El Basoa 2017 está repleto de grandes nombres… Pero aquí tienes cinco sesionacas de nombres no tan grandes que te harán bailar igual (o más todavía).
En el mes de febrero, el Bilbao BBK Live 2017 (que se celebra del 6 al 8 de julio en la ciudad de Bilbao) anunciaba el cartelón al completo del Basoa y nos dejaba con el culo bien abierto. No era para menos: en la edición del año pasado, este pequeño bosque mágico situado en un lateral del recinto del festival vasco se reveló como la gran sorpresa, como una joya maravillosa repleta de musicón electrónico que creaba un espacio mágico en el que era demasiado fácil perderse. Así las cosas, ¿cómo no ponerse palote inmediatamente en cuanto uno escucha la palabra Basoa de cara al BBK 2017?
Pues eso. La cuestión es que, en cuanto se cerró el cartel del Basoa 2017, en Fantastic nos apresuramos a hacer una recopilación de sesionacas que demostraban que íbamos a volver a perder la cabeza en este lugar tan especial (aquí tienes el artículo, por si te lo perdiste en su día). Pero resulta que el tiempo ha pasado y que, vistas en perspectiva, aquellas sesiones eran las de los cabezas de cartel, los infalibles que sabíamos que nos iban a volver locos sí o sí… Y que, por el contrario, nos dejamos a otros nombres a lo mejor menos evidentes que, sin embargo, también nos van a hacer bailar como si no hubiera un mañana.
Teníamos que hacer justicia. Así que, si quieres a los grandes nombres, puedes seguir el artículo mencionado más arriba. Pero si lo que quieres son sutilezas, si lo que quieres es descubrir joyitas ocultas, a continuación tienes una selección de cinco sesionacas que no te las esperas y que, sin embargo, te van a poner del revés en el Basoa 2017. Avisado estás. [Más información en la web del Bilbao BBK Live 2017]
BAWRUT. Lo de Bawrut fue una de las grandes sorpresas en el pasado Sónar 2017. Os lo explicamos: resulta que nosotros llegamos al recinto el jueves por la tarde con el tiempo justo para ver a Princess Nokia, pero Princess Nokia no estaba en el escenario cuando le tocaba y, en su lugar, salió Barut, que debía actuar más tarde… y que nos hubiéramos perdido si no hubiera sido por este feliz traspié horario. Nos tragamos una sesionaca de tecnazo muy ácido con toques étnicos y africanistas que nos dejó tiesos por sorpresa. Así que, de cara al Basoa 2017, lo de Bawrut ya no va a ser una sorpresa: va a ser algo que buscaremos con ansia.
LENA WILLIKENS. Esto va a ser uno de esos clichés de los que nos vamos a arrepentir en cuanto alguien nos tire de las orejas… Pero, mirad, ¿sabéis la idea que tenemos todos en la cabeza de la chica guapísima y súper lista que, por lo tanto, no se separa nunca de sus gafas de pasta? Pues esa es Lena Willikens: sus sesionacas suelen ser de todo menos simples, y su visión de la música electrónica implica una laberíntica complejidad de géneros a los que la mujer les busca las costuras con una facilidad pasmosa. A un set de Willikens no vas a por el subidón facilón, sino a que te seduzca con artes sutiles. Al fin y al cabo, en lo que a seducción se refiere, ¿no es más efectiva la sutilidad que entrar a saco como un elefante en una cacharrería?
MARVIN & GUY. A la mierda con el cliché del italiano temperamental que tiene que meter toques de italo disco y similares cada vez que se pone a los platos. Mirad, Marvin & Guy no son los djs italianos que cualquiera esperaría: son djs, y son italianos, pero son ambas cosas en sus propios términos. Por algo son piedra fundamental del sello Hivern. Cuando Alessandro Parlatore y Marcello Giordani se ponen a los platos, puedes esperar un viaje a través de exuberantes texturas disco, pero estamos hablando de una visión del disco y de la música de baile que, aunque exude la calidez supurante del house, está medida al milímetro usando la cabeza de la forma más serena y sensata. Lo suyo son sesiones dirigidas a la entrepierna, sí, pero pensadas de forma cerebral. ¡Dinos qué otros italianos hacen algo así!
HONEY SOUNDSYSTEM. ¡Al mundo actual le hacen falta más colectivos como Honey Soundsystem! Ahora que el World Pride de Madrid ha demostrado que la comunidad LGBTIQ sigue anclada en unos clichés bastante absurdos, es hora de que surjan voces que demuestren que otros mundos (gays) son posibles. Jacob Sperber, Jason Kendig, Robert Yang y Josh Cheon se metieron en esto de la música para combatir esos clichés y demostrar que la cultura musical gay es algo mucho más complejo y rico que el chumba-chumba que sale de las carrozas del orgullo. Desde San Francisco, la suya es una reivindicación a múltiples niveles (también se marcan happenings y eventos de todo tipo), pero sobre todo desde los platos y a través de sesiones de electrónica gay que va desde lo histórico hasta la actualidad más rabiosa sin pasar nunca por la casilla del cliché homonormativo. Y dejamos de llenarnos la boca con grandes palabras, porque lo mejor que podéis hacer para comprobar todo lo que estamos diciendo es darle al play y gozar como si no hubiera un mañana.
MOTOR CITY DRUM ENSEMBLE. Os lo decimos por experiencia propia: en un espacio tan mágico y especial como el Basoa (recuerda ¡es un puto bosque!), lo que más funciona es la música con alma. El año pasado triunfaron el disco y el house (y el amor), así que es inevitable que este año nos ponga especialmente palote la sesión de Motor City Drum Ensemble, un tipo que parece empeñado en devolver el corazón a la música electrónica. Ya sea a través de apolillados vinilos de disco primigenio o recién rescatadas tonadillas de música étnica surgida de todo el mundo, a través del house de discoteca ochentera o el techno en el que late el calor más humano, sea como sea, de las sesiones de Danilo Plessow sales con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Quién dijo que nunca más viviríamos un verano del amor?