Raúl Arévalo se ha ganado a pulso ser el protagonista absoluto de la cartelera de esta semana con su debut como director: «Tarde Para La Ira».
Resulta inevitable que, en cuanto ves que un actor se cambia de lado de la cámara y se decide a dirigir, te venga a los labios un refrán un poco cabroncete: «¡Zapatero a tus zapatos!». Y no lo voy a negar: en un amplio número de casos, ese refrán está mucho más que justificadísimo… Pero también hay otros casos en los que piensas: «Ahm. Esto puede ser interesante». Será porque el actor ha elegido bien sus papeles, se ha mostrado polifacético o, simple y llanamente, te parece interesante por las entrevistas que has podido leer. En esta estirpe se encuentra sin lugar a dudas Raúl Arévalo.
Su debut detrás de la cámara, «Tarde Para La Ira«, lo tiene todo para convencer en taquilla. Primero, un argumento de esos que tanto gustan últimamente en nuestro país: un hombre sale de la prisión con la intención de rehacer su vida junto a la familia que dejó fuera, pero pronto se ve embarcado en un viaje sin retorno hacia la venganza por culpa de un tercero en discordia. Y, en segundo lugar, ¿cómo no entregarse a los brazos de una peli en la que Arévalo pone el rol protagonista en las manos de ese Antonio de la Torre con el que ha compartido tan buenas películas de Daniel Sánchez Arévalo?
Aun así, si todavía hay alguien que no esté convencido con «Tarde Para La Ira«, siempre puede recurrir al estreno de «Sparrows«. El film de Rúnar Rúnarsson viene avalado por la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián 2015… Pero sobre todo debería interesar a los espectadores de nuestro país por ser una nueva entrega de ese cine islandés que por fin podemos gozar en nuestro país con cierta asiduidad. Ya sabes cómo son los islandeses: están jodidamente locos, pero son adorables. Como su cine.