Puede que Aloha Bennets ya consiguieran un buen número de fans durante el año 2016… Pero no hay duda de que cuando lo van a petar de verdad es en este 2017.
VIDA. A estas alturas no descubriremos a los aficionados más apasionados del pop-rock garagero patrio quiénes son Aloha Bennets. Pero no está de más recordar cómo Cris, Mireia, Olga y Álvaro refrescaron el ambiente alternativo barcelonés y de allende los límites catalanes a base de golpes punk, surferos y roncanroleros con una pátina lo-fi que conectan con otras bandas noveles similares como Las Odio.
Al igual que en el caso de las madrileñas, 2016 fue el año en el que Aloha Bennets dieron el paso adelante para distinguirse dentro de la nueva hornada del rock independiente nacional estrenándose sobre las tablas en marzo y trabajando en un sonido de aspecto clásico pero infeccioso y urgente que se condensa, por el momento, en dos EPs definitorios de su estilo: “Varadero” (autoeditado, 2016) y “Mahalo” (autoeditado, 2016). Su energía y entusiasmo les permitió subirse a los escenarios de festivales de renombre como el Primavera Sound o el Monkey Week.
OBRA. “Varadero”, aparecido en abril del año pasado, fue la primera piedra de toque para calcular las posibilidades de unos todavía tiernos Aloha Bennets pero que ya exhibían todo su desparpajo en cuatro pegadizas canciones, que iban de la agitadamente californiana “Púdrete” hasta la más garagera “Kobetamendi”, pasando por la guasona “¿Qué es Eso?”. Cinco meses después, en septiembre y con su nombre en cada vez más bocas, publicaron “Mahalo”, que calcaba la línea marcada por su antecesor con otra ristra de temas contagiosos en los que continuaban sin quitar el pie del acelerador (“Varadero”, “Neptuno”) pero también rebajaban el pulso para ponerse más insinuantes (“No me Importas”).
En cualquier caso, ambos EPs sacudían los oídos como si se introdujera en ellos unos Mentos regados de Coca-Cola. Ahora el horizonte de 2017 se abre de par en par para que la corta aunque vibrante carrera de Aloha Bennets siga avanzado imparable. [Jose A. Martínez] [Más en el Bandcamp de Aloha Bennets]
[/nextpage][nextpage title=»Autoescuela» ] [divider]Autoescuela[/divider]
Puede que los asturianos Autoescuela ya tengan a las espaldas varios EPs, pero nos da que va a ser su debut en largo homónimo el que los sitúe más que bien en el panorama patrio.
VIDA. Autoescuela son David y Santi, de Asturias. Esto lo sabemos porque lo pone en su Bandcamp, básicamente. No pone nada más. Bueno, sí: “indie pop lofi punk pop wapisimo Spain” como etiquetas, lo que denota que tienen cierto sentido del humor, y eso siempre está bien. Que son de Oviedo lo deducimos por algunos guiños en sus letras, pero tampoco sabríamos decirlo a ciencia cierta. “Harry Potter y el Misterio de los Autoescuela”: suena a secuela taquillera desde ya.
Lo cierto es que, respecto a los otros grupos de la sección -que suelen tener a lo sumo un par de EPs colgados, y a veces ni eso-, este dúo asturiano está ya un pasín más allá. Tras subir a su Bandcamp una serie de EPs a lo largo del pasado verano, el 1 de enero editaron -siempre sólo plataforma digital mediante- su homónimo disco debut. Pero, pese a tener ya bastante material, sus 30 seguidores en Facebook parecen apuntar a que no los escucha toda la gente que sinceramente creemos debería hacerlo… Y para eso estamos aquí.
OBRA. Para los que tengan en la cabeza el sello estadounidense Orchid Tapes, la manera más inmediata de definir a Autoescuela es decir que no desentonarían en absoluto en su recopilatorio de bedroom-pop “Boring Ecstacy”. Lo que viene a ser planchazos pop breves, guitarras distorsionadas, un tímido drumpad para ordenador en lugar de una batería y mucho lo-fi, pero a lo castizo.
Así, canciones más bien absurdas y con un pequeño toque humorsítico en lo lírico (un Mario Kart asturiano en “Diddy Kong en el Viaducto de la Bolgachina”, Ronald Koeman triste y abandonado en una estación en la canción homónima, La Costa Brava sonando entre sirenas y bailarines de pachanga en la preciosa “Un Paso Atrás”) adquieren en ocasiones un toque tristón y nostálgico, como el “solíamos ir a ver a jugar a tu hermano / entonces nadie había fracasado” de “La Quinta de San Eustiquio”, potenciado por lo melódico. Y cuando se ponen en plan C86, como en “Chica 3000”, consiguen que en casa lleven dos días sin parar de sonar. [Patri di Filippo] [Más en el Bandcamp de Autoescuela]
https://youtu.be/MZvOoLPKpa0
[/nextpage][nextpage title=»Basanta» ] [divider]Basanta[/divider]¿Ocultismo pop? ¿Rock esotérico? Resulta difícil etiquetar a Basanta, pero lo que está claro es que su música es tan fascinante como el fantástico relato de sus orígenes.
VIDA. La realidad dice que Basanta es el proyecto comandado por Roy Basanta, antiguo miembro de los vigueses The Blows. En cambio, la fantasía sugiere que Basanta es una tribu formada por cinco músicos de nombres intrigantes, Sol, Azufre, Sal, Tierra y La Santa, cuyos rostros se esconden tras unas exuberantes máscaras y cuyo discurso se envuelve en un halo espiritual y telúrico.
El relato de su origen es tan imaginativo como esclarecedor: “En el solsticio de verano, los miembros de Basanta disfrutaron de un atardecer mágico, brindaron con vino, cantaron canciones olvidadas y brillaron el pop y las hadas”. Tras esa inspiradora experiencia, Basanta comenzaron su andadura y, durante el estío de 2016, fueron desplegando en directo toda su simbología estética y un sonido de amplios márgenes en el que caben pop beatleliano, psicodelia más rock progresivo y fuzz setenteros.
OBRA. La primera maqueta de Basanta reúne tres demos que reflejan la peculiar narrativa lírica (llena de poéticas metáforas visuales que se balancean entre la sinestesia y la lisergia) y sonora de la formación, en la que la tensión entre luz y oscuridad se resuelve sobre la solidez rítmica, el dinamismo eléctrico, el resplandor melódico y las hechizantes armonías de “Cromestesia”, “Legión” y “Sacrificio”, composiciones de efectos hipnóticos y embrujadores.
Si hubiese que buscar una etiqueta que definiera el (casi secreto) libro de estilo de Basanta, se podría aplicar ‘ocultismo pop’. O ‘rock esotérico’. O música que traslada al receptor a otro tiempo, lugar o, directamente, a una dimensión paralela. Ya estamos esperando a que Basanta prolonguen su aventura mística para que sigan mostrándonos su particular universo y despierten en nuestras mentes nuevas sensaciones… [Jose A. Martínez] [Más en la web de Basanta]
[/nextpage][nextpage title=»Bulto» ] [divider]Bulto[/divider]
Mucho ojito, porque Bulto llevan unos meses petándolo en la escena de Galicia (tanto con sus temazos como en sus directos) y están dispuestos a dar el salto hacia la geografía nacional.
VIDA. La riqueza que brota de la escena musical independiente de Galicia desde el inicio del siglo 21 parece inagotable. El último grupo en ratificar esta teoría es Bulto, cuya aún breve trayectoria ha sido fulgurante: nació en agosto del año pasado y, en diciembre, alumbró su debut discográfico, el (mini)LP “Supermercados Buitre” (La Melona / Discos de Arena, 2016). En tan corto período, a Bulto les dio tiempo a realizar sus primeros ensayos e intervenir en varios festivales locales, pruebas que sirvieron a Charli Gómez (voz y guitarra), O Chicho (voz y bajo) y David Soprano (voz y batería) -procedentes de otros grupos underground como Vozzyow, Uppercut o Avecrem– para sentar las bases y foguear convenientemente su sonido, una poderosa amalgama de punk, stoner-rock y metal (o metal riquiño, como ellos mismo lo definen).
Para que se hagan una idea del tipo de electricidad que maneja el trío, estaría a medio camino entre la que escupen Bala -referencias contemporáneas del rock apabullante en Galicia- y bandas germinadas en el vivero del Liceo Mutante pontevedrés (de Unicornibot a Cuchillo de Fuego).
OBRA. El hasta la fecha único trabajo de Bulto, el mencionado “Supermercados Buitre”, exhibe la cara bestia y mutante del grupo, ya que tanto puede machacar los esquemas tradicionales del rock duro o pesado como afilar las garras del grunge o del post-rock más salvaje. A esa energía, en apariencia desbocada pero adecuadamente domesticada, le suman unas letras surrealistas, cachondas y furiosas que entran en combustión con cada riff y golpe de batería.
La onda expansiva de esta explosión rock-metalera está adquiriendo cada vez una mayor dimensión dentro del circuito alternativo galaico gracias a los flamígeros directos del trío, que alcanzará uno de sus puntos culminantes en la segunda edición del festival lucense Fa Ce La Fest (junto a nombres como Kokoshca, Biznaga o Pablo Und Destruktion) en el mes de mayo. [Jose A. Martínez] [Más en el Bandcamp de Bulto]
[/nextpage][nextpage title=»Glitterhouse» ] [divider]Glitterhouse[/divider]
Glitterhouse es uno de esos proyectos en el que se unen músicos que ya te gustaban en otros grupos… Así que ¿cómo no te vas a hacer fan de ellos aquí y ahora?
VIDA. En el caso de Glitterhouse, es innegable el hecho de que la trayectoria musical de sus miembros les avala. Pero no una garantía rollo casos en los que algunos grupos, siquiera antes de tocar, ya tienen renombre por la fama de quienes están en él, sino que se trata más bien un recorrido a posteriori: escuchas el grupo, piensas ua-cómo-molan, descubres que antes estaban en X proyecto y todo encaja (si lo hacían bien entonces, un reverso tocho en el universo debería haber ocurrido para que lo hagan mal ahora).
Éste es el caso de Daniel Pérez -voz y guitarra de Wann y miembro en el pasado de Suzie Has A Gun y Juicy Jazz-, Edu Mato -que tocaba bajo y batería en The Missing Leech– y Paloma Durán, que no había estado en ninguna formación musical estable antes. Tocaron en el BIS de este año y un par de veces más, pero siempre nos los hemos perdido. A ver si pronto tenemos una oportunidad, guiño guiño, charrasqueo, señal de neón.
OBRA. En apenas lo que viene a ser una demo grabada durante un ensayo, Glitterhouse ya dejan bien claro de dónde vienen (el adónde van se lo vamos a dejar a ellos, que por algo son el grupo): lo mejor del noise 90s. Con unas influencias que van desde Dinosaur Jr. a Pavement pasando por lo salvable de Australian Blonde, “One Hour, One Song” y “When I Saw You” suenan sorprendentemente compactas para tratarse de las primeras canciones de un grupo. Mucha distorsión pero siempre manteniendo una estructura determinada, baterías compactas y el punto de melodía pegadiza adecuado que hacen que tengamos muchas ganas de escuchar más material de este power trío. [Patri di Filippo] [Más en el Bandcamp de Glitterhouse]
[/nextpage][nextpage title=»Guay!» ] [divider]Guay![/divider]
Con unos precedentes como ¡Pelea! y Corte Moderno, ¿cómo no se iban a convertir Guay! en uno de nustros grupos preferidos para este nuevo año 2017?
VIDA. Guay! son el grupo más reciente de Ignacio Estrada-Nora aka ‘El Ortiga‘, el que fuere en su día batería de ¡Pelea! y más tarde parte de los Corte Moderno. Recuperando el espíritu más desenfadado de los primeros y la síntesis de los segundos (léase tanto a nivel melódico como el pasar de los cien y su madre que eran en ¡Pelea! al trío de teclado, bajo y guitarra que conforma Guay!), el grupo afianzado en Barcelona publicó a principios de este mes el siete pulgadas “Estoy Enfermo” de la mano del recién nacido sello Cuerdas Fuera Records.
También pudimos verles el pasado mes de diciembre en la fiesta organizada por Chin Chin Records (y no podemos perder la ocasión de mentar aquí aquel fantástico villancico que Corte Moderno grabaron para el segundo volumen de “A Christmas Chin Para Ti”) y a principio de temporada junto a Las Ruinas y Pacífico, demostrando que no hace falta más de tres personas sobre el escenario para poner una sala entera a bailar.
OBRA. Cuando digo que la canción que mejor resume (que no define) el espíritu de Guay! es una versión, no pretendo quitarle en absoluto mérito a las canciones escritas por ellos mismos. Pero “Tiempo Genial”, publicada en la demo que colgaron en abril del año pasado, es el ejemplo más claro de la comunión entre el punk de Television Personalities y los sonidos de surfpop ochentero que caracterizan a Guay!
Llevando estas dos fundamentales influencias a su terreno compositivo consiguen temazos tan sólidos como “Bernardo”, en el que el sacerdote Bernardo Martínez -al que, en una visión, la Virgen le predijo una tercera guerra mundial de no cambiar los creyentes sus costumbres- es aquí el encargado de pronunciar que “El trabajo ha de ser sagrado / y más si es una lectura episcopal”. [Patri di Filippo] [Más en el Bandcamp de Guay!]
[/nextpage][nextpage title=»Las Toilettes» ](patri)
[divider]Las Toilettes[/divider]No nos queda demasiado claro si Las Toilettes siguen en activo o no… Pero sirva esta reivindicación para que vuelvan a hacernos gozar con su música.
VIDA. Con nada más que una guitarra y un teclado, Julieta Caprara y Joana Mallol son Las Toilettes. Es cieeeeeeeeerto que nueva lo que se dice flamante y fresca carne no son, puesto que lo último que publicaron, su casette “Casette” -editado a pachas entre Discos Walden, Ediciones Populares y ellas mismas- se remonta a mayo del año pasado. La verdad es que tampoco se ha vuelto a saber de ellas desde entonces y no podría asegurar, mano en el fuego mediante, que sigan en activo. Pero me gusta lo que hacen o hacían o vete a saber. Y, en su día, tampoco tuvieron demasiada repercusión más allá de un par de conciertos, alguna mención y un videoclip grabado por Marçal Forés.
Yo misma escuché el par de canciones que editaron antes siquiera de que las ficharan Ediciones Populares… y luego se me olvidaron por completo. Creo que eso ha sonado horrible. El caso es que me parece que esta es una buena ocasión para rescatarlas, ya que un poco de twee pop nunca está de más. (Ahora me aterra que, si no se sabe nada de ellas, es porque no quieren que se sepa nada más de ellas, que quieren olvidar el proyecto y que las estoy rescatando en contra de su voluntad. Joana y Julieta, si leéis esto algún día: lo siento, pero para que os olvidara tendríais que haber sacado un disco que fuese malo)
OBRA. Decía antes lo del twee y creo que merece un matiz para que nadie se tire hacia atrás al instante: no creo que el twee bien hecho sea ñoño e insoportablemente cursi (o eso quiero creer, pues de lo contrario significaría que soy una cursi sin remedio). Y Las Toilettes -como también, y para quedarnos en este lado del mapa, Yumi Yumi Hip Hop o Juvenilia– son prueba de ello. Sus temas breves y directos (el más largo, “Salgo a la Calle” no llega al minuto cuarenta), de melodías limpias y animadas, con algún que otro órgano y coro, suenan como si Heavenly hubiesen suplido sus momentos demasiado azucarosos con las melodías más punk de Tiger Trap y viceversa.
Es difícil que en discos tan breves con canciones tan apresuradas y cortas se te quede alguna a la primera, pero “Dulce Hogar” -que incluso llega a recordar a “Sol” de Ataque de Caspa– es esa canción que me hace querer decirles a Las Toilettes que vuelvan a dar señales de vida. (Y aquí tengo que hacer un pequeño apunte: el twee pop y todo ese rollo está y estuvo muy bien, soy la primera a la que le encanta, pero pienso en la noche en la que alguien me dio la chapa durante cuarenta minutos sobre Sarah Records y no podía coger un taxi para irme a casa y dejar de morirme de frío y me entran escalofríos sólo de recordarlo: reconocimiento sí, mitificación no. “A Day For Destroying Things” se sacó por algo). [Patri di Filippo] [Más en el Bandcamp de Discos Walden]
[/nextpage][nextpage title=»Lúa Gramer» ] [divider]Lúa Gramer[/divider]
The Boo Radleys, Ride, Teenage Fanclub, The Jesus And Mary Chain, New Order… Si te gustan estas referencias, vas a adorar de forma muy seria a Lúa Gramer.
VIDA. Se podría decir que la trayectoria de Lúa Gramer ha pasado por las etapas necesarias para empezar a labrar un camino artístico sólido y ascendente. Originarios de Badajoz y formados por Susana Merino (voz y teclados), Luis Gragera (voz y guitarras), Manuel Salitre (guitarras), David González (bajo) y Eugenio Abengozar (batería), pronto llamaron la atención desde su estreno sobre los escenarios en 2013 gracias a su destacada participación en concursos de bandas emergentes como el del Contempopranea (cuya edición de 2014 abrieron en su presentación) y el del valenciano QFestival.
Poco a poco, fueron adquiriendo las tablas necesarias para entrar en el estudio a principios de 2015 y grabar sus primeras canciones influenciadas por el noise / dream pop y shoegaze noventeros. Una tarea que llevaron a cabo acudiendo al estudio de Paco Loco en el Puerto de Santa María, donde dieron forma a su EP de debut, el homónimo “Lúa Gramer” (Clifford, 2016), con el que tomaron impulso: en 2016 entraron directamente en el cartel del Contempopranea y, antes de que finalizase el año, editaron el single “Plaza de Abastos” (Clifford, 2016), registrado otra vez con Paco Loco y con la participación de Joaquín Pascual.
OBRA. Pese a que “Lúa Gramer” contiene sólo cinco temas, expone de una manera diáfana el estilo del quinteto, que se deriva de referencias fundamentales confesas como The Boo Radleys, Ride, Teenage Fanclub o The Jesus And Mary Chain (el arranque de “Delmar” parece un homenaje a “Just Like Honey”), aunque también dejan que se cuelen en sus esquemas ritmos kraut (“F11”) y bajos a lo New Order (“Mecánica Celeste”) que acaban cubiertos de feedback guitarrero, distorsión y melodías electrificadas para relamerse del gusto que, inevitablemente, también recuerdan a bandas patrias como Nadadora o Linda Guilala. Un perfecto apéndice de ese EP fue su sencillo más reciente, “Plaza de Abastos”, compuesto por el corte titular y “Real Decreto”, dos piezas saltarinas a la par que ensoñadoras y rebosantes de dulce electricidad. Si se dejan acariciar por sus canciones, Lúa Gramer están dispuestos a conquistarlos en un abrir y cerrar de ojos. [José A. Martínez] [Más en el Bandcamp de Lúa Gramer]
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