Madrid acogió el martes pasado The Joy of Experimentation: una jornada en la que Johnny Walker estimuló la experimentación más sugerente.
Hay quien se toma el mundo del whisky como algo clásico destinado a cerrarse sobre sí mismo, a no admitir novedades para no contaminarse con impurezas nuevas. Y hay quien, por el contrario, piensa que la cosa funciona completamente al revés: en vez de cerrar, ¿por qué no abrir nuevas vías de exploración que enriquezcan un mundo tan rico de por sí como es el del whisky? Uno de estos aperturistas es la marca Johnny Walker, tal y como demuestra su plataforma experimental Blenders Batch, a través de la que se dedica a investigar en el arte del blending a la búsqueda de nuevos sabores estimulantes, desafiantes y sorprendentes.
Un ejemplo de sus buenísimos resultados es el nuevo Johnny Walker Blenders Batch Red Rye Finish, una mezcla de whiskeys de malta y de grano envejecidos en barricas de bourbon primero y en barricas de cebada después. Para celebrar el lanzamiento de esta nueva etiqueta, Johnny Walker está organizando todo un conjunto de saraos alrededor del mundo… Y, evidentemente, Madrid no se podía quedar sin su ración de experimentación sibarita.
El pasado martes 22 de noviembre, la capital acogía The Joy of Experimentation: toda una jornada que se esforzó en mostrar la capacidad para la exploración y la experimentación desde la comida y la bebida. Por la mañana, se impartieron todo un conjunto de master classes con aforo reducido en las que brillaron las propuestas de gente de bien como Alberto García-Alix, Beatriz Matallana, Gorka Postigo, Nono Vázquez, Debbie Smith o María Ke Fisherman. A continuación, el chef Rodrigo de la Calle demostró con una sublime comida por qué su propuesta de alta gastronomía como «revolución verde» ha convertido a su restaurante El Invernadero en un must. Por último, el master blender Tom Jones y la barmaid e it girl Missy Flynn permitieron a los asistentes que comprobaran lo importante que es dejar volar la imaginación y les estimularon para que crearan su propio whisky.
¿Cómo acabar una jornada tan maravillosa como esta? Con un eventazo, evidentemente. Así terminó The Joy of Experimentation: con una fiesta a última hora de la tarde repletada de gente guapa bailando al ritmo de djs de la talla de Pional, Benji B, Nano 4814 o Javi Bayo… Ah, claro, y todos con alguna de las creaciones de Missy Flynn a base de Johnny Walker en la mano. Eso que no falte.
Más información en la web de Johnny Walker.