Morrissey tiene nuevo disco y, por lo tanto, lo presenta con una nueva canción: «Spent The Day In Bed»… Así suena. Y esto es lo que opinamos.
La figura de Steven Patrick Morrissey ha alcanzado tal estatus de emblema dentro y fuera de la esfera musical independiente que cada uno de sus movimientos se escruta con la minuciosidad de un examen sociológico y la frivolidad propia de las noticias de la prensa rosa. Así de contradictoria se presenta la polvareda que se suele levantar en torno a Morrissey, en la misma medida en que él mismo exhibe su contradictoria personalidad, hasta el punto de rozar a veces la autoparodia.
El ejemplo más reciente de ello, a propósito del anuncio de la salida el 17 de noviembre de su próximo disco, “Low In High School” (BMG / Etienne Records, 2017), se produjo con su plena incursión en el universo digital más allá de Facebook, tanto a través de su primera web oficial (morrisseyofficial.com) como de su primera cuenta en Twitter, cuyo análisis a cargo del compañero Raül de Tena conduce a una conclusión: Moz no está hecho para los tiempos modernos. O, dicho de otro modo: intenta ser moderno, pero es un antiguo, como si se hubiera quedado anclado en la época que relata el biopic “England Is Mine” cual Dorian Gray empeñado en no abandonar su post-adolescencia. Este hecho, sin embargo, seguro que no preocupa a su rendida legión de fans: ellos lo prefieren así, con su aura de siglo XX, de la que se empapó en su momento para alabar el voto favorable al Brexit. Pero esta es harina de otro costal…
Otra de sus últimas contradicciones se reveló cuando se conocieron los detalles de la edición y distribución de “Low In High School”, realizadas bajo el paraguas de su propio sello (Etienne Records) y BMG, en una demostración de que Morrissey es capaz de tropezar con la piedra de las grandes discográficas las veces que le dé la gana porque él lo vale. No le sirvió de nada la lección extraída de su abrupta ruptura con Harvest Records y Capitol Music, que habían publicado el anterior “World Peace Is None Of Your Business” (Harvest / Capitol, 2014). A ver si esta vez la relación entre uno y otra fructifica, pese que su historial con las major es tumultuoso. La industria musical ha cambiado, aunque a Morrissey no le importa: un hombre que ha publicado sus memorias en Penguin Classics no puede rebajarse a encargarse de ciertas tareas él mismo. Otra vez, lo antiguo contra lo moderno.
Frente a esta afirmación, cabe la posibilidad de que seamos más benévolos y simplifiquemos la cuestión a que Moz es un clásico, no un antiguo, en su condición de uno de los pocos bastiones que quedan en pie (a pesar de sus no tan lejanos problemas de salud) del pop de antes. Y parece que él se siente a las mil maravillas interpretando ese papel, así como el de defensor a ultranza de un pensamiento legítimo pero plasmado con una narrativa, en ocasiones, diluida por el veloz ritmo de la modernidad. Basta con ver la controvertida portada de “Low In High School” (como imagen de portada de este mismo artículo), el imaginario instante previo a “The Queen Is Dead” .
Cuando el disco vea la luz, habrá tiempo de estudiar la fijación de Morrissey por Israel (en su tracklist aparecen “The Girl From Tel-Aviv Who Wouldn’t Kneel” e “Israel”) y confirmar si en él vierte sus textos más políticos hasta la fecha porque intenta “capturar el zeitgeist de un mundo en constante cambio”. Por el momento, “Spent The Day In Bed”, su primer single de adelanto, avanza ese espíritu discursivo, pero se desdibuja a medida que se escucha a un Morrissey plano cantar que se pasó el día en cama para sentirse bien por una vez, recomendar no ver las noticias porque son un asco y aconsejar no salir de casa ni para ir al trabajo. Aquí tenemos otra contradicción: nos vende en la tapa de “Low In High School” que hay que cortar las cabezas de la monarquía pero mejor no cruzar la puerta del hogar para entrar en acción.
Si musicalmente, al menos, “Spent The Day In Bed” ofreciera las razones suficientes para creer que Moz tiene opciones de remontar el bajón que supuso “World Peace Is None Of Your Business”, su llamada a la desidia podría colar como cuando emitía sus quejidos a los inadaptados hace 30 años. Pero, como ocurría en su mentado anterior LP, la trama sonora no está a la altura. La esquelética estructura de “Spent The Day In Bed” (apoyada sobre todo en teclados) y su melodía rutinaria (demasiado previsible en el esquema que viene aplicando desde “You Are The Quarry” -Sanctuary, 2004-), sugieren que Morrissey la compuso con el piloto automático activado, olvidándose de insuflarle alma y sentimiento, más allá de que buscase que destacase el mensaje sobre el medio.
Mientras Steven Patrick Morrissey va saltando de contradicción en contradicción, “Low In High School” se presenta como su oportunidad para demostrar que todavía le queda fuelle para hacer que, aunque no nos creamos del todo sus proclamas, sí lleguemos a conectar mínimamente con su música y no nos desorientemos en su nuevo tratado sobre ‘cómo piensa Morrissey’.
Más información en la web de Morrissey.