No hemos visto nada de nada… Pero ya sabemos los títulos de los capítulos de la segunda temporada de «Stranger Things» e imaginamos lo que pasará en ella.
Atanagildo, Leovigildo, Khindasvinto. ¿Te acuerdas de ellos? Seguro que no: es la lista de los Reyes Godos. En cambio, si te pregunto por Eleven, Mike Wheeler o Joyce Byers, y a no ser que te hayas pasado el último año encerrado en un búnker sin Netflix, sabrás perfectamente de qué te estoy hablando.
«Stranger Things» fue una de las series revelación de 2016, aunque pareciera sacada de los años 80 (o precisamente por eso). Desde que acabó la primera temporada, los seguidores no dejamos de soñar con su regreso, pero los creadores nos mantienen en vilo, soltando pistas tan dadas a segundas lecturas como que la serie será “más grande y oscura” o este vídeo con los títulos de los capítulos de la segunda temporada.
Así que, harto de esperar, me he imaginado lo que podría pasar en cada capítulo, basándome en… en… bueno, en mi intuición. O sea, en nada. Llegados a este punto, debería advertirte (en letras enormes) que lo que estás a punto de leer está lleno de spoilers. Sin embargo, y como me lo he inventado todo, solo te diré que cualquier parecido con la realidad es -será- pura coincidencia.
2×01: MADMAX. La acción arranca unos cuantos años después de la primera temporada. Eleven y Mike están saliendo juntos (una relación muy electrizante, ju ju). Un día, van al cine a ver “Mad Max” y Eleven descubre que la actriz que hace de Furiosa es su madre. O sea, que es hija de Charlize Theron. Boom.
Eleven quiere salir en busca de Charlize a pedirle explicaciones rollo “Tía, qué pasa que me has abandonado y me has dejado con una panda de frikis que juegan a Dungeons & Dragons”. Pero Mike, un poco cansado ya de todo el percal que vivieron la temporada pasada, la intenta disuadir:
-No te ralles, no la líes más, quédate aquí.
A pesar de la solidez de sus argumentos, no lo consigue. Eleven sale por la puerta y Mike, desesperado, le da un trago a su vaso de leche con Cola Cao y se va a echar unas partidas a Dungeons & Dragons con sus amigotes.
2×02: THE BOY WHO CAME BACK TO LIFE («EL CHICO QUE RESUCITÓ»). Con lo peligrosas que son las bicis, y esos chavales dale que te pego, ahí dándole a los pedales día y noche. Pues en este capítulo los valientes ciclistas se van a llevar una buena dosis de concienciación.
Dustin (ya sabéis: el que hace de gordo) va de camino a algún lugar con su bici y se sale del carril en una maniobra un poco patosilla por su parte, pero qué se le va a hacer (a los que hacen de gordos ya les suelen pasar estas cosas). Total, que tiene un accidente súper aparatoso y muere. La palma. Deja su cara en el asfalto. Cuando Mike se entera, llama a Will, que, después de haber estado sometido a los experimentos de la otra dimensión y a las ondas wi-fi, ha adquirido capacidades electromagnéticas que permiten resucitar a la gente. Así que resucita a Dustin y, ya puestos, le arregla la dentadura.
Este capítulo realmente no aporta nada a la trama, pero espero que los bici-maniácos hayan aprendido la lección.
2×03: THE PUMPKIN PATCH (“EL HUERTO DE CALABAZAS”). Aún sin noticias de Eleven, la pandilla formada por Mike, Will, Dustin y Lucas (ya sabéis: el que hace de negro) deciden salir en su búsqueda. Abren las páginas amarillas por la “T” de Theron y ven que Charlize tiene una mansión en Hollywood. Así que cogen sus malditas bicis y para allá que van. Por un momento, dudan si decir a sus padres que volverán en unos cuantos días, para que no se preocupen y tal, pero no lo hacen porque son preadolescentes y a la serie ya le va bien un poco de tensión.
Aquí empieza la aventura, todo un mundo por descubrir, los nerds en el camino de nuevo. Pero no llegan muy lejos: solo han recorrido cuatro calles y ya se meten en problemas. Sin darse cuenta, se han adentrado en “El huerto de calabazas”, el punto de encuentro de los malotes y abusadores de su clase, esos que se sientan en la última fila del autobús, les roban el desayuno en el recreo y acumulan tantos suspensos que han podido reunir un montón de calabazas para montar un huerto urbano.
Cuando ven que la pandilla cruza por allí con sus bicis sin ningún respeto por la plantación, los abusadores les pegan una paliza de las buenas y les dejan sin dientes. Jo, con lo bien que le había quedado la nueva dentadura a Dustin.
2×04: THE PALACE (“EL PALACIO”). Sin dientes pero con muchas ganas de aventuras, Mike, Will, Dustin y Lucas siguen su camino hacia la mansión de Charlize Theron en Hollywood. Dustin se cansa bastante, Lucas no para de quejarse, Mike echa de menos a Eleven y Will va jugando a ser Harry Potter con sus súperpoderes electromagnéticos de la hostia. En uno de sus trucos, consigue teletransportar a los chavales directamente a su destino. Todos están contentos, menos Lucas, que ahora se ve que quería ir más en bici, cuando antes decía lo contrario (no es fácil de complacer, el negro).
Sea como sea, los cuatro flipan pepinillos cuando se encuentran frente a la casa de Theron. ¡Menudo palacio! Llaman a la puerta, Eleven abre y les dice que no piensa irse de allí.
-Esta mansión tiene piscina, chicos. ¿Qué tenéis vosotros, losers?
Poderoso caballero es Don Dinero, pero Mike no puede dejar que las cosas queden así. Tiene que trazar un plan para que Eleven vuelva con ella, a su mierdecita de casa adosada de clase media-baja.
2×05: THE STORM (“LA TORMENTA”). Mientras Mike piensa en su plan, empiezan a caer cuatro gotas. Nada grave: chirimiri. De repente, el chirimiri se convierte en llovizna. La llovizna pasa a ser calificada como simplemente “lluvia”. Y la lluvia, en pocos minutos, ya es un auténtico diluvio. Rayos. Relámpagos. Truenos. Después parece que se despeja un poco, pero es una falsa alarma, tal y como había advertido Lucas (“yo no me confiaría, el tiempo está loco”). Vuelve la llovizna, que se transforma en una fuerte lluvia, otra vez con sus rayos, relámpagos y truenos. Y entonces sí: los cuatro chicos acuerdan describir ese fenómeno meteorológico como “tormenta”. Así que pasan el rato debajo de un porche hasta que sale el sol.
Lástima que no pusieron la versión de viaje de Dungeons & Dragons en sus mochilas, les hubiera sido muy útil en estos momentos.
2×06: THE POLLYWOG (“EL RENACUAJO”). Tras la tormenta, Eleven sale al enorme patio de la mansión de Charlize Theron para dar una vuelta y disfrutar de la relajada vida burguesa. Entonces se tropieza con un renacuajo muy feo, pero con cierto atractivo. Un “feapo”. O sea, como Robert Pattinson, pero en renacuajo. Sin que pueda hacer nada para evitarlo, cae rendida a sus encantos.
Eleven besa al renacuajo y este se transforma en un increíble monstruo de gran tamaño. Tan tan alto que se ve desde fuera de la mansión, donde se encuentran Mike, Dustin, Lucas y Will. Eleven no sabe cómo reaccionar, mientras que Mike aprovecha la ocasión para soltar un reproche.
-Mira que se lo dije: quédate aquí, quieta, o la vas a liar. Pero nunca presta atención. Siempre hace lo que quiere.
2×07: THE SECRET CABIN (“LA CABINA SECRETA”). Charlize Theron mira por la ventana para ver qué es todo ese alboroto que sale del patio de su casa. Descubre al gran monstruo y pega un grito que asusta hasta a Will (que, como todo el mundo sabe, es bastante impasible).
-¡Ve a la cabina secreta, hija mía! ¡Rápido!- Le suelta Charlize a Eleven-.
Y eso hace. Se dirige a toda leche hacia una especie de búnker que tiene Theron en su mansión para protegerla en caso de emergencia, como renacuajos feapos que se convierten en monstruos o una visita inesperada de Adam Sandler.
El monstruo cambia de objetivo y ataca a la pandilla de nerds, que lo único que saben hacer es salir corriendo con sus bicicletas. Hasta que se les ocurra algo mejor, claro.
2×08: THE BRAIN (“EL CEREBRO”). “¡Necesitamos pensar en algo!” chilla Lucas, como si él no fuera capaz de pensar en algo, trasladando así la responsabilidad a los otros. La verdad es que lo tienen jodido: el monstruo cada vez se acerca más a ellos y está a punto de alcanzarles. Está mal que lo diga yo, pero este capítulo es apasionante. Persecuciones, monstruos enormes, joder. ¿Quién da más?
Total, que cuando parece que todo está perdido, a Mike se le enciende la bombilla:
-¡Utilicemos los poderes ultramagnéticos e hipoalergénicos, sin parabenos ni gluten, de Will!
Tampoco se tenía que ser un lumbreras para llegar a esta conclusión, Mike. Pero, bueno, da igual, repitamos la estrategia. Explotemos un poco más al pobre chaval que sufrió lo innombrable en la primera temporada. Will frena su bici y se queda quieto, enfrentándose cara a cara al monstruo. El cerebro de Will empieza a brillar y expulsa un rayo que deja anonadado a su contrincante. ¡Toma ya! Will: 1. Monstruo: 0. Guionistas: -1.
2×09: THE LOST BROTHER (“EL HERMANO PERDIDO”). Con el monstruo fuera de combate, Eleven decide salir del búnker anti-Adam Sandlers de Charlize Theron para agradecer a sus amigos que le hayan salvado la vida (en realidad ha sido solo Will, pero dado que el pobre chaval está semi-moribundo tras su ataque, Eleven aprovecha para liarse con Mike y dejar a Will en la cuneta).
Parece que los creadores de la serie, los dos Hermanos Duffer, han dado con el final perfecto para la segunda temporada. Pero de repente pasa algo increíble: aparece un tercer hermano, que habían dado por desaparecido, y reclama su protagonismo.
¿Dónde nos llevará este giro inesperado de los acontecimientos? Solo una tercera temporada de «Stranger Things» resolverá el misterio. Y yo estaré aquí para desvelarlo antes que nadie.