Después de que Balenciaga copiara la Frakta, la gente se ha puesto a hacer cosas muy locas con la bolsa de IKEA: tangas, zapatillas, mascarillas…
Vale, ya es oficial: la cosa se nos ha ido de las manos. Pero hagamos una pequeña retrospectiva para poner en contexto todo este tinglado… Todo empezó hace unos meses cuando, en un desfile de Balenciaga, su director creativo Demna Gvasalia hizo desfilar una versión de la mítica bolsa Frakta de IKEA en un fascinante cuero azul. Llovieron los comentarios en los círculos de la moda, aunque nada hacía pensar que, unos meses después, al ponerse a la venta por más de 2.000$, causaría un revuelo tremendo al que desde IKEA supieron responder con el mayor de los humores, tal y como te explicábamos en este otro artículo.
Pero ya sabes cómo funcionan estas cosas y, sobre todo, cómo funciona Internet cuando de viralizar algo en concreto se trata: a la velocidad del rayo. Es por eso que no es de extrañar que, en menos de dos semanas, hayan empezado a surgir todo un conjunto de propuestas bien cachondas que tienen como punto de partida la misma bolsa Frakta de IKEA. Propuestas que, por cierto, tendrían en @a_l_c_h a un predecesor que lleva ya bastante tiempo años marcándose locuras para su cuenta de Instagram como las carteras o el gorro de lluvia.
Pero lo que nos interesa es más bien lo que se está haciendo aquí y ahora, porque la verdad es que resulta francamente sorprendente cómo la gente se ha embarcado en una especie de carrera de fondo para ver quién la lía más parda, quién crea la pieza más surrealista a partir de la bolsa Frakta de IKEA. Nosotros lo tenemos claro: la palma se la lleva el tanga creado por @signeralkov… Pero cerca le andan otras locuras como los zuecos japoneses, la máscara facial, el chándal, las sneakers, la gorra o el choker. ¿Lo mejor de todo? Que nos parece que esto es solo el principio y que, de hecho, lo más loco está todavía por llegar.
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