El FIB 2017 se cierra con dos jornadas en las que lo que triunfó fue la letra pequeña de su cartel: Mala Rodríguez, Las Bistecs, Kaytranada, Slaves…
Resulta increíble pensar que las jornadas del sábado y domingo del FIB 2017 que acabamos de cerrar pertenecieran al mismo fin de semana… Al fin y al cabo, fueron días (e itinerarios) muy distintos entre ellos. Pero empecemos por el principio: el sábado bien podría reducirse a tres conciertos. ¿Cuáles? La Mala Rodríguez, Las Bistecs y el dj set de Cascales. Nada más.
¿Por qué sólo esto? Porque fue, sin lugar a dudas, lo más auténtico y divertido de la jornada.
Mi sábado arrancó con un encuentro con Las Bistecs. Aunque pueda parecer que el dúo de Barcelona es puro postureo, resulta que no es así. Para nada. Dos chicas, dos amigas, dos trabajadoras, una estudió cine y la otra bellas artes y, a través de la iconoclastia compartida, quieren lanzar mensajes.
Pero, antes, entre cerveza y cerveza y paseo y paseo a lo largo y ancho del el recinto del FIB 2017, acabé en el concierto de la Mala Rodríguez (en el escenario VISA). La verdad es que me faltan palabras para expresar lo tremendo que fue este show. La Mala está estupenda, pero lo que más me impactó no fue su belleza ni su energía física sino su energía mental… Un amigo me explicó que hace años que sigue a Rodríguez y que, cuando empezó, sus directos no tenían nada que ver con lo que está haciendo ahora. Impacta la fuerza de la artista sobre el escenario: la Mala irradiaba seguridad y carisma, y sus letras, aunque de sobras conocidas, cobraron un nuevo sentido. Además, era imposible no quedar hipotizada con las cuatro bailarinas que había sobre el escenario: se cambiaron varias veces de look (siempre vestidas de negro, eso sí), y hacían twerking, coreografías, salían a bailar con pistolas de agua, con banderas gigantes, rodeadas de humo de colores. ¡Rendidos ante la Mala Rodríguez!
Y después, como avanzaba más arriba, llegó el turno del dúo dinámico del electro-disgusting: Las Bistecs. Estas chicas catalanas fascinaron no solo con su versión de las canciones en directo, sino sobre todo debido a su escenario. Con inflables gigantes, recrearon el cuadro “Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista.” sobre el escenario… Y, esto, a ver, ¿a quién carajo no le parece una genialidad? Ya solo con eso se metieron a todo el público en el bolsillo. Pero es que, para más inri, cerraron su actuación chillando “qué mal gusto tenéis por escuchar esto”. Hay que ser fans.
Lo último y mejor de la noche del sábado fue el dj set de Cascales en el escenario Radio 3 FIB Club (vamos, la carpa blanca). Durante casi dos horas, Cascales (habitual en Razzmatazz de Barcelona) pinchó a Whitney Houston, Jay-Z, Britney Spears y toda una mezcla de estilos musicales que transitaron del rap al hip-hop y que incluso se permitió paradas pop como la de Dua Lipa. Por poner un ejemplo ilustre. Mi momento favorito de la noche fue cuando al escenario subieron Ana Perrote de Hinds, su novio Samuel Acevedo y su amigo y tour manager en España, Álvaro E. Mingo. Eso sí que fue un cierre de sábado estupendo y altamente divertido. Y ya.
El domingo, cuarto y último día del FIB 2017, todo fue mucho más tranquilo. Quizá porque el festival ya estaba a punto de terminar y/o porque la gente estaba demasiado cansada… Sea coo sea, el rapero One Path, uno de los proyectos más interesantes y emergentes del pop/rap nacional, triunfó en el escenario Radio 3. Si todavía no le conoces, echa un vistazo a alguno de sus vídeos en YouTube, aunque hay que reconocer que el chaval se hizo conocido básicamente por parodiar la portada del “Siempre” de AGZ.
A continuación, y un poco a regañadientes, fui a ver a Dua Lipa. Reconozco que no tenía ni idea de que era una súper estrella del pop en Reino Unido… Un amigo se hizo una selfie en backstage con ella y, a cambio, ella le preguntó si el público en Benicássim era guay o era aburrido, a lo que mi colega le contestó que la gente del FIB es una maravilla y que quedaría muy contenta. Y así fue. Aunque Dua Lipa facturó un buen pop prefabricado, al final decidí salir de allá un poco agobiada. Entendedme: no comparto mucho el amor por ese pop tan perfecto sin alma que solo está pensado para triunfar y arrasar, sin mensaje… Así que me escapé para gozar con Slaves.
A estos ingleses les vi por primera vez el año pasado en el Bilbao BBK Live… Y me dejaron alucinada. Son tan solo dos chicos sobre el escenario, pero con tanta energía y fuerza (a lo Sleaford Mods) que acaban transmitiendo y moviendo a sus fans con un chutazo de punk mal hablado. (Apunte: todos los ingleses locos con ellos, como con Dua Lipa… pero diferente). Uno de los miembros, Laurie, que es padre desde hace unos meses, asistió al festival con la familia al completo. En la zona VIP se le podía ver paseando con el bebé (que llevaba unos cascos antiruido plateados) y daban la impresión de ser la típica familia de músicos mega cool y mega adorable. Es curioso cómo alguien con tanta rabia en el escenario parece ser un océano de paz fuera de él.
A Bad Gyal me la perdí… Pero me llegaron todo tipo de rumores. Algunos dicen que fue muy guay, otros que muy mal. Nunca lo sabremos. Lo que sí que sé es que el dúo de electrónica The Blaze, del que solo pude pillar un tramo de su actuación, resultaron de lo más interesantes, con una puesta en escena en la que brillaban unos biombos que circundaban a los dos miembros de la banda.
El último concierto de la jornada del domingo en el FIB 2017, y también el más esperado, fue el de Kaytranada. En el escenario VISA, el artista plantó cuatro globos gigantes y una pantalla detrás de él. No sé, ¿qué puedo decir sin que se note que soy mega fan de este hombre? El el Sónar Noche del pasado año 2017, su actuación resultó un poco bluff porque esperábamos un live y acabó siendo un dj set, así que me quedé con cara de “caramba”. En esta ocasión, sin embargo, Kaytranada sí que se marcó un directo… ¡Y menos mal!. Arrancó con “Together”, una de las favoritas de su debut en largo “99.9%”, y a partir de ahí los guiris locos. Bueno, ¡los guiris y yo!
Entonces, ¿balance oficial del FIB 2017? Pues, mirad, ha sido puro festivalón. Eso sí, lo ha sido no por los cabezas de cartel (de los que habitualmente lo mejor que se puede hacer es pasar) sino porque, si te fijas bien en la letra pequeña, vas a tu bola y ves lo que quieres ver, al final acabas asegurándote un itinerario de festivalón. [Más información en la web del FIB 2017]