«Gordito y Manejable» es un cómic sobre sexo y hombres grandotes… Y también es una excusa pluscuamperfecta para charlar un rato con Suso, su autor.
Al toparte con «Gordito y Manejable«, el cómic de Suso que la editorial Mínimo Esfuerzo publica en nuestro país, resulta francamente imposible no pensar en dos de las grandes temáticas con las que al periodismo se nos últimamente va el alma (y la puta bida, tete). Por un lado, el sexo, evidentemente. El sexo, siempre. Usamos el sexo para vender por mucho que, después, critiquemos que todo es sexo y que parece que no existe otra temática. Nos gusta el sexo a todas horas aunque no lo reconozcamos en voz alta por miedo a que piensen que somos unos obsesos. Pasamos más tiempo en Xtube que en YouTube, pero entonces buscamos exploradores con navegación anónima para que nadie se entere. Paradojas de la vida moderna.
Y, por otro lado, está el «plus-size» y el «body positivism», que son dos términos muy fetén y muy políticamente correctos que hemos adoptado desde la cultura anglosajona y desde el mundo de la moda para hablar, básicamente, de los gordos de toda la vida (y, oye, si te ofende el término «gordos», debes saber que yo soy un gordo y estoy escribiendo esto, así que menos gilipolleces). Pues eso: que de gordos y sexo va precisamente «Gordito y Manejable«, y esto debería ser ya suficiente motivo para que este libro se convierta en uno de los cómics de cabecera de absolutamente todo el mundo. Olvídate de buscar el cómic de «Guardianes de la Galaxia» después de haber visto la peli: esto mola mucho más.
Sea como sea, y teniendo en cuenta que yo mismo entro dentro de la doble categorización de «Gordito y Manejable» (¡soy gordo! ¡y me chifla el sexo!), estaba cantadísimo que tomaría la publicación de este cómic como excusa fundamental para charlar un rato con Suso… Ahora sí, una advertencia: quien espere a continuación una entrevista al uso, que se lo quite de la cabeza. Me gusta pensar que, cuando tengo libertad para ello, no soy un entrevistador al uso. Y, sobre todo, lo que está clarísimo aquí es que el mismo Suso no es un entrevistado al uso. Así que vamos que nos vamos.
Leo que eres un “expatriado gallego”… Y me puede la curiosidad: ¿cuándo y por qué dejaste Galicia y qué ibas buscando a Madrid? En 2003 parecía que todo se iba haciendo demasiado pequeño, aunque quizá es que yo me estaba haciendo más grande, más oso. No me fui a Madrid en plan “mamá, quiero ser artista”, me fui con ganas de saber que podía trabajar en algo que no fuese ZARA (que es a lo que aspira así en plan básico un coruñés) y saber que podría tener una vida sexual menos acomplejada. No por mí, que conste.
También leo que lo de dibujar lo haces por las noches y en los ratos libres que te dejan otros trabajos… ¿Cuál es el trabajo más raro que has tenido? ¿Y el que más has detestado? Pues, como dice la canción, he hecho de todo un poco. He sido cuentacuentos, Papá Noel en fiestas navideñas, pintor de brocha gorda y recepcionista / camarero en una sauna gay. Y, antes de que preguntes, ya te informo de que sí, que las anécdotas dan para otro libro. El trabajo que más he detestado, y con diferencia, es el de teleoperador para esa compañía de telefonía que todas conocemos desde que éramos pequeñas. Creo que nunca he estado en ningún otro trabajo tan alienante y horrible.
Tengo que reconocer que lo de #40añosSuso (que se puede ver siguiendo este link) me ha robado el corazón. Pero creo que nunca podría explicarlo con todas sus implicaciones. Si tuvieras que contarle todo el tinglado a alguien que no sabe nada de él, ¿cómo lo harías? Pues es difícil, porque se me da como el culo explicar cosas. Pero lo intento: #40añosSuso fue una forma de asumir mi llegada a los infames 40. Es un poco como si un gato fuese purgando sus años de vida vomitando cada día una bola de pelo, pero una bola de pelo adorable (creo).
¿Y qué tal fue vivir toda la experiencia de #40añosSuso al completo y en primera persona? Pues, aunque parezca tonto, fue muy emocionante. En estos tiempo de incontinencia personal en la que todo el mundo cuenta todo en las redes sociales, me costó mucho decidirme a hacerlo. Yo me preguntaba: ¿será otra chorrada más? ¿Le interesarán a alguien las aventuras de un niño gordo coruñés de los 80? Al final resultó que sí, porque resulta que hay más niños y niñas gordos coruñeses de los 80 de los que pensaba. Fue muy emocionante.
Creo que todo lo de #40añosSuso tiene mucho que ver con lo que podría ser tu imaginario, que es precisamente lo que nos lleva a “Gordito y Manejable”. ¿Podríamos decir que la mezcla entre inocencia, guarradas e ironía es la base de tu estilo? Aunque a veces tengo un punto, según mi señor esposo, sarcástico y descreído, en general sigo siendo un poco Heidi (como me llamaban algunos amigos siendo veinteañero). Me gustan las cosas naifs y sencillas, y el sexo me parece una de las cosas más divertidas y necesarias para el ser humano. Así que, sí, podríamos decirlo y lo decimos.
Me gusta pensar que un autor nunca elige un título por casualidad. Es decir: ¿por qué el diminutivo de gordito? ¿Manejable en qué sentido? ¿Por qué no “osazo y flexible”? Y así hasta el infinito y más allá… En un alarde de cachondeo puro, ¿serías capaz de sobreanalizar el título de “Gordito y Manejable”? Hum, va a ser que eres más profundo que yo. Lo de los diminutivos es algo que los gallegos no podemos evitar. Está en nuestros genes: todo es riquiño, bonitiño, etc. Mi señor editor quería llamar al libro «Guarradillas«, que recoge bien esa parte más cerda e irónica del dibujo. Pero a mí me faltaba algo, así que hice lo que hago siempre: lo comenté con un amigo para que él encontrase la solución por mí. Mientras le explicaba que iba a ser un libro pequeño (11 x 11 cm) con muchas páginas me respondió “entonces va a ser un libro gordito y manejable”. En ese momento se abrieron las nubes del cielo, un arco iris descendió hasta donde estaba y un chulo barbudo y peludo con toga y con alas me dijo “maricón, atento, que te acaban de poner el título en bandeja”.
Siguiendo con el psicoanálisis, ¿de dónde sale tu afición por los hombres grandes? Y no me estoy refiriendo a un trauma infantil, pero ¿cuándo exactamente te dijiste a ti mismo “joder, es que lo que me mola son los tíos grandes y peludos”? Aquí lo que te pasa es que te falta información: no es que me gusten los tíos grandes y peludos, es que me gustan los tíos. Según mis amigos, no tengo un abanico de gustos: lo mío es una ruleta. Lo mismo se me van los ojos con Seth Rogen que con Chris Pratt que con Diego Martín que con Jamie Oliver que… Bueno, creo que se entiende. Yo lo veo como una especie de comunismo sexual: todo para todos.
En la bio de la nota de prensa de “Gordito y Manejable” pone que tus dos grandes pasiones son el sexo con hombres y los cómics de superhéroes. Típica pregunta de periodista con poca imaginación: ¿qué elegirías si te obligaran a quedarte solo con una de tus dos grandes pasiones? Eso sí, te permito que encuentres una tercera solución siempre que sea elocuente y elegante. Los tebeos fueron lo que más me gustaba en el mundo hasta que me masturbé por primera vez… Y ya ni te cuento cuando perdí la virginidad. Pero, afortunadamente, ninguna de mis pasiones ha interferido sobre la otra, ambas se respetan. Si tengo que elegir a estas alturas del cuento, me quedo con el sexo, porque mi retina y mis ojos están ya tan impregnados de tebeos que hasta soñando me monto mis propios cómics.
Hablando de cómics de superhéroes… ¿Cuál es tu TOP 3 de toda la vida? Un top 3 me parece muy escaso, así te lo digo, pero venga. Top 3 de ahora mismo porque a lo mejor me preguntas dentro de una semana y te doy otro. Fuera del top y por encima de todas las cosas estarían «Los 4 Fantásticos» de John Byrne. Fueron mi infancia y mi adolescencia: sin ellos no me imagino haber sido lector de cómics y ahora que Panini (¿esto es publicidad?) los ha sacado en un par de tomos bien hermosos, es el momento de lanzarse a por ellos. Para mí están por encima del bien y del mal. Pero vamos con el Top 3… 1. «Watchmen» de Alan Moore y Dave Gibbons. Lo sé, es un topicazo y Moore ha escrito otras cosas igual de buenas, pero es que «Watchmen» llegó cuando llegó y es de esas obras que se merece la fama que tiene. La narrativa, los temas que trata y el dibujo son la demostración de que los autores estaban en estado de gracia 2. «Zot» de Scott McCloud. Aunque a todo el mundo le gusta más la segunda época, cuando es en blanco y negro, yo me quedo con la primera, en colorinchis. Fue uno de los primeros tebeos que me hizo llorar. 3. «Akira«, de Katsuhiro Otomo. Porque gracias a «Akira» descubrí el manga y flipé en colores con sus páginas de destrucción y caos.
Recurriendo de nuevo a lo del total desconocido, ¿cómo describirías a alguien que no tiene ni idea lo que va a encontrar dentro de “Gordito y Manejable”? «Gordito y Manejable» es una colección de ilustraciones sin narrativa interna, creo. Muestra que el sexo es bonito, divertido y creativo, y que no hace falta ser un Chris Evans de la vida (también me lo follaría -ay, esa escena de Antorcha Humana en la nieve en la peli de «Los 4 Fantásticos«-) para follar a saco y ser feliz.
Esta es tu primera obra impresa… ¿Cómo fue el proceso de creación? Es decir, ¿fue algo casual que salió de forma natural, o te sentaste con la idea de crear una opera prima que deslumbrara al mundo? Fue tan casual como que yo no sabía que iba a ser una obra. Todo se lo debo a Fran de Mínimo Esfuerzo, que vio mis dibujos en Instagram y me escribió preguntando si había pensado en publicarlos y si querría hacerlo con él. Acto seguido nos conocimos y le enseñé porrones y porrones de dibujos hechos en folios reutilizados y en márgenes, esperando que me dijese “quiero algo en este estilo, o mejor en este”, pero a todo me decía “este me encanta, este también y este y este”. Por un momento, tuve miedo al formato de libro con ilustraciones sin nexo ni narrativa e intenté buscar una, pero es cierto que todas las ideas parecían un poco forzadas. Me alegra el resultado del libro porque es como soy yo: un poco inconexo, divertido, inocente y muy sexual… Vamos, que no me senté pensando ni en óperas primas ni hermanas.
¿Y qué sentiste al tenerla por primera vez entre tus manos? ¿Estás contento con el resultado? ”Estoy que me hago pis del gusto”… ¿Es una respuesta demasiado elegante?
“Gordito y Manejable” apela a dos fenómenos que resultan totalmente on point en el año 2017. El primero de ellos es, evidentemente, el plus-size y el movimiento de normalización del cuerpo en todas sus tallas y tamaños. ¿Tiene tu cómic algo de reivindicación a este respecto? Aunque es cierto que en Madrid el rollo oso es ya casi una religión y me cuesta creer que nadie se sienta mal por estar gordo aquí, sí que es cierto que yo crecí siendo el niño gordo del colegio, y es una cosa que cuesta aceptar. Hoy en día, vivimos una dicotomía, por un lado la aristocracia osa que peca del mismo pecado de los que se metían con los gorditos pero contra la gente delgada; y, por otro, en provincias y otros sitios la gente gorda sigue siendo gente gorda, no iconos sexuales. Aunque no quieras, cualquier cosa fuera de cánon llama la atención. Al mismo tiempo, me gusta saber que otra gente lo veis así, porque sí existe esa intención reivindicativa.
El segundo fenómeno sería el sexo. Siempre el sexo. En tu caso, al unirlo con el humor y la ironía, lo llevas hacia una naturalidad que el mundo moderno sigue queriendo escamotearnos. Parece que seguimos anclados en la moral victoriana en la que el sexo equivalía a drama (e incluso a muerte). ¿También hay en tu cómic una reivindicación en este punto? No me canso de decir que, si todo el mundo follase más, el mundo sería un lugar más bonito. El sexo sigue siendo un tabú y a muchísima gente le cuesta vivirlo de forma natural. ¿Por qué? Es una de las cosas más divertidas que se puede hacer. El sexo, siempre con consentimiento de todos los implicados, es una maravilla, un enigma que a mí no deja de fascinarme. El sexo es juego, el sexo es inventiva, es deporte, es filosofía, es todo y el drama no viene por el sexo en sí, sino por factores externos.
Venga, y ya no te doy más la bara. Solo una última pregunta: después de la experiencia de tu primera obra publicada, ¿qué va a ser lo siguiente para Suso? ¿Hibernar durante un año? No, en serio, tengo ya una propuesta para hacer otra cosa. No quiero gafarla, así que no voy a contar mucho, pero será de nuevo algo relacionado con sexo (cómo no) y conmigo. Si no os habéis aburrido ya de mí y os apetece, os aviso cuando ya sea algo más concreto. Luego está el gran proyecto de mi vida, mi gran novela americana: «Dildogs«. Un libro de ilustraciones de perros jugando con dildos. Os lo cuento porque estamos aquí en la intimidad pero, como luego alguien publique algo parecido, no os lo perdonaré nunca. [Más información en el Instagram de Suso y en el Facebok de Mínimo Esfuerzo. «Gordito y Manejable» se presenta oficialmente el 12 de mayo en la librería Molar de Madrid]