¿Tienes libres cinco horas y media en tu vida? Pues, entonces, lo mejor que puedes hacer con ellas es desparramar con esta sesionaca de John Talabot.
Lo reconozco: he tenido (y sigo teniendo) mis más y mis menos con John Talabot. Como con cualquier dj, evidentemente. Hay noches que me ha hecho tocar el cielo y otras en las que… no. Pero lo interesante es que, a diferencia de otros djs que siempre me hacen tocar el cielo pulsando las mismas teclas en mi, a Oriol Riverola tengo que agradecerle que me haya pulsado muchas teclas diferentes y que, de hecho, siga sorprendiéndome con una versatilidad de la que pocos artistas pueden fardar a día de hoy.
Hay veces que se pone más disco, otras más deep, otras más house. Y repito: hay veces que es rollo ¡zas! ¡en toda la boca!, y otras no. Pero en todas esas veces resulta impactante la capacidad de este hombre para llegar a una sala (o a un festival), hacer de termómetro del ambiente y desplegar una sesión adecuada para el mood general… Si digo todo esto, por cierto, es más bien a modo de advertencia para los que hayan llegado a este artículo seducidos por el canto de sirena del nombre de quien firma esta sesión. Dicho de otra forma: esta no es una sesión para todo el mundo.
Pero empecemos por el principio y preguntemos: ¿qué carajo es esta sesión? El mismo John Talabot lo explica en su Soundcloud: «Este es mi set de toda la noche en el Moog de Barcelona el mes pasado. Fue una gran noche relajada y disfrutable. Puede que no sea el mix perfecto, pero fue la noche perfecta con las vibraciones perfectas. Gracias a todo el mundo que vino a disfrutar de la música desde el minuto uno. Gracias por ser tan cálidos, pacientes y el mejor público posible para una calurosa noche de agosto. Fue un gran placer pinchar para vosotros».
Entonces, ¿dónde está el truco? ¿Por qué advierto que esta no es una sesión para todo el mundo? Básicamente porque, tal y como indica el artista, cubre toda una noche: un total de cinco horas y medias en las que Talabot juega a la cocción lenta, a la maratón que huye del sprint y opta por una marcha (perdón por el juego de palabras) sostenible, consistente y de evoluciones lentas. Si estuviste en el Moog esa velada, seguro que perdiste la cabeza con esta sesión puramente mental que actúa sobre ti como un parsimonioso pulpo sobeteándote con todos y cada uno de sus brazos.
Y si no estuviste allá y este es tu primer contacto con la sesión de John Talabot, lo mejor que puedes hacer es buscar el mejor momento para escucharla: un momento en el que dispongas de cinco horas y media y del suficiente espacio mental como para dejarte guiar por la mano sabia de este hombre hacia la profundidad de paisajes nocturnos en los que cualquier cosa puede ocurrir. [Más información en el Soundcloud de John Talabot]