El Beefeater In-Edit 2016 acaba de avanzar su programación y de presentar en sociedad un festival que parece el mismo… pero que no lo es.
«Quizá parece el mismo festival, pero no lo es.» Esto es lo que dice la buena gente del festival Beefeater In-Edit al respecto de la inminente edición de este año, que se celebrará del 27 de octubre al 6 de noviembre en la ciudad de Barcelona. Y la verdad es que la frasecita de marras puede parecer sobada en un mundo como el nuestro, tan dado a los claims maximalistas que lo único que hacen es actuar de pantalla de humo para esconder la absoluta nada.
Pero una cosa os decimos: esta mañana hemos asistido a la rueda de prensa del Beefeater In-Edit 2016 y la cantidad / calidad de novedades que presenta el festival es tan estimulante que hace pensar que no, que no es el mismo festival. Para nada. Para empezar, por primera vez en la historia del Festival de Cine Documental Musical de Barcelona, esta edición no se consagrará a un director en concreto… sino a un estilo. Ojito, porque el punk cumple 40 años y el In-Edit lo celebra dejándose corromper por este delicioso virus. Con apoyo del British Council, se rendirá tributo a un punk que se apoderará tanto de la imagen como de las actividades paralelas.
Y, hablando de actividades paralelas, el Beefeater In-Edit 2016 anuncia que está trabajando en una reorganización absoluta de las mismas con un leit motif muy pero que muy interesante: otros eventos incentivan lo «pro» como un espacio tan exclusivo como excluyente, pero el In-Edit apuesta por borrar la frontera entre lo pro y el público con todo un conjunto de actividades y dinámicas que convertirán al festival en una experiencia participativa, inclusiva y comunal. Un espacio de importancia vital para este cometido será La Cantina, un bar pop-up que sólo existirá durante los once días del festival. Será un punto de encuentro tanto para pros como para público en general: un lugar intermedio donde mezclarse y codearse con gente de bien. Pero también una especie de «descanso del guerrero» con comida pensada para festivaleros, musicón y sorpresas por doquier. Seguiremos informando.
Más todavía: el In-Edit 2016 supondrá el debut de La Mirada de Etnia Barcelona, sección esponsorizada por la firma de gafas que se especializará en cine de corte social. La nueva edición también servirá para presentar el libro «In-Edit. Made in Barcelona«, en el que Toni Castarnado repasa quince años de historia y catorce ediciones del Festival de Cine Documental. Y, para rizar el rizo, la elocuente labor de periodismo afiladísimo que realiza la web In-Edit Beat se transformará durante el festival en un fanzine gratuito para los asistentes en el que el departamento artístico (Luis Hidalgo, Jordi Turtós, Joan Pons y Roger Roca) y otra firmas invitadas le darán cañita brava a todos los contenidos de este In-Edit 2016 que pinta tan jugoso.
Porque ahora llegamos a lo que todo el mundo espera: el primera avance de la programación. El Beefeater In-Edit 2016 ya ha puesto sobre la mesa catorce musicales, a los que habrá que sumar otros cuatro también anunciados en torno a la temática de esta edición (ese punk que también estructurará un interesante encuentro con el mítico Don Letts: director, dj músico y periodista que fue el primero en documentar la escena punk en el Londres de 1977), una emocionante inauguración con «Omega» (o lo que es lo mismo: el encuentro de Enrique Morente, Leonard Cohen y Lagartija Nick) y un pletórico film de clausura: «Gimme Danger«, el encontronazo de Jim Jarmusch con The Stooges.
Por lo demás, habrá que andarse con mil ojos para no perderse maravillas como «Blur: New World Towers» (la historia de la reunión de la banda de Damon Albarn según Sam Wrench), «I Am Thor» (ojo, que a la cinta de Ryan Wise se la señala continuamente como la sucesora natural de «Anvil» y «Spinal Tap«), «Gary Numan: Android in La La Land» (en la que Steve Read y Rob Alexander se marcan una especie de docu-reality de los Numan al completo), «Strike a Pose» (donde Ester Gould y Reijer Zwaan siguen los periplos de seis bailarines de vogue que tuvieron la «suerte» de ser tocados por la gracia de Madonna; en la foto de cabecera de este artículo) o «The Sad and Beautiful World of Sparklehorse» (un homenaje de Alex Crowton y Bobby Dass a la memoria del desaparecido Mark Linkous). Lo dicho: parece el mismo festival, pero no lo es. Es mucho mejor.
Más información y la programación al completo en la web de Beefeater In-Edit 2016.