¿Ha sido la alfombra roja de la MET Gala 2017 la más desastrosa de la historia del evento? Nosotros solo salvamos seis looks… Por algo será.
¿Qué carajo acaba de ocurrir en la alfombra roja de la MET Gala 2017? En serio, ¿alguien lo entiende? Y es que, al fin y al cabo, al evento de apertura de la expo anual de moda del Metropolitan Museum of Arts siempre se le ha criticado que, por mucho que insiste con un dress code muy concreto para cada edición (un dress code que, al fin y al cabo, tiene que ver con la propia temática de cada expo), la gente se lo suele pasar todo por el forro y aparecer en la alfombra roja como si fueran los Oscars. O mucho peor: los Emmy.
Pero, aun así, y por muchas veces que hayamos vertido esta crítica sobre la MET Gala, lo que se ha vivido en su edición del 2017 no tiene parangón… Porque, a ver, quedaba claro que la temática de la exposición centrada en Rei Kawakubo y su trabajo al frente de Comme des Garçons sería complicada a la hora de ser interpretada por los visitantes -y sus looks-. De hecho, la pregunta estaba ahí: ¿era lícito caer en la facilidad extrema de vestir un Comme des Garçons? ¿O habría que buscarle los tres pies el gato y representar los valores de los diseños de Kawakubo a partir del trabajo de otros diseñadores?
Pues ni una ni otra: puede decirse que el 80% de los invitados de la MET Gala 2017 ha decidido no pasar por el mal trago de irse a la wikipedia a chequear quién es Rei Kawakubo o, yoquesé, buscar en Google «diseños más icónicos de Comme des Garçons«. Cualquier cosa. Lo que sea. Menos este desastre que nos obliga a cambiar las tornas habituales: aquí no se trata de ver quién ha vestido mejor o peor, sino quién se ha ceñido a la temática con mayor rigor y acierto.
Por eso, en esta ocasión dividimos lo visto en la alfombra roja en tres categorías: los que se han pasado la temática por el forro de los cojones, los que a lo mejor han seguido un poco la temática pero son un quiero y no puedo y los escasísimos aciertos de etiqueta de la MET Gala 2017.
HELL NO! Resulta curioso pensar que, por una vez, las luces rojas en un evento de este calibre no provengan de los horteras de bolera… Sino de las niñas monas empeñadas en el look princesil que, sublimando la feminidad más clásica, nada tiene que ver con la propuesta agénero y rompedora de Kawakubo (de la que, de hecho, siempre se ha dicho que realiza vestidos que más bien son arquitecturas en las que el cuerpo humano mora como un intruso). En este apartado entrarían Jennifer Lopez y su look de princesa Jasmine de «Aladdin» (Valentino), Hailey Baldwin (Carolina Herrera) por mucho que intentara solucionarlo con un velo o Elle Fanning como reina de la promoción del 2006.
De la misma forma, si resulta que estamos hablando de una diseñadora capaz de realizar vestidos en 2D para eliminar precisamente el género del cuerpo, para enterrarlo dentro de la vestimenta, lo que resulta francamente inaceptable es aparecer en la gala con vestidos hipersexualizados como el mono ajustado de Bella Hadid (Alexander Wang), el ultra escote dorado de Sofia Richie (Topshop), el nude de Kylie Jenner (Atelier Versace), o el trapo transparente de su hermana Kendall Jenner (La Perla).
A las aburridas ni las mencionamos, que para eso tenéis la galería bajo estas líneas… Y, al final, pues están las de siempre, que no han venido aquí a hablar de su libro, sino a que vuelva a decirse de ellas que son unos horteras tremendos sin ningún tipo de sentido de la moda. Ya sabéis a quién nos estamos refiriendo: Madonna (Jeremy Scott para Moschino), Nicki Minaj (H&M), Wiz Khalifa o un Jaden Smith (Louis Vuitton) que decidió que lo mejor que podía hacer era pasearse por la alfombra roja con un ramito de sus propias rastas (recién cortadas, al parecer) en la mano. Muy agradable todo.
[/nextpage][nextpage title=»¿Sonó la flauta?» ]
¿SONÓ LA FLAUTA? Abrimos este apartado intermedio entre el Infierno y el Cielo simplemente para dejar que habiten aquí todo un conjunto de casos intermedios… Aquí estarían, por un lado, aquellos invitados a los que se les intuye cierta voluntad de asumir riesgos, por mucho que esos riesgos hayan acabado por materializarse en resultados pobres, insuficientes o sosos como los de una Gigi Hadid (Tommy Hilfiger) a la que le sobró el golpe de efecto de esa pierna tan «barata», una Lily Collins (Giambattista Valli) que le puso tantas ganas como para copiarle el pelo a Rei Kawakubo o una Zoe Kravitz (Oscar de la Renta) que aprendió bien la lección de los volúmenes de Comme des Garçons pero los aplicó de forma más bien insulsa.
Otro caso muy diferente es el de todas aquellas que escucharon las campanas del avant-garde sonar y las confundieron con las de la extravaganza pura y dura… Ahí están looks imposibles como la muerte por chorreras de Claire Danes (Monse), el OVNI fashionista de Lena Dunham, el soldado del amor de Riley Keough (Louis Vuitton) o Priyanka Chopra como Inspectora Gadget con una gabardina en versión XXL de Ralph Lauren. Chiquis, esto no es riesgo: esto es dar la nota.
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ELLAS SÍ QUE SÍ. Permitidnos que, en este caso, vayamos una por una dejando bien clarito por qué esas seis mujeres han encarnado lo que debería haber sido la MET Gala 2017 (pero que nunca fue precisamente porque el famoseo yanki que orbita alrededor de la edición americana de Vogue nunca será capaz de asimilar el concepto fashion hard de Rei Kawakubo). Vamos de menos impactante a más impactante…
La opción de Tracee Ellis Ross era la más sensata y al alcance de todo el mundo: coger un diseño de Comme des Garçons que sea ponible y que no aniquile del todo tu cuerpo. Si, como bonus, tiene un color tan fascinante como este poderoso azul, bienvenido sea.
Tampoco era muy complejo llegar hasta el look de Lilly Aldridge: coge las ya icónicas botas de Balenciaga para esta temporada, añádele un vestido Ralph Lauren que sea pura asimetría y corónalo todo con un velo lila. Repetimos: no es complejo, pero es altamente efectivo.
Lo de Solange ya es más complicado porque, al fin y al cabo, no todo el mundo tiene acceso a un diseñador tan avanzado como Thom Browne… Pero, ojo, porque incluso con acceso a Thom Browne, no muchas tendrían el buen gusto para optar por darle la vuelta al concepto de «vestido con cola» en versión abrigo de plumas.
Olvídate de Pharrell… Aquí la que brilla es precisamente Helen Lasichanh. Y eso que, al fin y al cabo, también opta por un vestido de la propia Rei Kawakubo para Comme des Garçons. Pero ¿no es este caso mucho más arriesgado (y ejecutado más lejos todavía de las convenciones de género) que el de Tracee Ellis Ross?
Lo de Rihanna en la MET Gala 2017 hubiera sido un winner total si no hubiera optado por dejarse llevar por su aficción a las puti-botas que, al final, malogran uno de los diseños más espectaculares (y arriesgados) de Rei Kawakubo para Comme des Garçons.
Sí, sabemos que a Katy Perry la están dejando a caer de un burro en las redes sociales… Pero tengmos en cuenta una cosa: a los invitados a la MET Gala había que pedirles avant-garde, y a nosotros no se nos ocurre nada más avant-garde que John Galliano para Maison Margiela. Hay que estar muy chalada para llevar esto a un evento público. Pero, en este caso, ¡bendita sea la chaladura de Katy!
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