La cultura de clubs sigue siendo la principal coordenada de la colección (sudorosamente maravillosa) que Pau Esteve presentó en el 080 Barcelona Fashion.
Ahora hace exactamente seis meses que Pau Esteve aterrizaba en el 080 Barcelona Fashion con una colección que hablaba por sí sola: negro como color base, chandaleo ilustrado, agender y una clarísima vocación de crear piezas para ser disfrutadas en los clubs, que son los nuevos lugares de rituales sociales y reverencia mística. Ahora, una temporada después, Pau Esteve deja boquiabiertos a los que no prestaron suficiente atención en la anterior pasarela de valores emergentes: entonces ya fuimos muchos los que vimos que este diseñador era el futuro… Pero ni aquello nos preparó para esta colección convenientemente titulada «Sweat, Live Hard«.
El desfile se abrió de forma inusual: por el lado contrario al que suelen salir los modelos empezaron a entrar personajes variopintos que, al fin y al cabo, supieron representar perfectamente lo que te encuentras en una noche de fiesta cualquiera. Estos fiesteros natos se iban congregando en la puerta del backstage e iban accediendo poco a poco, completando la simulación de que no nos encontrábamos ante un desfile, sino ante una escenificación que pretendía (y conseguía) ir más allá. De fondo, musicón electrónico. Y, de repente, ese mismo musicón electrónico se ralentiza, baja el volumen… y, como surgido del sueño de una noche de fiesta, los modelos empezaron a desfilar.
Está claro que Pau Esteve sigue tendiendo lazos hacia su adorado Berlín ya desde la propia temática de su colección: ropa para salir de fiesta, para sudar, para vivir en el lado duro de la vida… Esta vez, además, el sudor es mucho más que una excusa temática, ya que el diseñador lo toma más bien como un trampolín conceptual que nos habla de ropa para bailar en libertad y para permitir que el lenguaje más primitivo que existe, el de las feromonas, hable por sí solo. Cualquiera que haya desparramado en una mágica noche de fiesta sabe de lo que Esteve está hablando, ¿verdad?
Lo interesante es que lo dicho se traduce en una colección fascinante y coherente que no duda ni un instante en vulnerar los conceptos clásicos de prenda abriendo aberturas inesperadas, dejando al descubierto la carne para que respire libremente, practicando superposiciones minimalistas y volúmenes amplios para que el cuerpo se mueva de forma confortable. El negro vuelve a ser el color primordial, aunque esta vez aparecen otros tonos impactantes como el rojo intenso o el verde flúor aplicado a una fascinante gabardina gris. La ropa deportivo sigue siendo la principal coordenada, pero con un twist que la convierte en el verdadero traje chaqueta del siglo 21. Porque, repito: Pau Esteve es el futuro. Otros dicen que ven negro ese futuro, pero Esteve sabe coger ese negro y diseñar con él maravillas como esta colección.
Más información en la web de Pau Esteve.