Los Golden Globes 2017 arrancaron con el descarrilamiento de Jimmy Fallon… Y acabaron sin pena ni gloria. ¿Ha sido la edición más anodina de la historia?
El bochornoso descarrilamiento de Jimmy Fallon al inicio de los Golden Globes 2017, celebrados en el Beverly Hilton (de Beverly Hills) en la noche del 8 de enero, marcó a fuego la edición de este año de lo que suele llamarse «la antesala de los Oscars«. Y que no os intenten convencer de lo contrario (porque, la verdad, parece que este año hay una especie de campaña por eliminar este cliché del imaginario colectivo): realmente, los Globos de Oro son la antesala de los Oscars. Pese a quien pese. Y decir lo contrario es como intentar convencer a alguien que una semifinal no es la previa a una final. De locos.
Sea como sea, el arranque de estos Golden Globes 2017 será recordado por los siglos de los siglos como uno de los descalabros más sonoros de la historia de los galardones. La cosa empezó correcta mientras podíamos confiar en la infalibilidad del vídeo gracioso grabado con antelación, en este caso reuniendo a todo el famoseo para marcarse un número musical que ya parecía anticipar que la gran triunfadora de la noche sería «La La Land«. Pero en cuanto el video llegó a su fin y se pasó al riguroso directo… ¡El desastre! El prompter no funcionaba, y eso es grave. Pero más grave es todavía que un tipo como Jimmy Fallon, con las tablas que se le presuponen (y que tiene, porque lo ha demostrado sobradamente tanto en «SNL» como en su late night), no supiera solucionarlo con un poco más de gracia y naturalidad.
En vez de gracia y naturalidad, sin embargo, tuvimos lo más parecido a un ave de rapiña desesperada arremetiendo contra cadáveres putrefactos a los que es incapaz de sacar ni un mísero bocado. Fallon intentó hacer broma sobre algunos de los presentes, pero no consiguió exprimir un mínimo de gracia y servirlo de forma fresca. Y lo que es peor: decidió poner la guinda a semejante pastel de mierda con una imitación de Chris Rock ostensiblemente penosa. No es de extrañar, entonces, que el resto de apariciones del presentador a lo largo de la gala estuvieran marcadas por la incomodidad absoluta, por el intentar no parecer desesperado pero intentar también ganarse la gracia del público.
Imposible. Ya lo he dicho: este descarrilamiento marcó a fuego al resto de la gala, y la cosa no mejoró en casi ningún momento. Julia Louis-Dreyfus haciendo de dj a la vuelta de la publicidad tuvo su gracia, igual que la presentación de Drew Barrymore dejando claro que los rasgos necesarios para triunfar como actor son los mismos necesarios para triunfar en una orgía, Ryan Gosling comentando que no es la primera vez que le dan un premio que iba para Ryan Reynolds, las eternas bromas lingüísticas de Sofia Vergara, el chascarrillo de Jon Hamm afirmando que la velada era un verdadero «beard parade«, la interesante química entre Goldie Hawn y Amy Schumer (por favor, señores organizadores de los Globos de Oro, ¿quieren invitar de una puñetera vez a esta señora a que presente la edición del año que viene?)… Y, por encima de todo, el único momento realmente brillante de los Golden Globes 2017: Kristen Wiig y Steve Carell hablando de sus traumas de infancia por culpa del cine de animación («Fantasia» y «Bambi«, para ser más exactos).
Y ya. Nada más. No hubo risas por mucho que este debería haber sido el año de las risas. En esta edición se echaban en falta (o no) varios de esos films bigger than life que acaparan premios y se enzarzan en peleas de gallos que se solucionan cuando uno de ellos demuestra que la tiene más grande (es decir: que se lleva más premios a casa). ¿Los Golden Globes 2017 se han topado con el muro de un año flojo en lo que a cine respecta? Ni hablar. Pero resulta curioso que, en unos premios como estos, que todavía incurren en el viejunismo de separar drama y comedia (peor todavía: «drama» por un lado, «comedia o musical» por el otro), no hayan conseguido convertir el hype de «La La Land» en una especie de fiesta mayor del humor y las canciones y el baile y lo erótico-festivo.
La cosa podría haber sido interesante. Podríamos haber contemplado cómo, por una vez, la comedia era capaz de acaparar los focos y demostrar tanta o más solvencia que el drama. Pero, en vez de eso, los Golden Globes 2017 han dejado bien claro que, si no hay dramas fuertes, el año cinematográfico (yanki) se va a la mierda. Así las cosas, resulta elocuente considerar que, más allá de «La La Land«, la gran triunfadora de la noche ha sido una rara avis como «Elle«, que se ha llevado el premio a la mejor peli de habla no inglesa además del de mejor actriz para Isabelle Huppert (que, por cierto, esperaba tan poco el galardón que se le ha notado que no llevaba preparado un discurso de aceptación… Lo que da totalmente igual, porque ha resultado encantadora al no ocultar para nada la ilusión del momento).
¿Por qué los Globos de Oro 2017 no han convertido a «Elle» en la gran peli dramática del año? ¿No se han atrevido con un hueso duro de roer como el propuesto por Paul Verhoeven? ¿Han pensado que era way too much para unos premios tan conservadores como estos? Preguntas que quedarán sin respuesta para siempre porque, por encima de todo, los Golden Globes son lo que son: un evento blanco. Blanquísimo. Y me estoy refiriendo a su vocación familiar y políticamente correcta, no al color de su piel. Porque ahí está la gracia del tema: que, en su afán por nominar a (buenas) pelis y (buenos) actores negros, en su empeño por alejarse de la polémica que el año pasado señaló a los Oscars como unos premios excesivamente blancos (ahora sí: blancos por el color de su piel), han caído en lo anodino.
Muchos son los que sabían que la hoja de ruta de estos Golden Globes 2017 sería puramente negra. Y, ojo, repito: merecidísimos son los premios de «Moonlight» como Mejor Película, Viola Davies como Mejor Actriz Secundaria de Cine en «Fences«, Tracee Ellis Ross como Mejor Actriz de Comedia o Musical en TV por su rol en «Black-ish» o los diversos galardones que se han llevado «Atlanta» y Donald Glover. Pero lo cortés no quita lo valiente, y es inevitable pensar en los Globos de Oro como esa tía que todos tenemos que se esfuerza tanto, tanto, tanto en no ser racista que al final resulta muy pero que muy sospechosa.
Por suerte, siempre nos quedará el discurso de Meryl Streep recibiendo el premio honorífico Cecil B. DeMille. La actriz ha sido divertida, emocionante y elocuente todo a la vez. Partiendo del propio nombre de la Hollywood Foreign Press que organiza los Golden Globes, ha dejado caer una encendida proclama anti-Trump que avivaba el orgullo y el derecho de ser extranjero en un país como EEUU y que incluso pedía ayuda a la prensa a la hora de luchar contra la sarta de mentiras y escándalos del nuevo Presidente. «Foreign» (extranjero) y «press» (prensa) como reivindicaciones básicas de un discurso para ser enmarcado.
Será que ha sido una velada con poco que enmarcar… Y lo jodido es que, dejándonos de tonterías y admitiendo lo ineludible (es decir: que los Golden Globes son la antesala de los Oscars), los Oscars 2017 van a ser un serio zancocho que va a resultar difícil de digerir. A no ser que se atrevan a convertir a «La La Land» en la estrella absoluta y no en un estrella que brille a medias, que es precisamente lo que han hecho los Globos de Oro 2017. [Más información en la web de los Golden Globes 2017]
A continuación puedes ver todos los ganadores de los Golden Globes 2017:
Mejor película (drama): «Moonlight«
Mejor película (comedia o musical): «La La Land«
Mejor actriz (drama): Isabelle Huppert por «Elle«
Mejor actriz (comedia o musical): Emma Stone por «La La Land«
Mejor actor (drama): Casey Affleck por «Manchester by the Sea«
Mejor actor de reparto: Aaron Taylor-Johnson por «Nocturnal Animals«
Mejor actriz de reparto: Viola Davis por «Fences«
Mejor director: Damien Chazelle por «La La Land«
Mejor actor (Comedia o musical): Ryan Gosling por «La La Land«
Mejor guión: «La La Land«
Mejor banda sonora: «La La Land«
Mejor película animada: «Zootopia«
Mejor canción: “City of Stars” de «La La Land«
Mejor película extranjera: «Elle«
Mejor serie de televisión (drama): «The Crown«
Mejor serie de televisión (comedia o musical): «Atlanta«
Mejor serie de TV o película para TV: «The People v. O.J.: American Crime Story«
Mejor actor de serie de TV o película para TV (drama): Billy Bob Thornton por «Goliath«
Mejor actor de serie de TV o película para TV (comedia o musical): Donald Glover por «Atlanta«
Mejor actor protagónico de serie de TV o película para TV: Tom Hiddleston por «The Night Manager«
Mejor actor de reparto de serie de TV o película para TV: Hugh Laurie por «The Night Manager«
Mejor actriz de serie de TV o película para TV (drama): Claire Foy por «The Crown«
Mejor actriz de reparto en de serie de TV o película para TV: Olivia Colman por «The Night Manager«
Mejor actriz protagónica de serie de TV o película para TV: Sarah Paulson por «The People v. O.J.: American Crime Story«
Mejor actriz de serie de TV o película para TV (comedia o musical): Tracee Ellis Ross por «Black-ish«