Roberta Marrero publica «El Bebé Verde», una autobiografía en la que narra su infancia como niña transexual forzada a ser alguien que no quería ser.
«No nací hombre ni mujer. Nací bebé. Necesito tiempo para saber quién soy«… Así se abren la autobiografía de Roberta Marrero, con tres frases enlazadas que te hacen reflexionar sobre algo que está a la orden del día: la identidad de género y cómo, al fin y al cabo, eso es una cosa que imponemos desde fuera (o que nos imponen desde fuera) en una época en la que, simple y llanamente, no existe para nosotros. Y si en este país existe alguien que pueda hablar con propiedad de identidad de género (y más desde una perspectiva artística), esa es Roberta Marrero.
No es de extrañar, entonces, que acabe de lanzar «El Bebé Verde» (editada por Lunwerg): «Esta es mi autobiografía como niña transexual. A partir del bebé verde (mi alter ego infantil) cuento el camino hacia mi propia identidad en un ambiente hostil (el mundo real) y otro mucho más amable (mi mundo interior). Una historia verídica sobre la infancia, la transexualidad, la búsqueda del yo y mi lugar en el mundo«. Una historia que siempre habíamos visto en su obra artística pero que ahora leeremos en primera persona, en sus propias (y muy sentidas) palabras).
«El Bebé Verde» está protagonizado por la misma Marrero, que nace como un bebé verde y extraterrestre al que el mundo le niega continuamente la posibilidad de ser ella misma, con su propia imagen, su alma, y su personalidad… y le imponen otra imagen, alma, personalidad que nada tiene que ver con la suya. Pero es precisamente en contraste a ese mundo hostil cuando Roberta aprende que la única salvación pasa por ser ella misma. Y es algo que asimila a lo largo de este libro que, para más inri, viene bien cargadito de las icónicas ilustraciones de la artista. ¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar? Pues acabas de encontrar tu libro del año.
Más información en la web de Roberta Marrero y en la de Lunwerg.