¿Existe la poesía en la era de Twitter? ¿Tiene un lenguaje propio? Va a ser que sí, y así lo prueba «Houston, Yo Soy El Problema».
««Houston, Yo Soy El Problema» es el libro que he escrito en las notas del móvil mientras estaba de fiesta encerrado en el baño, y también es el libro que he escrito a base de tuits que me daba vergüenza sacar de la carpeta de borradores, y también es un libro con referencias a Britney Spears y a Lydia Davis y a «Spring Breakers» y a Hannah Montana, y también es un libro dedicado a un diseñador ruso y a una modelo y actriz de «Fast and Furious«, y también es un libro que habla de medicinas y de extraterrestres y de la Deep Web, y también es el libro que le hubiese gustado escribir a David Foster Wallace», dice Óscar García Sierra.
Y, la verdad, después de que el mismo autor diga todo esto, ¿qué carajo nos queda a nosotros por decir? En serio, si estas declaraciones de García Sierra no levantan en ti unas ganas tremendas de leer «Houston, Yo Soy El Problema«, no sabemos qué podríamos añadir nosotros para estimular tu interés. Porque la verdad es que nos parece que esta es la definición más literal de «poner toda la carne en el asador» que hemos visto en los últimos tiempos.
Bueno, sí, ahora que lo pensamos, hay algo que queremos añadir… Y es que, básicamente, en Fantastic estamos muy pero que muy a favor de la poesía en la era de Twitter y de todos esos poetas que están llevando el idioma poético y su coyuntura hasta unos límites que ni las vanguardias habían osado con anterioridad. Porque de eso va «Houston, Yo Soy El Problema«, editado en nuestro país por Espasa: de poemas que no pretenden ser poemas pero que acaban siendo una clase magistral de lo que debería ser la poesía en pleno siglo 21.
Más información en la web de Espasa.