¿Qué es un «fenómeno transicional»? Descúbrelo (y gózalo) en la colección que Brain & Beast acaba de presentar en 080 Barcelona Fashion.
El desfile con el que Brain & Beast presentaron su nueva colección en 080 Barcelona Fashion se abrió con un modelo muy especial: un niño aferrado a un osito de peluche que recorrió la pasarela, se detuvo en el medio, dio una vuelta completa en 360 grados, siguió andando y salió por el lateral de la grada de fotógrafos en vez de dar la vuelta, desandar el camino andado y volver a entrar por donde había salido (lo que hubiera sido lo natural, vamos). A partir de allá, el resto de los modelos mimetizó exactamente los mismos pasos de ese primer personaje tan especial.
Al final de todo, el niño volvió a encabezar el pase en el que todos los modelos tomaron la pasarela, se dio la vuelta y observó cómo el resto salía y dejaba el espacio vacío. Acto seguido, Ángel Vilda salía al paso vestido exactamente igual que el niño. Cada uno en un lado opuesto del lugar. Y, de repente, el más pequeño echa a correr y abraza al adulto… Advertencia: a continuación voy a pasar a hablar de conceptos psicoanalíticos, pero ¿en serio que es necesario explicar esta metáfora? Es tan jodidamente poderosa y emocionalmente impactante que sobran las palabras.
Y, sin embargo, ahí van las palabras: la nueva colección de Brain & Beast se titula «Transitional Phenomena» y se circunscribe a la perfección en las teorías psicoanalíticas de Donald Winnicott. Estas teorías hablan del «objeto transicional» como ese objeto objetivo (porque existe en el mundo real) pero a la vez subjetivo (porque tienen un valor imperativo en el mundo de la imaginación) con el que el niño suple alguna carencia maternal y así evita la ansiedad. Todos hemos tenido un osito de peluche sin el que no podíamos dormir… Ahora bien, lo interesante viene cuando ese objeto desaparece de la vida del niño y deja un espacio vacío que es precisamente donde crecen las manifestaciones artísticas y creativas.
Todo lo que concierne a este proceso se le denomina «fenómeno transicional»… Ya no cabe duda alguna de que Vilda practica la moda como ritual para exorcizar demonios internos, para soltar al mundo todo un conjunto de espectros íntimos que nuestra sociedad actual sólo tolera como manifestación artística. Algunos escriben libros, otros dirigen películas, los hay que se pelean con lienzos de diferentes tamaños… Pero Ángel Vilda toma la pasarela como lienzo sobre el que dejar que la creatividad «pinte» espectaculares retablos habitados por el fascinante imaginario de Brain & Beast.
En esta «Transitional Phenomena» siguen presentes las grandes constantes de la moda de Vilda: lo heterogéneo, el hecho de que cada look esté pensado como un evento en sí mismo, el riesgo, el toque punk… Pero hay que reconocer que bien parece que el caos empieza a ordenarse en el seno de Brain & Beast. Las prendas cada vez son más pulidas y, por extraño que parezca, incluso más «elegantes» (espero no errar el tiro demasiado con esta palabra). Dos cosas, sin embargo, brillaron por encima de todo… Primero, el hecho de que Vilda recupere y amplíe desde su anterior colección la subversión de algunas marcas de consumo masivo a través de nuevos namings supurantemente irónicos (y vocacionalmente icónicos).
Y, sobre todo, el hecho de que pueda afirmarse que Brain & Beast practica el agender extremo, puesto que no borra la zona limítrofe entre hombre y mujer, sino que abre muchos nuevos espacios entre estos dos polos ante los que la mayor parte de veces no sabes ante qué te encuentras… ni falta que te hace. Ahora que todos hablamos del agender, Brain & Beast siguen un paso por delante. Como siempre.
Más información en la web de Brain & Beast.