gira española, que finalizará el próximo 21 de octubre- con la misma transparencia a la que recurre para hablar de su vida actual, del funcionamiento y el estilo de su grupo, de sus preocupaciones como músico, marido y padre de familia y, lógicamente, de “The Echo Of Pleasure”, que podría ser el último trabajo de The Pains Of Being Pure At Heart… o no.
En los últimos años ha habido cambios en la formación de The Pains Of Being Pure At Heart y sólo te mantienes tú como miembro original. ¿Se puede decir que se ha convertido en un proyecto personal o todavía la consideras como una banda? Sigue siendo una banda. Siempre he escrito todas las canciones y luego he invitado a amigos a que vengan a tocar conmigo. Nunca ha habido extraños en los Pains: son personas que están en mi vida y que, además, resulta que tocan ciertos instrumentos.
¿Cómo afrontaste las tareas de composición desde que te quedaste solo al frente? La verdad es que siempre he sido yo el que escribía las canciones, así que no ha habido nada diferente a este respecto.
¿Qué queda en el actual Kip de aquel de la época inicial de los Pains? Sigo siendo el mismo. Sigo escribiendo canciones y tocando y vendiendo camisetas después de los conciertos.
En esta etapa has vivido otros cambios importantes en tu vida: te has casado y has sido padre. ¿Ha influido todo ello en “The Echo Of Pleasure”? El disco fue escrito y grabado antes de que mi hija naciera. Pero, ciertamente, sentir el cambio inminente en mi vida me obligó a hacer el mejor disco posible. Esta es siempre mi meta, y espero que también sea la meta de todo el mundo. Pero, esta vez, sentía algo diferente en mi vida. Así que saqué lo mejor de mí para hacer algo mejor que todo lo que había hecho anteriormente. No por mi vanidad, sino como una ofrenda de amor a la gente que quiero.
¿Se puede afirmar que “The Echo Of Pleasure” es un disco de madurez en comparación con tus anteriores trabajos? Simplemente intento escribir buenas canciones. Las canciones tratan habitualmente de mi vida o de la gente que tengo cerca. Eso nunca ha cambiado. Ya era un adulto mucho antes de que nuestro primer disco saliera a la luz.
En “The Echo Of Pleasure” se aprecia mucho amor, quizá más familiar y de amistad que estrictamente romántico. ¿Se debió a cómo viviste y vives tus nuevas responsabilidades familiares? ¿Muere el ‘amor romántico’ en el mismo instante en el que te casas con alguien? ¿Pasa a ser ese alguien parte de tus amigos y tu familia? Yo no veo así el mundo: no hay nada más intenso y repleto de sentimientos que el amor duradero. No es estático y complaciente estar siempre con la misma persona, sino que es algo que va cambiando. Todo lo que haces se magnifica con el tiempo: las consecuencias son algo con lo que vives y con lo que tendrás que vivir siempre.
En los últimos meses, dentro de la música estadounidense han surgido muchos ejemplos de protesta contra la presidencia de Donald Trump en forma de canciones. ¿No tuviste la tentación de hacer algo parecido en “The Echo Of Pleasure” pensando en el presente y en tu futuro y el de tu familia? El disco se grabó en enero del año 2016, y se escribió mucho antes de esa fecha. Donald Trump no era un problema por aquel entonces.
Cuando los Pains publicasteis vuestro primer álbum se comprobó que manejabais vuestras influencias con gran habilidad y brillantez. Después, con el paso de los años, otros grupos se fijaron en vuestra forma de hacer música. ¿Crees que, de alguna manera, los Pains os convertisteis en influencia? Sería un honor para mí que fuera verdad lo que dices. Siempre intento hablarle a la gente de las bandas geniales que adoramos, y creo que lo que realmente ocurre es que las bandas de las que hablas se ven influidas por las bandas de las que hablamos nosotros.
¿Cómo se defiende el indie-pop clásico como el de los Pains frente al pop actual que sigue otros conceptos y direcciones? No estoy muy seguro de a qué te refieres al hablar de ‘indie-pop’… Me gustan muchas bandas nuevas como Fear of Men, Night Flowers, Beverly, Japanese Breakfast, Makthaverskan o Frankie Cosmos. No estoy demasiado seguro de si su sonido es nuevo, pero componen buenas canciones y eso es lo importante para mí. Pero, en serio, lo que escucho en casa es más bien The Velvet Underground, Leonard Cohen, Joni Mitchell, David Bowie y muchos otros discos viejos de antes de que yo naciera. Mucha de la nueva música es buena, pero no siento celos hacia otras bandas ni voy a intentar emular su sonido. Sólo intento escribir buenas canciones, así que el tipo de música es menos importante para mí que lo que estoy diciendo o que capturar los sentimientos adecuados.
Por vuestro tipo de sonido, los Pains sois, probablemente, uno de los grupos estadounidenses más británicos… ¿Lo consideras así? ¡Ha! Esto es interesante. Yo diría que tenemos un toque escocés, ¿no? Muchas de las bandas que nos inspiraron en nuestros inicios venían de Escocia: Orange Juice, The Pastels, The Jesus And Mary Chain, Teenage Fanclub, Close Lobsters, Belle And Sebastian, The Vaselines, Aztec Camera… Me parece alucinante que un país tan pequeño como Escocia haya producido una cantidad tan tremenda de la música que adoro. Sea como sea, yo crecí en Estados Unidos, de una forma bastante normal. Escuché mucho a Tori Amos, Tom Petty, Yo La Tengo, Sonic Youth, Pavement y a las bandas de punk y hardcore que íbamos a ver con mis amigos del instituto. De hecho, mis amigos y yo no éramos guays, y la música británica se consideraba ‘underground’ en América. Cosas como The Cure, que fueron y son una gran banda, sólo nos gustaban a mí y a mis amigos góticos. Había cierto componente de escapismo cuando escuchaba bandas de otros lugares, como si su diferencia fuera un espejo de lo diferente que yo me sentía con respecto a la gente de mi alrededor en aquellos tiempos.
“The Echo Of Pleasure” es un disco que prolonga el estilo de “Days Of Abandon”, en el sentido de que se acerca más al indie-pop de los 80 que al de los 90, como en vuestros inicios. De hecho, vuelves a apostar por el pop diáfano y no por el shoegaze / noise-pop. ¿A qué se debió esa decisión? ¿No deseabas regresar a tus orígenes, como si quisieses remarcar la diferencia de los Pains del presente con respecto a los del pasado? Esta es una idea muy interesante, la verdad. Una vez he hecho un disco, realmente no siento la necesidad de hacer lo mismo otra vez. No es que no me guste el sonido de nuestro primer álbum, de «Belong» o de «Days Of Abandon«, pero intentar recrear todo aquello me parece algo vacío y destinado a ser una versión ‘menos buena’ de algo que ya he hecho. En «Days Of Abandon«, por lo menos había un esfuerzo consciente de hacer exactamente lo opuesto a las guitarras noise de «Belong«: quería que las canciones fueran poderosas sin ser ruidosas. Puede que suene idiota, pero tenía miedo de que nos viéramos forzados a hacer discos más grandes, pero no mejores. Así que intenté escribir las mejores canciones que pudiera y grabarlas de una forma que también pudieran tocarse en un bar, no en un estadio. Quería esa inmediatez en la que simplemente coges tus instrumentos y te pones a tocar.
En cuanto a «The Echo of Pleasure«, no tenía ni idea de lo que saldría. Mi mujer estaba embarazada y yo sabía que, cuando mi hija naciera, querría tomarme un tiempo para estar en casa, sin girar durante un tiempo. Así que quería hacer algo que capturara cómo me sentía en aquel momento. Y en aquel momento mi vida se sentía repleta de maravilla, excitación y también preocupación. Quería hacer algo mejor de lo que había hecho hasta el momento, precisamente porque sabía que tenía que hacerlo mejor para esa personita que estaba a punto de entrar en mi vida. No tenía nada que ver con mi vanidad o con probar nada al resto de bandas, sino que tenía que ver con probarme a mí mismo que podía hacer algo realmente especial.
Llama la atención que, a pesar de que pueda ser un disco de madurez, en “The Echo Of Pleasure” predominan los ritmos uptempo, excepto en la final “Stay”. Parece que, independientemente del paso del tiempo y de las circunstancias del presente, las canciones de los Pains viven una eterna juventud, como si no quisieran perder nunca el ímpetu juvenil… Estoy bastante seguro de que cualquiera que viese la fuente de la juventud moriría prematuramente. Para mí no es importante, ni incluso deseable, ser joven para siempre. Sólo una persona joven sería lo suficientemente idiota como para pensar que lo único importante en la vida es ser joven. Las mejores canciones no son ni alegres ni tristes, sino que capturan la plenitud de estar vivo. Y no puedes capturar esa plenitud si estás atrapado en una edad concreta o en una actitud. Las cosas que me motivan para hacer música no tienen nada que ver con la juventud, sino con todas las caras de la vida que he vivido.
Hablando de la canción “Stay”, su tono reposado y melancólico y una frase como “when the music dies and the lights come on, I’ll stay with you” invitan a pensar en una hipotética despedida de The Pains Of Being Pure At Heart… ¿Es cierto que “The Echo Of Pleasure” podría ser el último disco del grupo? Hay parte de razón en esta apreciación en torno a «Stay«. Pero, para mí, esta canción más bien trata de justo lo contrario. Después de todas las luces, el hype y la fama, después de que todo el mundo deje de preocuparse por ti, yo estaré ahí, yo seré sincero. La canción puede tratar de una persona, puede tratar de la banda… o puede tratar de ambas. [Más información en la web de The Pains of Being Pure at Heart] [The Pains of Being Pure At Heart actúan el 13 de octubre en Ferrol (Teatro Jofre), el 14 en O Grove (Praza do Corgo), el 15 en Madrid (Joy Eslava), el 16 en Córdoba (Hangar), el 17 en Sevilla (Sala X), el 18 en Granada (Lemon Rock), el 19 en Valencia (Teatro La Rambleta), el 20 en Barcelona (Bikini) y el 21 en Santander (Escenario Santander)]